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Las palabras de Casado donde diferenciaba mallorquín y catalán provocan incomodidad en el PP

La nueva presidenta del partido en Baleares desmiente indirectamente a su líder mientras la formación en Valencia guarda un escrupuloso silencio.

El presidente del PP, Pablo Casado, durante la clausura del XVI congreso del PP de Baleares, en Palma. E.P./Isaac Buj
El presidente del PP, Pablo Casado, durante la clausura del XVI congreso del PP de Baleares, en Palma. Isaac Buj / EUROPA PRESS

La intervención de Pablo Casado en el congreso del PP balear del pasado fin de semana, en el cual se invistió a Marga Prohens como nueva presidenta del partido a nivel autonómico, no ha pasado desapercibido. Su contundente afirmación de que en Balears no se habla catalán, sino "mallorquín, menorquín, ibicenco y formenterés", recibiendo una cerrada ovación por parte de los delegados presentes, ha supuesto el minuto de oro de su discurso.

Ahora, las reacciones no han sido precisamente positivas. No solo los internautas inundaron las redes de comentarios jocosos y burlas descarnadas, sino que también intervinieron voces destacadas de la academia y la política a enmendarle la plana.

El Institut d’Estudis Catalans situó las afirmaciones de Casado "en la mala fe o la ignorancia"

El Institut d’Estudis Catalans (IEC), la academia oficial del catalán, emitió un duro comunicado en que situaba las afirmaciones de Casado "en la mala fe o la ignorancia". Los partidos de izquierda y mallorquinistas también aprovecharon para cargar las tintas y la misma presidenta balear, la socialista Francina Armengol, acusó al líder del PP de usar la lengua para "crispar".

Pero las reacciones más sorprendentes llegaron, seguramente, desde su mismo bando. La flamante dirigente del PP balear, Marga Prohens, no tardó en salir a desmentir –ella usó el verbo "matizar"- a su jefe de filas y recordar que el PP balear "no pone en duda la unidad de la lengua, como marca el Estatut" y quiso poner el énfasis en que "el tema lingüístico fue una frase en un discurso que duró 20 minutos y en el que habló de temas mucho más importantes». El PP balear nunca ha apostado abiertamente por convertir la cuestión lingüística en un tema de enfrentamiento político. Y además, cuando lo intentaron las consecuencias fueron desastrosas. El plan del entonces presidente balear José Ramón Bauzá –hoy eurodiputado por Ciudadanos- de limitar la enseñanza en catalán provocó una enorme revuelta social que le acabó costando el gobierno autonómico en 2015. Gobierno que siguen sin recuperar.

Silencio en el País Valencià

Donde sí que se ha usado de forma recurrente la cuestión lingüística como arma electoral ha sido en el País Valencià. Aquí el PP sí que ha puesto en duda de forma recurrente la unidad lingüística del catalán como arma electoral, sobre todo en momentos en que las encuestas le eran desfavorables. Y es precisamente lo que ha vuelto a hacer Carlos Mazón desde el momento en que fue escogido como nuevo presidente del PPCV, cuando se reunió con las principales entidades que defienden una ortografía para el valenciano diferente a la oficialmente reconocida. La semana pasada, un tuit del perfil oficial de la Generalitat citando la expresión "Països Catalans" –en un contexto puramente cultural- provocó hasta seis tuits y retuits del mismo Mazón, además de posicionamientos en todos los perfiles del partido y sus dirigentes.

Tanto desde sus perfiles en redes sociales como en declaraciones públicas, es habitual que altos cargos del PP se pronuncien asegurando que valenciano y catalán son lenguas distintas, una afirmación sin ningún respaldo político pero con gran aceptación en amplias capas de la sociedad valenciana, sobre todo los segmentos más conservadores. Una postura que tiene más matices de las que podría parecer y que, al final, pocas veces se concreta. "El PP es secesionista cuando se encuentra a la oposición y normativista cuando gobierna", recuerda el periodista y experto en el anticatalanismo valenciano, Francesc Viadel.

Quizás precisamente porque ahora mismo el PPCV se encuentra en la oposición, sorprende su silencio respecto a la afirmación de Casado. Ni en los perfiles oficiales del partido ni en el de sus principales dirigentes hay ninguna mención a la rotunda afirmación de secesionismo lingüístico proferida en Mallorca. El fragmento del discurso escogido para difundir desde las redes del partido hace referencia a la "persecución del español en Baleares, Comunidad Valenciana, Cataluña y País Vasco", pero omite la frase más polémica. No hay una explicación oficial a esta escampada en pleno ataque, más allá de la suposición que no quieran hacer la bola más grande y prefieren optar por esperar que pase una tormenta que les perjudica gravemente en Balears y Catalunya, aunque podrían calcular que les beneficia en València.

Quien sí ha entrado al trapo a responder a Casado ha sido el diputado por Compromís, Joan Baldoví, quien tiró de ironía al avisar que se dirigía a su oponente "en palentino" para "que le entendiera".

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