Algo ha cambiado dentro de la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso pretendía hacer la guerra contra los sanitarios al criminalizarles por el mal funcionamiento de la sanidad pública, pero varias dimisiones inesperadas en la Consejería de Sanidad han evidenciado un malestar interno dentro de su equipo por la gestión de las urgencias extrahospitalarias. 

El movimiento por el que Ayuso ha convertido los 37 Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) y los 41 Servicios de Atención Rurales (SAR) en Puntos de Atención Continuada (PAC) -también conocidas como urgencias extrahospitalarias- ha terminado por destapar una crisis dentro de la Consejería de Enrique Ruiz Escudero. Incluso los sindicatos, que hace una semana habían firmado y consensuado el plan, han anunciado la ruptura del mismo. No hay nadie dentro del sector que apoye la estrategia de la presidenta de la comunidad de Madrid.

Una plantilla de 40 centros para cubrir 80, sin capacidad para contratar médicos en muchos PAC, algunos de ellos cerrados, en busca de profesionales que voluntariamente quieran trabajar sábados y festivos... El plan ha hecho aguas tras solo siete días en funcionamiento.

En la búsqueda de responsabilidades, los partidos de la oposición exigen el cese del consejero si este no presenta su dimisión. Javier Padilla, diputado de Más Madrid, partido líder de la oposición, desmonta el discurso del PP: "Las dimisiones enmiendan el discurso de Ayuso de que todo lo que ocurría era por un boicot de sanitarios izquierdistas. Esto es de un calado suficiente como para que la responsabilidad penda del consejero de Sanidad y del viceconsejero Fernando Prados. El caos existente debería justificar su dimisión o cese de ambos", argumenta a Público. 

En esa línea se muestra también Unidas Podemos, tanto en voz de su candidata Alejandra Jacinto como de su responsable de Sanidad en la Asamblea, Vanessa Lillo: "El caos es tan insostenible que hay que pedir responsabilidades. Era inviable garantizar la atención sanitaria si no tenía el personal necesario. Por todo, entendemos que al consejero de Sanidad solo le quedan dos cosas: pedir perdón y marcharse", asevera Lillo.

En cambio, el PSOE no considera necesaria la dimisión de Ruiz Escudero. Juan Lobato, líder de la formación en la Asamblea, dice que exigirla sería "lo sencillo": "Le venimos pidiendo a Ayuso que rectifique, porque las dimisiones son responsabilidad de ella. Lo sencillo sería pedir la dimisión del consejero, pero la situación es tan grave que hay que tener cabeza fría y rectificar el plan de abrir 80 urgencias con el personal de 40 en su decisión para evitar el colapso". 

Este mismo viernes ha arrancado una huelga entre el personal trabajador de los PAC que durará hasta el próximo lunes y que pretende ser la primera de muchas que tendrán lugar con caracter intermitente. Convocada por MATS y AMYTS, es de esperar que para las próximas se sumen también los sindicatos que previamente habían firmado la propuesta de Ayuso para la Atención Primaria. Con los últimos movimientos sindicales, todo el sector se planta frente a la gestión del Partido Popular en la sanidad pública. 

Por su parte, los sanitarios, ya sea a nivel individual o en colectivos y plataformas no sindicales, también han mostrado de forma contínua su recelo al plan, del que aseguran desde hace tiempo que tiene como trasfondo la intención de cerrar los centros de salud por las tardes. Mar Coloma, enfermera del PAC de Soto del Real, así lo valoraba durante una rueda de prensa este viernes para anunciar la huelga: "Desde que ha empezado el plan, los PAC que abrían a las 21.00 lo están haciendo ahora a las 17.00 horas. La atención de urgencias que antes se prestaba en los centros de salud por la tarde ya la asumen los PAC", relata con preocupación sobre los posibles pasos de la Consejería de Sanidad.