Este artículo se publicó hace 3 años.
De la participación vecinal a una empresa privada: Almeida cambia la gestión de un cine de verano en Usera
Para Más Madrid, esta decisión "forma parte de la política de acoso y derribo del gobierno de Almeida a las iniciativas ciudadanas".
Madrid-
La calle Primitiva Gañán está al final de una de las esquinas del extenso parque de Pradolongo, en el distrito madrileño de Usera. Un gran descampado en un ligar ligeramente elevado da una especie de bienvenida a una zona con unos cuantos servicios esenciales para el los barrios de Zofío y Pradolongo: un centro de salud, una comisaría, una biblioteca o la Junta Municipal. Varios elementos rompen el paisaje de ese solar. Una pequeñas gradas y un escenario con una pantalla gigante. Es el Cinema Usera, un proyecto de cine al aire libre que se inició en 2014 y cuyos impulsores, entidades del barrio, acaban de dar a conocer que ha cambiado de manos. Lo gestionará una empresa privada tras un proceso de adjudicación llevado a cabo por el actual Ayuntamiento de Madrid.
En este caso, el origen de Cinema Usera no se sitúa temporalmente durante el pasado mandato. Es decir, no surgió bajo la Alcaldía de Manuela Carmena. Comenzó en 2014, gobernando la ciudad el PP con Ana Botella. Entraba dentro de un proyecto más amplio para mejorar el paisaje urbano de los distritos de Usera y Villaverde. Se denominaba Paisaje Sur y de ellas derivaron cuatro proyectos: dos huertos urbanos, una plaza cultural y el citado Cinema Usera.
La iniciativa se gestó a través de Intermediae, proyecto del Ayuntamiento creado en Matadero. Se realizó de una manera participativa, invitando a asociaciones vecinales, culturales, colectivos de arquitectos y otros profesionales, etc. La Asociación Vecinal Barrio Zofío estuvo ahí desde el principio. "Nació la propuesta de crear un cine de verano como opción cultural, porque no había nada. Muchas veces interpretamos que es un distrito abandonado. La cultura, si quieres que haya algo, tienes que irte al otro lado del río, a Arganzuela. Una vez generado el espacio y la propuesta, compartida con el resto de colectivos, fuimos diseñando la forma de financiar el proyecto. Tenía que ser gratuito y para eso había que enfrentarse a bastantes gastos", recuerda a Público Juan Manuel Almagro, integrante de la asociación.
Se unieron también al proyecto otros agentes del barrio: una sala de teatro, en estos momentos cerrada, llamada Kubik Fabrik; Todo por la Praxis; y la asociación cultural Espacio Oculto. "Desde el principio, tuvimos en cuenta en todo a los vecinos. Las películas eran propuestas y votadas por los vecinos. En otras actividades culturales solía ser gente del barrio. Por ejemplo, colaborábamos con un instituto de la zona, que tenía una asignatura de cine y proyectábamos sus cortos. Buscábamos actividades con gente que estuviera relacionada con el distrito porque creíamos interesante mostrar la cultura que se hace aquí. Y porque a la gente le interesa más lo que se hace aquí", explica a este medio Guillermo De Torres, gestor de Espacio Oculto.
El proyecto fue creciendo y en 2015 se produjo un cambio de Gobierno. "En la era Carmena al principio nos costó que la Junta de Usera tomase la responsabilidad. Primero reivindicamos a través de los presupuestos participativos y luego insistimos para que la Junta se mojase para poder gestionarlo", añade De Torres. "Con Ahora Madrid, con mucho esfuerzo, creamos un convenio. Una vía de cogestión con la administración de verdadero desarrollo local entre entidades y colectivos artísticos. Nos costó mucho porque técnicamente era muy complejo. Vimos que el éxito fue rotundo, era un proyecto singular, participado y constantemente en contacto con el público y los vecinos", apunta Almagro.
Además del cine, se han ido realizando otros usos del espacio como talleres de autoconstrucción y mantenimiento del espacio. Y otras propuestas, como han sido talleres de producción audiovisual con infancia y familias, encuentros de jóvenes o presentaciones de trabajos culturales desarrollados en el barrio. O conciertos, también de bandas del barrio como Sweet Barrio, que tiene un videoclip de significativo título, Flor de periferia, grabado en Cinema Usera.
"Cada año hemos ido registrando la asistencia entre nuestras revisiones constantes del proyecto y las cifras han ido creciendo cada verano, desde las casi mil personas registradas en la primera temporada hasta las dos mil del 2019. Una cantidad importante que en cinco años se ha duplicado", destacan los, hasta ahora, responsables del proyecto.
Fin del convenio
¿Qué ha pasado para llegar a la situación actual? En 2018 entró un nuevo Gobierno, de PP y Cs, liderado por José Luis Martínez Almeida y Begoña Villacís. La concejal presidente de la Junta Municipal de Usera es Loreto Sordo (PP). "Este gobierno nos forzó el primer año romper el convenio y nos generó un contrato menor", señala Almagro. En 2020 se les adjudicó mediante esta vía por un presupuesto de algo más de 18.000 euros.
Ahora, otro contrato menor les ha dejado fuera. Y se quejan de la falta de transparencia del proceso. "La gravedad es que nos han quitado el proyecto. Lo que durante seis años nos ha costado mucho crear. Se ha convertido en otra cosa. Que una empresa llegue y se lleve su 30% de beneficio, y aquí nunca ha habido beneficio, todo lo que ha entrado se ha vuelto a invertir. En el fondo no se ha entendido cuál ha sido la propuesta cultural que se ha llevado adelante y se nos ha comparado con una gestión meramente comercial. Hemos competido con empresas de un millón de euros, que montan fiestas en lugares como Vallecas. Nosotros somos una asociación de vecinos. El significado de esta jugada es deteriorar y destruir todo tipo de propuestas compartidas, colaborativas, cogestionadas y en red", reflexiona el integrante de la asociación vecinal.
