La lucha de las mujeres de Molina de Aragón por la atención de una matrona
Según el INE, Castilla-La Mancha es la tercera comunidad con menos porcentaje de matronas, con un 75,70%.
Lucía Jiménez Moratilla
Madrid-Actualizado a
"Las mujeres rurales no somos iguales porque no se nos dan los mismos derechos", asegura María Barba Guillén; tiene 39 años, vive en Molina de Aragón (Guadalajara), un pueblo situado a 139,2 km de la ciudad alcarreña.
Ella y otras muchas mujeres embarazadas denunciaron en el verano de 2023 la falta de una matrona en su lugar de residencia. "Cuando me quedé embarazada fui a mi médica de atención primaria y me derivó a una enfermera porque aquí no hay matrona que te tome los datos", explica a Público el asombro que tuvo entonces.
La figura de la matrona es la enfermera especialista encargada en todo el ciclo reproductivo y sexual de la mujer, que incluye desde los 14 años con la primera menstruación hasta la menopausia. Por ello, es importante que en todo ese periodo fértil exista la atención de una matrona.
Según el Ministerio de Sanidad, la tasa de matronas en atención especializada por cada mil habitantes es de 0,12 (5.755)
El Ministerio de Sanidad señala a Público que hay registradas 2.291 matronas de atención primaria dentro del Sistema Nacional de Salud, 84 pertenecientes al servicio de Salud de Castilla-La Mancha. Según el Ministerio, la tasa autonómica de matronas en atención especializada por cada mil habitantes es de 0,12 (5.755). No obstante, no ha facilitado la tasa por habitante por provincia. En Castilla-La Mancha, Toledo encabeza la lista con 72 matronas, seguido de Ciudad Real con 58, Albacete con 51, Guadalajara con 30 y Cuenca con 14.
Por su parte, el INE apunta en un informe de 2022 que Castilla-La Mancha es la tercera comunidad con menor tasa de enfermeras con especialidad de matrona por 100.000 mujeres en edad fértil, con un 75,70%. Solo Canarias y Asturias están por detrás.
Desde la Consejería de Sanidad de la comunidad autónoma aseguran que están valorando el perfil de la matrona y lo desarrollarán en función a sus competencias de acuerdo con las necesidades de los ciudadanos.
Mientras, un estudio de la Asociación Científica de Matronas de Castilla-La Mancha dice que en la comunidad sólo hay matronas en las plantas de hospitalización en Albacete, en Toledo, en Ciudad Real y en Talavera de la Reina. "En Guadalajara y en Albacete estamos también en una consulta de lactancia, que es un proyecto que acaba de salir nuevo", asegura Marta Peco, matrona y vocal en Guadalajara de la Asociación.
El problema en Guadalajara
Uno de los problemas por el que se ven afectadas las mujeres de Molina es que hay 15 centros de salud en Guadalajara en los que no hay matrona. Como describe Marta Peco, en estos 15 centros de atención médica la manera que tienen de proceder las mujeres es que si quieren una matrona la tienen que solicitar en atención al paciente, poner una reclamación y entonces el SESCAM las deriva a una de las ocho profesionales que están en atención primaria.
María Barba: "En Guadalajara no te atiende la misma persona. Te hacen la ecografía y no se interesan por cómo estás o cómo lo llevas"
Las mujeres embarazadas de Molina de Aragón únicamente pueden ir a una consulta con una matrona en el hospital de Guadalajara, a una hora y media de sus casas. Estas consisten solamente en unas citas ginecológicas donde les hacen la correspondiente ecografía. La entrevistada nos confirma que son unos encuentros muy fríos, en los que ni siquiera preguntan a las pacientes un simple "cómo lo llevas". "En Guadalajara no te atiende la misma persona. Te hacen la ecografía y no te consultan nada más, entiendo que tienen muchísimas citas y no tienen tiempo para interesarse por qué tal estás o cómo lo llevas, y por ejemplo interesarse por el nombre de tu hijo o hija que a mí no me lo han preguntado en todo el embarazo", añade María Barba Guillén.
La historia de María, Lorena y Tamara
María cuenta que la atención que recibió no estaba impartida por una matrona, sino por una enfermera generalista, con una atención que considera muy deficiente: "Como es una enfermera que no está liberada de tiempo, ni está formada, ni actualizada, pues tampoco sabe muy bien, hace lo que puede. Te dice las pruebas que vas a tener que pasar en Guadalajara, pero ella tampoco lo tiene muy claro porque, al no haber muchos embarazos en el medio rural, no está muy entrenada". Al salir de su primera consulta, desconcertada, María no sabía si tenía "todas las dudas del mundo" o "ninguna".
Marta Peco: "Estamos intentando que la matrona esté allá donde haya una mujer y donde se necesita un consejo ginecológico obstétrico"
Marta Peco asegura que desde la organización están luchando por poner más matronas en todo el Hospital Universitario de Guadalajara. "Estamos intentando que la matrona esté allá donde haya una mujer y donde se necesita un consejo ginecológico obstétrico. Ahora solo estamos trabajando en la zona de paritorio, damos atención a la gestante cuando está de parto o cuando va a inducir el parto", señala. Y enfatiza que una de sus principales reivindicaciones es luchar por la presencia de la matrona en planta. Denuncia uno de los principales problemas: las enfermeras generalistas están llevando a cabo el trabajo que debería ser hecho por las matronas.
