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El maltrato psicológico, la violencia de género casi imposible de probar en los juzgados

Se trata de una violencia poco conocida y estudiada, que tiene difícil recorrido en los juzgados por la necesidad de largas y amplias investigaciones y la falta de formación de jueces y fiscales. Los expertos explican que muchas mujeres no llegan a denunciarla porque no detectan que lo que les ocurre es un maltrato que está tipificado en el Código Penal. 

Rocío Carrasco
Fotograma de la entrevista de Telecinco a Rocío Carrasco. Telecinco

No deja marcas físicas visibles ni se puede demostrar con un parte de lesiones. La violencia psicológica que sufren miles de mujeres es un maltrato sutil que se construye a lo largo de un extenso período de tiempo. Tanto, que la víctima en la mayoría de las ocasiones no es consciente de que la sufre. Se trata de una de las formas que adopta la violencia de género, una de las más devastadores, menos conocidas y con un tratamiento muy difícil en los juzgados. 

En las últimas dos semanas millones de personas han podido ver a Rocío Carrasco, la hija de Rocío Jurado, desgranando en televisión su versión de lo vivido a lo largo de años, un relato que muchas expertas en violencia de género definen como un caso de violencia "de libro". Así lo hizo la periodista y escritora experta en género Ana Bernal-Triviño el pasado domingo. Invitada al programa de Telecinco en que se visionaban dos de los capítulos en los que Carrasco narra el maltrato que sufrido a manos de su exmarido, Antonio David Flores. Bernal describió el relato como una víctima de lo que se denomina "luz de gas", una forma de acoso psicológico muy sutil y constante que altera la percepción de la realidad de la otra persona hasta el punto de que llega a dudar de sus propias percepciones. 

Este martes, la Delegación del Gobierno contra la violencia de género anunció que en el plazo de una semana desde que se emitió el primer programa en que Carrasco denunciaba la violencia que había sufrido durante años, las llamadas a los servicios del 016 se habían incrementado en un 42%.

"Una de las conclusiones a la que hemos llegado en todos los estudios que hemos realizado sobre denuncias de estos malos tratos, es que la violencia psicológica, en general, queda impune. En primer lugar porque muchas mujeres no identifican que lo que les ocurre es una violencia y por tanto no la denuncian y en segundo lugar porque este tipo de denuncias tienen difícil prueba", afirma a Público Altamira Gonzalo, vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis. Por eso esta jurista cree que es tan importante la declaración pública de Carrasco sobre el maltrato psicológico que vivió y que lo haga en un programa de máxima audiencia, donde puede que muchas mujeres identifiquen que lo que les está ocurriendo en su pareja es violencia de género y que ese puede ser el detonante del incrementos de llamadas en busca de ayuda, asesoramiento o información.

Esta experta explica que la mayoría de los juicios contra la violencia de género se sustancian en los juzgados a través de los conocidos como juicios rápidos (diligencias urgentes) en los que en poco tiempo un juez escucha a las partes, examina las pruebas (que suelen ser parte de lesiones) y toma medidas cautelares o de tipo civil. En este contexto, determinar la existencia de violencia psicológica se hace imposible, explican diversos expertos consultados. 

"Probar la existencia de maltrato psicológico requiere de la realización de informes periciales que tardan tiempo y que tienen que ser realizados por peritos o por las unidades de valoración forense integral (donde las haya) o por psicólogos y forenses de juzgados donde no cuenten con estas unidades. Estos expertos tienen que emitir un dictamen", añade Gonzalo. Si bien esta experta afirma que un juicio rápido se puede transformar en diligencias previas y que se abra una instrucción más larga para investigar los hechos y elaborar pruebas judiciales, explica que la tendencia y la rutina de los juzgados es a que este tipo de denuncias se vean en los juicios rápidos en donde la víctima termina relatando la última situación de maltrato, que en la mayoría de las ocasiones no es la más grave, que no explican el contexto de violencia en el que está inmersa y que en todo caso puede dar lugar a una sanción leve de insultos continuos. Una medida leve para un delito que puede ser muy grave.

El Código penal recoge en su articulado este tipo de violencias, que puede llegar a ser penada con tres años de prisión. Sin embargo, la dificultad probatoria y el alto número de sobreseimientos hace que sean pocos los casos que acaben en condenas. No existen datos. El Observatorio violencia doméstica y de género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no tipifica la violencia psicológica. Sólo la cantidad de denuncias juzgadas por el artículo 173 del Código Penal, como injurias. Muchas de las mujeres que han denunciado esta violencia acaban por retirar la denuncia unos días después, en el convencimiento que han dado un paso adelante y que seguir adelante con la denuncia puede agravar la situación que ya viven. 

Otro de los problemas a los que se enfrentan las mujeres que denuncian este tipo de violencias son los estereotipos de género. Existen múltiples de ellos y tremendamente arraigados. "Se parte del estereotipo de que la mujer miente, que manipula, que denuncia violencia de género para obtener mayor beneficio en un divorcio, que denuncia para apartar a los menores del padre... Otro es que tiene algún tipo de trastorno mental y se va a atacar su credibilidad. Son estereotipos que hacen mucho daño", explica Cira García, magistrada titular del juzgado exclusivo de violencia de género de Albacete

"Lo que tienen que saber las víctimas es que el proceso va a ser largo y costoso emocionalmente"

"Lo que tienen que saber las víctimas es que el proceso va a ser largo y costoso emocionalmente. Hay que llamar a declarar a testigos, recabar toda la información... Es un proceso en que la víctima tiene que rememorar un montón de situaciones, corre el riesgo de ser tachada de loca y poco creíble y personas opinando que tampoco estaría tan maltratada cuando ha aguantado esa situación durante años, sin tener en cuenta que se trata de una consecuencia del propio maltrato psicológico. Es decir, el coste personal y emocional es tremendo. No se trata de un juicio rápido", explica García.

