Cuatro meses tras el origen del apagón: qué pudo causar la oscilación "alienígena" que nos llevó al corte de luz
Una planta solar en Badajoz, un vaivén eléctrico inesperado y toda la península ibérica a oscuras. Después de cuatro meses, sigue sin resolverse el motor de la crisis de electricidad que comenzó con un vaivén de la tensión en la red.

Madrid--Actualizado a
Han pasado cuatro meses desde que la península ibérica se quedara, casi literalmente, a dos velas. Las circunstancias del apagón que tuvo lugar el pasado 28 de abril fueron reveladas en los informes que publicaron el Gobierno, Red Eléctrica de España (REE) y Aelec –la patronal de las eléctricas–. Las causas fueron multifactoriales, pero el origen se ubicaría en la megaplanta fotovoltaica de Badajoz Núñez de Balboa, perteneciente a Iberdrola. Allí ocurrió una "oscilación atípica", como la denomina el estudio del Ejecutivo. Esta oscilación se mezcló con otros sucesos que llevaron a una reacción en cadena, la cual terminó en el apagón. Sin embargo, ¿qué provocó esta oscilación primera? ¿Cuál es el misterio que se alberga detrás del motor del apagón? La presidenta de REE, Beatriz Corredor, de formal coloquial en conversaciones privadas, habla de "una oscilación alienígena", según explicaron a Público personas con las que ha hablado sobre el tema. Una definición que explica perfectamente la incertidumbre sobre las causas de lo ocurrido.
De acuerdo con el informe del Gobierno, aprobado por el Consejo de Seguridad Nacional (CSN) y presentado por la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, el pasado 17 de junio, en la mañana del 28 de abril "el sistema eléctrico peninsular registró una volatilidad en las tensiones (subidas y bajadas bruscas de la tensión), que múltiples agentes han calificado como atípicas y extraordinarias". En concreto, el estudio alude a una "gran oscilación" a las 12.03 horas, con una frecuencia de 0,6 hercios (Hz). Pero vayamos por partes. Para empezar, ¿qué es una oscilación y qué significa esto de los hercios?
Las oscilaciones son movimientos generales en el cambio de la tensión. Se trata de "vaivenes rítmicos", según describió la ministra, que tienen lugar en el sistema eléctrico paneuropeo. Debido a la baja interconexión de España y Turquía, que se encuentran en los extremos del sistema, se produce una suerte de efecto balancín. Es decir, "tenemos la capacidad de recibir con más fuerza y mayor amplitud esas oscilaciones", mientras que las zonas ubicadas en el centro, al igual que un balancín, se ven menos afectadas por estos movimientos.
Sara Aagesen, ministra para la Transición Ecológica: "Las oscilaciones son naturales, conocidas y relativamente frecuentes"
La red eléctrica es un sistema oscilante porque "tiene cuerpos moviéndose todo el rato", describe a este diario José Luis Domínguez, responsable de Sistemas Eléctricos de Potencia en el Instituto de Investigación en Energía de Catalunya (IREC). El experto indica que los generadores de electricidad son equipos con cuerpos en movimiento, de modo que generan sus propias dinámicas en las que estos vaivenes son naturales. "Las oscilaciones pueden ser peligrosas y pueden causar desconexiones en el sistema", explicó entonces Aagesen, pero también son "naturales, conocidas y relativamente frecuentes", por lo que existen protocolos para hacerles frente. Sin embargo, algo extraño sucedió el pasado 28 de abril.
A las 12.03 horas tuvo lugar una oscilación que no era "conocida ni típica en el sistema", señaló Aagesen. Raquel Martínez, profesora del departamento de Ingeniería Eléctrica y Energética en la Universidad de Cantabria, explica a Público que el hecho de que esta oscilación fuese "atípica" significa que fue "forzada", es decir, no se trató de uno de los vaivenes naturales, sino que "la creó de manera artificial un elemento de la red", en este caso, una planta fotovoltaica.