Otros problemas secundarios derivados de la ausencia de matrona, detalla Marta Peco, pueden ser ansiedad o angustia durante el embarazo. "Tienes derecho a saber que mandando un correo a tu matrona de atención primaria o llamándole por teléfono al día siguiente te ha calmado esa ansiedad, esa inquietud o ese estrés. Todas esas mujeres se están perdiendo todo eso, aparte de todos los conocimientos, todo el apoyo", sostiene.
En ese verano de 2023, el grupo de madres y embarazadas de Molina consiguieron recoger cerca de 500 firmas y trasladaron a través de una nota de prensa a los medios locales y a diferentes instituciones su situación, pero los esfuerzos entonces fueron en vano, ya que casi medio año después la situación continúa igual.
Lo confirman Tamara y Lorena, que están embarazadas actualmente. "Yo en mis 16 semanas he tenido tres citas médicas, con tres médicos diferentes. O sea, no sé qué seguimiento hay. Me enteré de que a la matrona la han puesto un poco por poner… Es una médico de cabecera, que el día que yo fui a consulta estaba haciendo consultas también de otro médico la pobre. Me explicó algunas cosas de la alimentación, un poco por encima temas del peso, y cuando llegué a las siguientes citas me encontré con que tenía que ir al hospital de Guadalajara, a una primera cita en el centro de salud de Manantiales", cuenta Tamara.
Por su parte, Lorena muestra su preocupación debido a que su embarazo es de riesgo, ya que padece epilepsia. "Por mi enfermedad, yo ya he ido como cinco o seis veces a Guadalajara, y todas esas veces con médicas diferentes. Es verdad que son todas majísimas, pero echo de menos tener la atención de una sola persona que sepa desde el minuto uno cómo estoy". Asimismo, confiesa que por su enfermedad lleva con el mismo médico desde los 11 años, algo que le tranquiliza. "Me gustaría que con mi embarazo pasara lo mismo", sostiene.
Miedos durante el embarazo
La falta de control sobre sus embarazos y la ausencia de una profesional especializada que les guíe les ha llevado a buscar ayuda externa, desde tutoriales en plataformas digitales hasta consejos de terceros u otras mujeres. No obstante, esto no es suficiente. "Yo me puedo poner un video de YouTube, pero al fin y al cabo nadie me va a corregir una postura, ni me va a decir si las respiraciones que estoy haciendo son adecuadas". Defienden que una solución podría ser una sesión en la que les enseñaran cuatro ejercicios para un mes.
"Mi idea es comprarme una pelota para embarazadas que me han recomendado terceras personas y ponerme vídeos en Internet porque yo no me puedo estar yendo a Guadalajara cada dos por tres a esas sesiones", afirma Tamara.
Las mujeres entrevistadas para este reportaje narran a Público sus temores durante todo el proceso de gestación. Para María, la lactancia fue uno de esos miedos que marcaron su experiencia: "El apoyo a la lactancia es un derecho a las que queremos dar leche materna, de hecho, la Organización Mundial de la Salud dice que es lo más recomendable, pero nadie te ayuda".
"El apoyo a la lactancia es un derecho a las que queremos dar leche materna, pero nadie te ayuda", denuncia María.
"Yo tuve unas grietas enormes en los pezones, con sangre y dolor. Fui al pediatra a ver si me podía decir algo y su respuesta fue: 'da biberón'. Yo quería y sabía que podía dar teta, el problema es que nadie me ayudaba", confiesa María.
María necesitaba que le enseñaran posturas para dar de mamar, que le dieran apoyo psicológico, pero no obtuvo el servicio que demandaba.
Quienes también echan de menos el apoyo psicológico de una matrona son Lorena y Tamara: "Un embarazo conlleva muchos cambios hormonales a los que no te has enfrentado nunca y que no estaría de más que alguien te llevará un control", dicen.
Según algunas fuentes especializadas, en unos años esta situación puede empeorar si no se pone solución. Esto se debe a que hubo un periodo de tiempo en el que las escuelas de matrona se cerraron y hasta que se habilitó la vía EIR de Enfermería Obstétrico-Ginecológica (Matrona), donde ahora reciben formación, hubo un parón de entre cinco a 10 años en el que no se formaron matronas. Todo ese intervalo de tiempo se verá reflejado ahora que comienzan las jubilaciones, por lo que se espera un vacío a causa del recambio generacional.
Mientras tanto, las mujeres de Molina de Aragón continúan sin respuesta a sus denuncias y sin una atención médica necesaria.
"No habrá igualdad hasta que todas las mujeres tengamos derecho a una matrona, no habrá igualdad hasta que no tengamos alguien que nos atienda y que nos prepare para el parto", finaliza María.
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