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Las pequeñas y desconocidas calles de Barcelona, ocho de los pasajes más bonitos de la capital catalana

La ciudad esconde algunos rincones con mucho encanto que aún no son conocidos por todos sus habitantes.

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El pasaje de Tubella de Les Corts de Barcelona. — Ayuntamiento de Barcelona

BARCELONA, Actualizado:

De la Sagrada Familia al Park Güell, pasando por la Catedral, La Rambla o el propio mercado de la Boqueria. Barcelona tiene muchos lugares emblemáticos y diferentes atracciones turísticas, llamativas para visitantes de todas partes, locales e internacionales.

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Pero no sólo de grandes monumentos y espacios vive la ciudad. La capital extraoficial de Catalunya también tiene sitios pequeños que guardan un encanto especial. Los pasajes también forman parte de su bullicio diario. Callejuelas que muchas veces quedan eclipsadas por las grandes vías de Barcelona, pero que tienen una atracción irresistible, también por instagramear. Repasamos 8 que no puedes perderte.

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Passatge de Tubella

El passatge de Tubella fue construido en 1925, y conserva 18 de las 22 viviendas originales, muy similares entre sí, con dos fachadas lineales que se ha mantenido en gran medida a lo largo de casi un siglo. En este callejón del barrio de Les Corts vivían trabajadores de industrias vecinas. Su nombre hace referencia a Joan Tubella, un comerciante originario de Igualada.
El pasaje Tubella está rodeado de casas coloreadas y un jardín en frente, que además de hacerlo llamativo para muchos también le han otorgado el estatus de pequeño Notting Hill barcelonés. Lo encontramos ubicado entre las calles Novell y Evarist Arnús.

Passatge de Sant Felip

El passatge de Sant Felip de Barcelona está ubicado en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi, más concretamente en el barrio del Putxet y el Farró. Destaca por tener casas especialmente bajas, cuya construcción data del siglo XIX, y es representativo de la forma de urbanización de algunos lugares de la parte baja del Putxet, desarrollado durante la segunda mitad del siglo XIX.

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En total, se encuentran diecisiete casas de estilos arquitectónicos variados, levantadas desde finales del siglo XIX y hasta principios del siglo XX, con motivos novecentistas y modernistas. Encontramos un pasaje arbolado, con casas adosadas a ambos lados. Aunque han tenido importantes modificaciones, el sitio mantiene en buena medida su esencia y nos hace viajar en el siglo XIX.

Passatge de la Concepció

Este pasaje recibe su nombre a raíz de la doctrina católica por la que la Virgen María fue preservada del pecado original en el momento de la concepción. Ubicado en el propio Eixample barcelonés, es conocido gracias a su ubicación, entre la Rambla Catalunya y Passeig de Gràcia.

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Pero el passatge de la Concepció también es especialmente recordado por los barceloneses por ser un verdadero pasaje gastronómico, con gran cantidad de restaurantes por metro cuadrado: hay cerca de una decena de establecimientos de restauración. Tragaluz, El Japonés y Petit Comité son algunos de los restaurantes más reconocidos.

Passatge Permanyer

También lo encontramos ubicado en el Eixample, y también es de los más conocidos, entre Pau Claris y Roger de Llúria. Honora la memoria de Francesc Permanyer, está incluido en el catálogo de bienes culturales de interés local del Ayuntamiento de Barcelona y es obra protegida como Bien Cultural de Interés Local.

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Además, es llamativo para muchos porque conserva los adoquines originales, que se instalaron en su construcción en 1864, por lo que es el más antiguo del Eixample. Encontramos casas de estilo inglés con una mezcla de estilos clásico, árabe y novecentista, que ahora acogen despachos y oficinas, pero antes a familias.

Passatge del Crèdit

Vamos hacia Ciutat Vella donde encontramos el passatge del Crèdit, bajando de la plaza de Sant Jaume hasta La Rambla, por la calle Ferran. Fue construido entre los años 1875 y 1879, en el solar ocupado por el antiguo convento de la Esperanza. Recibe su nombre porque las viviendas a las que daba acceso fueron promovidas por la Sociedad Catalana General del Crédito.

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Es especialmente reseñable por el ilustre que nació en el número 4 de este pasaje cubierto, Joan Miró, quien también tuvo allí el taller durante unos años. Se trata de un sitio protegido como bien cultural de interés local, con un estilo ecléctico con recursos discretamente clásicos. Es una de las obras más representativas de la entonces vigente arquitectura del hierro.

Passatge de les Manufactures

No muy lejos se ubica el conocido pasaje de las Manufacturas, entre la calle Trafalgar y Sant Pere més Alt, que fue reabierto en el año 2018. Conocido porque es una zona de paso para muchos, se ha redescubierto gracias a la su reciente reforma.

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Vincula el Eixample con Sant Pere desde 1878, cuando se circuló por primera vez. Un desnivel de cuatro metros separa la ciudad de las zonas deltaicas. Como en otros casos, es un espacio privado de uso público, evidentemente muy vinculado a su pasado industrial, y que ahora tiene también espacio para las artes.

Passatge de Sert

Seguimos en Ciutat Vella y muy cerca para conocer el pasaje de Sert, también con una historia industrial evidente. Se trata de un bonito lugar, que precisamente se encuentra edificado en la antigua fábrica de alfombras y tapices de la familia Sert.

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Está junto al pasaje de las Manufacturas, en un callejón paralelo, en este caso con comercios, oficinas y balcones llenos de vegetación. La luz y las plantas en la calle acaban de embellecer este lugar lejos de coches, donde suele reinar el silencio. Es un paso tranquilo, con una puerta de entrada reconocible.

Passatge Mallofré

Josep Mallofré se hizo construir tres casas con jardín de cara a este pasaje que lleva su nombre, en el barrio de Sarrià. