El 'lobby' del gas presionó a eurodiputados para que las calderas contaminantes sigan siendo instaladas
Liquid Gas Europe mantuvo reuniones sin registrar en transparencia con varios eurodiputados para tratar de influir en la directiva de eficiencia energética y mantener a las calderas de gas dentro del sistema energético europeo.
Alejandro Tena
Madrid-Actualizado a
El lobby del gas ha presionado a varios eurodiputados para conseguir descafeinar la nueva normativa europea sobre eficiencia energética y proteger sus intereses. Además de las reuniones registradas con políticos en el portal de transparencia, la industria mantuvo reuniones y conversaciones sin acreditar, tal y como revelan varias filtraciones de correos electrónicos difundidos por la plataforma ecologista Better Without Boilers (En castellano, Mejor Sin Calderas), que aglutina a varias organizaciones que buscan la eliminación de los combustibles fósiles del viejo continente.
Liquid Gas Europe, la asociación europea que aglutina a distribuidores y fabricantes de calderas y equipos de Gas Licuado de Petróleo (GLP) no registra reuniones con eurodiputados desde abril de 2020. Sin embargo, las publicaciones de Better Without Boilers revelan que los contactos se han tomado fuera del entorno europeo, en reuniones de nivel inferior sin declarar.
El lobby ha estado operando a través de una plataforma llamada Rural Futures, con la cual se ha tratado de establecer una dicotomía entre la transición energética de las ciudades y la de los entornos rurales. Se argumentaba así que la eliminación de las calderas en las localidades agropecuarias de Europa tendría un impacto económico elevado y se buscaba mantener el gas en los hogares y cocinas.
Aunque Rural Futures es un proyecto de Liquid Gas Europe, sus actividades no se registran en Bruselas dentro de los grupos de cabildeo y tampoco sus reuniones con funcionarios europeos. La filtración revela que la industria habría operado también organizando eventos y charlas a las que invitaba a algunos políticos europeos. En ese punto aparecen dos nombres clave: Sean Kelly, eurodiputado irlandés del Partido Popular Europeo que fue ponente en las negociaciones sobre la Directiva de Eficiencia Energética, y Franc Bogovič, eurodiputado esloveno del Partido Cristianodemócrata. Ambos han participado en varias reuniones y han ejercido como oradores en eventos organizados por la industria europea del gas y, posteriormente, han defendido algunas de las posturas de la industria en las negociaciones.
Público se ha puesto en contacto por correo electrónico con los dos eurodiputados para conocer las razones por las que han participado en estos actos y para saber si las conexiones reveladas influyen sus posturas en las negociaciones de la Directiva Europea de Eficiencia Energética. Sin embargo, este diario no ha recibido ninguna respuesta en el momento en el que se cierra esta información.
Esta no es la primera filtración que revela cómo las empresas han presionado y condicionado las posturas de los eurodiputados durante el proceso de revisión de la directiva de eficiencia energética. El pasado 7 de marzo DeSmog publicaba una investigación realizada con el apoyo de Journalismfund.eu que revelaba más maniobras de la Liquid Gas Europe para debilitar los objetivos climáticos de la nueva directiva de eficiencia.
Fuentes del Parlamento Europeo explican que los contactos sin registrar entre políticos y grupos empresariales no incumplen las normas, pero si reconocen, como ya ocurrió con el Catargate, que hace falta un mayor control sobre los grupos de presión. "Esto a veces es un coladero, los cabilderos entran como quieren y se reúnen sin ningún problema con los diputados sin la necesidad de que estos tengan que molestarse en decir y acreditar con quién se reúnen", advierten desde Estrasburgo.
La nueva directiva, ¿un tanto para la industria?
La directiva, aprobada este martes en el Parlamento Europeo, ha terminado recogiendo algunas de las peticiones de las empresas gasistas. Aunque a partir de 2024 las calderas de gas natural dejarán de contar con subvenciones, el texto ha dejado un resquicio importante que no contenta a los colectivos ecologistas y asociaciones en defensa de los consumidores.
Tanto es así que se permitirá que las calderas "híbridas" seguirán siendo una alternativa al gas convencional a pesar de que contaminan. Además, la petición de poner fecha de caducidad al sistema de calderas de Europa, una de los grandes reclamos del ecologismo, no ha salido adelante.
Paz Serra, directora de Proyectos y Campaña de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), señala que la directiva ha conseguido avances significativos para conseguir que los edificios nuevos no dispongan de calderas, pero señala como negativo que se hayan introducido enmiendas para mantener las calefacciones basadas en biocombustibles e hidrógeno. "En los años 90, la industria del gas consiguió influir para implantar infraestructuras de gas natural en todas las ciudades y hacernos cautivos del gas. Eso nos ha hecho vulnerables, nos ha hecho depender de la industria y hemos estado pagando los peajes durante todos estos años. Ahora se repite la historia y el mismo error, se mantiene un sistema que centra todo en infraestructuras en lugar de aprovechar la vertiente de soberanía e independencia que tienen las energías renovables", comenta la experta, que apuesta por incentivar el despliegue de bobas de calor en lugar de calderas híbridas.
Fuentes conocedoras de las negociaciones explican que el consenso en esta directiva ha sido muy complicado y hablan de diferencias notables en el seno de casi todos los partidos. Sin embargo, dicen las fuentes, se han conseguido eliminar algunos puntos que claramente obedecían a los intereses de la industria gasista, como el intento de excluir de la directiva a las viviendas unifamiliares. "Eso podría haber dejado fuera de las obligaciones de transición energética a barrios y pueblos rurales enteros", comentan.
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