También tiene que saber, afirma esta magistrada, que "aunque denuncie el maltrato psicológico éste no se acaba con la denuncia y va a continuar, porque él se pondrá en contacto con su entorno para decir que lo ha denunciado injustamente… A veces, incluso, se recrudece y en ocasiones ocurre a traves de los hijos".

El Tribunal Supremo advierte sobre el "clima de terror"

Existe jurisprudencia sobre cómo tratar el maltrato psicológico como violencia de género. En los últimos años el Tribunal Supremo ha hecho públicas algunas sentencias en las que, además de enjuiciar un hecho concreto, hacía pedagogía sobre un tipo de violencia poco conocida. Así en mayo de 2018 una sentencia de este alto tribunal firmada por el magistrado Vicente Magro explicaba que "el maltrato habitual se configura con unas características de especial crueldad en el autor" que ejerce un maltrato prolongado en el tiempo en el seno de su propio hogar, lo que crea un "escenario del miedo" en la propia casa. La sentencia explica que, aunque este maltrato "se desdobla en actos aislados de hechos que pueden conllevar, individualmente considerados, una penalidad reducida, la reiteración en esos hechos provoca un doble daño en la víctima". 

Según el Alto Tribunal, no se puede admitir que el estado de pánico y terror que sufren las víctimas les suponga una "traba de credibilidad" cuando éstas deciden finalmente denunciar.

Se necesita formación específica

Una de las mayores carencias, afirman los expertos consultados, es la falta de formación a la hora de detectar e investigar este tipo de violencias. No sólo por parte los operadores jurídicos como jueces o fiscales, sino también por pare de los equipos psicosicociales o los institutos forenses de valoración integral. Pero también, afirman diversos expertos, es imprescindible formación por parte de otros actores que deberían estar ampliamente implicados en la detección y denuncia de estas violencias, como son los médicos de cabecera de la Seguridad Social, que si bien tiene protocolos claros para detectar y denunciar la violencia física hacia mujeres y niños, fallan estrepitosamente en la detección de la maltrato psicológico.

"No he visto nunca un informe médico en el juzgado que alertara de una posible violencia psicológica hacia una mujer", afirma García. Muchas mujeres que son víctimas de este tipo de maltrato llevan años, incluso décadas consumiendo antidepresivos, sin que nadie realice una intervención con ellas para ver que hay detrás de esa situación. "He llamado a declarar a médicos de cabecera que han estado tratando a una mujer durante años y dicen que ella les referían problemas de pareja, peor no se sabe de que tipo. No se indaga por qué se pasan 20 años tomando antidepresivos y quizá tras esa situación hay maltrato psicológico.

El maltrato psicológico es el gran desconocido. Para los expertos se precisa formación en todos los estamentos que tienen contacto con este tipo de víctimas: desde los cuerpos de seguridad del Estado, que muchas veces no saben cómo reflejar esta violencia en los atestados o acaban minimizándola y diciendo a la víctima que lo que relatan no es una violencia, que mejor se vayan a su casa; pasando por los abogados, que en muchos casos desaconsejan interponer denuncias porque consideran que la falta de pruebas físicas puede dar al traste con el proceso; o por parte del propio sistema de justicia que está poco preparado para entender o investigar este tipo de violencia.

Llegar al final de la denuncia y conseguir una condena es posible, afirma García, pero advierte que se necesita mucha formación por el camino. Sería importante que los profesionales que atienden a estas víctimas sepan qué diligencias hay que seguir para acreditar un maltrato psicológico y poder probarlo. Se precisa mucha formación a la hora de orientar las preguntas en la comisaría o en los juzgados cuando se toma declaración en base a ese maltrato. Hay que saber qué preguntar, asegurarse que los profesionales así como jueces y fiscales conocen las características de esa violencia y como tiene que ser abordada en un procedimiento penal para que cuando llegue al juzgado haya pruebas para poder condenar. Porque si la instrucción es insuficiente al final se va a quedar en una sentencia absolutoria. Hay que tener las piezas del puzzle bien atadas. 

El proceso judicial, el final del camino

Los expertos consultados afirman que si bien es importante denunciar este tipo de violencias, también es clave conocer el estado de la víctima y decidir cuál es la prioridad. Que una mujer llegue a interponer una denuncia por violencia psicológica sin estar preparada, "es en la mayoría de los casos contraproducente, porque puede acabar retirando la denuncia o sufriendo una revictimización secundaria (la que sufre en el proceso penal) o terciaria (la que sufre en su propio entorno) más aguadas y para la que no está preparada", explica Francisco Javier Paíno, profesor de derecho penal de la Universidad Complutense de Madrid. 

"El primer paso es darte cuenta que eres víctima. El segundo es el entorno:  que tu familia, tus hijos o tus amigos te apoyen. Por último, las instituciones deben poder entender si primero tienen que apoyar y ayudar a la víctima, que necesitará un proceso antes de poder denunciar. El proceso debería ser al revés de como está planteado: te ayudamos y después es el momento de denunciar cuando la víctima esté preparada para afrontarlos y poder llevar el proceso hasta el final", afirma Paíno.

"Idealizamos a denuncia y tal vez lo primero no sea denunciar, sino hablar. Hablar con quién más confianza tenga la víctima: con amigas, la madre, el vecino... Buscar ayuda psicológica y ponerse fuerte. Y una vez que lo esté, tomar las decisiones que tenga que tomar. Porque si están fuerte puede poner denuncia, o separarse. Pero primero hay que pedir ayuda profesional", abunda Gonzalo.

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