Para De Torres, la adjudicación podrá ser legal pero "ralla lo inmoral". "Se está cogiendo un proyecto que ha sido referente en la cogestión y la participación y se está tirando a la basura. Nos alegramos de que la Junta tenga ya la conciencia de que hay que invertir para que se siga haciendo la actividad, porque en Usera en verano apenas hay cosas culturales pero nos da pena que haya sido rompiendo el proyecto participativo", añade. Considera que hay un desinterés por parte de la Junta en apoyar el tejido asociativo y cultural del distrito. "No interesa porque cuando le das poder al tejido asociativo se pone reivindicativo y te pide cosas para que los vecinos estén mejor. Sin embargo, la empresa privada no te va a dar problemas. Va a cobrar y se va a ir. A mí me parece súper triste", indica.
Desde la Asociación Vecinal señalan que lo han intentado, pero que el diálogo con la Junta ha sido inexistente. "Solo interpretan el diálogo de que toda actividad que se realice en el distrito la tiene que realizar una empresa", afirma Almagro. Como su compañero, se felicita no obstante de que siga habiendo cine en el barrio. "Nos damos por satisfechos por haber conseguido generar un espacio de la nada", indica. Pero alerta: "La empresa que se lo ha llevado no va a pedir que haya cine el año que viene. Si a la Junta le da la gana, lo habrá, pero el altavoz de los vecinos no lo están escuchando. En manos de la Junta está destruirlo o no y tiene pinta de que quiere destruirlo", concluye.
La adjudicación del contrato menor todavía no está publicada en el Portal de Datos Abiertos del Ayuntamiento de Madrid, tal y como ha comprobado este medio, por falta de actualización. Y así lo han confirmado también fuentes oficiales de la Junta de Usera. Desde la Asociación Vecinal solo han recibido un correo comunicando que no habían sido seleccionados en el proceso.
A consultas de este medio, fuentes de la citada Junta municipal explican lo siguiente: "No se ha eliminado Cinema Usera y comenzará como en años anteriores el próximo 4 de julio, un proyecto que fue gestionado en años anteriores por una entidad vecinal de forma magnífica y se agradece su labor y su participación. Como era necesaria una nueva adjudicación del proyecto, se ha hecho a través de una licitación pública abierta, como indica la Ley de Contratación, con unas condiciones establecidas a las que se han presentado cinco empresas, que tras la valoración de las mismas (presupuestos, propuesta cultural, etc,) ha resultado con mayor puntuación una empresa que ha sido a la que se le ha adjudicado el proyecto para este verano 2021".
En la programación prevista para este verano se incluyen ocho películas, un cuentacuentos musical de la compañía Ferro Teatro, un taller de huertos urbanos, otro de astronomía, un karaoke y un concierto.
Este medio ha podido confirmar que la empresa adjudicataria es Ferro Teatro. En declaraciones a Público, Cristina Zambrana, directora general y productora de la misma, señala que su empresa de gestión cultural está especializada en este tipo de proyectos. "Vivimos de esto, nos presentamos a concursos públicos y este es otro más, simplemente", afirma. "Desde que presentamos el proyecto hicimos una labor de documentación para entender qué era el espacio, la historia del mismo y de dónde venía. El espíritu vecinal lo intentamos reflejar en nuestra programación y buscamos a una de las bandas más representativas de rock del barrio, el grupo Desastre. Lo contamos por eso, pretendíamos seguir la estela que dejaron las asociaciones vecinales", añade. Además, destaca que salvo ese concierto la programación es estrictamente para familias. "Nuestro objetivo es que las familias de Usera puedan tener este espacio como lo tenían antes", apunta, al tiempo que añade que cuentan con trabajadores del barrio para dinamizar Cinema Usera esta temporada.
"Ataques a las iniciativas ciudadanas"
La situación de Cinema Usera no ha pasado inadvertida para Más Madrid, el principal partido de la oposición y heredero de la era Carmena. La concejal Carolina Pulido señala a este medio que esta adjudicación es "el enésimo ataque del gobierno de las tres derechas a la colaboración público-social".
Para la edil, "ahora que el proyecto había alcanzado una notoriedad en la escena cultural madrileña, se decide privatizarlo cediendo su gestión a una empresa privada ajena al barrio, al origen de la iniciativa y a su trayectoria". Según su visión, esta decisión "forma parte de la política de acoso y derribo del gobierno de Almeida a las iniciativas ciudadanas y a la colaboración público-social como forma de gestión de proyectos comunitarios". Y considera que es "particularmente grave si tenemos en cuenta el desierto cultural en el que Andrea Levy ha sumido a los distritos de la periferia". En este sentido, apuntan que salvo dos actuaciones en Villa de Vallecas y San Blas-Canillejas, los Veranos de la Villa no proyectan ninguna actividad en los distritos del sur.
"El Gobierno de Almeida ha dado una vuelta de tuerca más a las políticas conservadoras del PP: Cinema Usera surgió y recibió el apoyo del equipo de Gobierno de Ana Botella", concluye Pulido. Desde Más Madrid y el tejido asociativo se han ido denunciando otros casos en los que se ha minado la participación ciudadana durante este mandato. Algunos ejemplos son el Espacio Vecinal de Arganzuela, los Foros Locales y el Observatorio de la Ciudad, el Mercado de San Enrique, la Casa de la Cultura de Chamberí, La Gasolinera o La Salamandra, entre otros.
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