El informe de REE desveló que esta instalación se encontraba en la provincia de Badajoz y elDiario.es apuntó a la megaplanta Núñez de Balboa, la cual opera Iberdrola. Fuentes expertas indican a Público que, si bien la información no ha sido confirmada ni desmentida por la compañía ni el Gobierno, ninguna otra fotovoltaica de la región es capaz de producir 250 megavatios (MW) de potencia, que es lo que estaba generando la instalación mencionada en los informes del Ejecutivo y de REE.
Esto nos lleva a la siguiente cuestión. ¿Qué implica que una oscilación de la tensión en la red sea de 0,6 hercios? El hercio es una unidad de frecuencia que mide cuántas veces se repite un evento en un segundo. En este caso, mide las subidas y bajadas (las oscilaciones) de la tensión. Este vaivén rítmico tuvo "una frecuencia más elevada (es decir, es una oscilación "más rápida") que las oscilaciones más comúnmente observadas en el sistema europeo", indica el informe gubernamental. El mismo 28 de abril, antes de las 12.00 horas, se habían detectado hasta cinco oscilaciones típicas, las cuales no superaron los 0,2 Hz, por lo que fueron tres veces más pequeñas que la atípica.
Un funcionamiento anómalo de la planta
La oscilación atípica que tuvo lugar en la megaplanta fotovoltaica de Badajoz fue producto de un comportamiento anómalo que tuvo la instalación, en comparación con el funcionamiento que tuvo otros días y también en comparación con el resto de plantas. "Núñez de Balboa estaba inyectando potencia a la red eléctrica con unas variaciones que no son normales", explica a este medio David Ribó, miembro del Instituto Universitario de Investigación de Ingeniería Energética de la Universitat Politècnica de València (UPV).
El experto recuerda que la frecuencia de red en Europa –al igual que en gran parte del mundo– es de 50 Hz. "La onda eléctrica se produce a 50 hercios, lo que quiere decir que hace 50 picos máximos y mínimos por segundo", aclara. Las plantas fotovoltaicas "reproducen esa onda para inyectar la energía eléctrica al sistema". Sin embargo, "esta planta hacía unos picos pequeños raros. No hacía la onda perfecta, sino que la onda se truncaba en algún momento".
El informe de REE afirma que "es probable que la oscilación fuese causada por un mal funcionamiento de un control interno o por una anomalía interna de la planta, que deberá aclarar el propietario de la misma". Público ha contactado con Iberdrola para confirmar o desmentir los hechos atribuidos a la megaplanta Núñez de Balboa, pero al cierre de esta información no había recibido respuesta.
La cuestión de fondo: ¿qué falló?
Qué se encuentra detrás de esta oscilación y de su comportamiento anómalo solo lo podrán contestar las personas responsables de la instalación. Pero en medio de esta opacidad, los expertos tratan de dilucidar cuáles pueden ser las migas de pan que nos muestren el camino. "Sin tener certeza, parece más probable –sobre todo porque las demás fotovoltaicas que estaban conectadas a esa zona de la red no tuvieron ningún problema– que sea el inversor", propone Raquel Martínez.
Ahora bien, ¿qué es un inversor? La investigadora de la Universidad de Cantabria aclara que estos aparatos son "los que deciden cuánta potencia se inyecta a la red en función de cómo estén configuradas". Martínez considera que el problema no debe estar en la configuración porque en otras ocasiones ha funcionado de manera adecuada, por lo que el origen debe residir en el propio inversor. "Si la planta estaba generando en ese momento 250 megavatios (MW), imagínate que el inversor se vuelve un poco loco y al segundo y pico empieza a generar 100 MW, y segundo y pico más tarde otra vez 250 MW. Esto crea una oscilación", remarca.
