La Inspección de Trabajo investiga a Uber Eats por el modelo de contratación de sus repartidores
La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha señalado que "la ley está para cumplirla" y que "una persona pedaleando con una mochila no es un autónomo".

Madrid--Actualizado a
La Inspección de Trabajo ha abierto una investigación a Uber Eats para vigilar que su modelo de contratación cumple con las exigencias legales de reconocer como asalariados a sus trabajadores, según han confirmado a Europa Press fuentes del Ministerio dirigido por Yolanda Díaz.
Después de que El País publicase el inicio de esta investigación, la ministra de Trabajo y Economía Social ha señalado a través de sus redes sociales que "la ley está para cumplirla. Ninguna empresa está por encima de ella. Lo hemos dicho mil veces: una persona pedaleando con una mochila no es un autónomo".
Además, desde el Ministerio vigilan "estrictamente" que el modelo de contratación de las empresas de reparto cumpla con las obligaciones legales de reconocimiento de laboralidad establecidas en la Ley Rider. Una normativa que impone a dichas empresas contratar como asalariados a sus repartidores.
Dicha ley afecta a las relaciones laborales entre las plataformas que se encargan del reparto o distribución de productos y las personas que trabajan para ellas. Asimismo, se reconoce la presunción de laboralidad de los trabajadores que prestan servicios retribuidos de reparto a través de empresas que gestionan esta labor mediante una plataforma digital.
Por el incumplimiento de este precepto ya fue multada la plataforma de reparto Glovo, que llegó a recibir sanciones por más de 200 millones de euros de la Inspección de Trabajo.
El CEO y cofundador de Glovo, Oscar Pierre, adelantó que, desde el pasado 1 de julio, el 100% de la flota de Glovo cuenta ya con un contrato laboral. "No hay ninguna plataforma de delivery en el mundo que haya hecho una transición tan rápida y tan radical", afirmó Pierre.
Por su parte, Just Eat interpuso una demanda contra Glovo por competencia desleal, cuyo juicio ya ha quedado visto para sentencia, por contratar presuntamente a sus riders como falsos autónomos. Por este motivo la empresa le reclama a Glovo 295 millones de euros en concepto de daños y perjuicios.
En la demanda, Just Eat alegó que existen numerosas sentencias que condenan a Glovo por contratar a sus repartidores como falsos autónomos, así como por vulnerar la normativa de Derecho Laboral.
Pierre señala que este hecho coloca a Just Eat en una "clara situación de desventaja competitiva", ya que esta compañía sí contrata a los repartidores por cuenta ajena, incurriendo en elevados costes adicionales, tal y como exige la ley. Mientras que Just Eat sostiene que mediante la contratación de falsos autónomos Glovo se ahorró más de 645 millones de euros.
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