Ribó coincide con el diagnóstico de Martínez. "Probablemente el problema lo tuviera el sistema de control de los inversores de la planta". Dicho sistema de control es el responsable de "dar las señales a los inversores para saber cómo tiene que funcionar la planta en cada momento".
Por su parte, José Luis Domínguez apunta a posibles fallos en el control de la tensión. "Quizás el comportamiento anómalo se debió a que no tenían un control de tensión que estuviera manteniéndola estable", explica. A este respecto, Martínez aduce que pudo tratarse de un fallo en "un sensor de tensiones que las estuviera midiendo mal". Esto pudo determinar la potencia a la que operaba la planta, conduciendo así a la oscilación de la discordia.
La oscilación no provocó el apagón
Lo que pudo haber detrás de este vaivén rítmico de la tensión es todavía una incógnita. Pero cabe destacar que el corte de luz fue un fenómeno multifactorial, de manera que la oscilación atípica no fue su causa directa, sino tan solo el inicio de una serie de catastróficas desdichas que a la postre nos dejó sin suministro de electricidad en toda la península.
Resumiendo la cronología del 28 de abril, la oscilación fue amortiguada, pero hubo otras –estas sí eran típicas– que requirieron de medidas similares. Todas ellas implicaron un aumento de la tensión, pero las centrales que debían reducirla no actuaron con la intensidad suficiente. Además, hubo desconexiones "indebidas" por parte de algunas instalaciones, incrementando todavía más la tensión. Esto llevó a una desconexión en cadena de todas las centrales hasta llegar al corte cero.
El informe del Gobierno también señala a REE en este sentido. El operador programó el día 27 de abril diez centrales térmicas para que estuvieran disponibles para controlar la tensión. El mismo 27 a las 20.00 horas, una de las centrales se declaró "indisponible". Pese a ello, Red Eléctrica decidió proseguir la actividad para el día 28 de abril con número final de centrales más bajo desde el inicio de año. Esto implicaba que el riesgo de una sobretensión era mayor. Y esto fue, de hecho, lo que pasó.
Beatriz Corredor defendió durante la presentación de su informe propio que la decisión de continuar sin esta central tuvo lugar después de un encuentro extraordinario con expertos en el que se analizó la situación y tomaron medidas de compensación. Por su parte, el informe de Aelec también señalaba en su informe a REE por haber contado con la cantidad más baja en todo el año de centrales térmicas destinadas al control de tensión. Asimismo, Iberdrola llegó a calificar la actuación del operador como "temeraria y negligente".
Desde el apagón, Red Eléctrica ha operado con el sistema reforzado para evitar que vuelva a suceder una nueva crisis de electricidad ante un posible escenario con características similares. En cuanto a la depuración de responsabilidades, todavía está pendiente que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) haga pública su propia investigación acerca de lo ocurrido el pasado 28 de abril. Este diario se ha puesto en contacto con la entidad, pero no ha recibido respuesta al respecto.
David Ribó, de la Universitat Politècnica de València: "El sistema eléctrico tiene que ser capaz de aguantar esta oscilación atípica"
"El sistema eléctrico tiene que ser capaz de aguantar esta oscilación atípica", recalca Ribó. "Y no la estaba aguantando porque las centrales, a las cuales pagamos para que estén controlando la tensión, no lo estaban haciendo correctamente", critica. En una línea parecida se expresa Martínez: "La oscilación atípica, en un contexto normal, no habría llevado al apagón".
"Que falle algo en un sistema de control de un inversor no creo que sea algo poco habitual", valora la experta. "El problema es cómo está la red para amortiguar el fallo". Martínez compara la red con las personas: "Si tú estás débil y te hacen algo, lo vas a notar más que si estás fuerte". Esto mismo sucedió con la oscilación atípica, que se juntó a otros vaivenes de tensión comunes en un momento en el que la fortaleza de la red se vio comprometida.
En última instancia, serán muchos los agentes que deban rendir cuentas por el malfuncionamiento de las instalaciones el pasado 28 de abril.



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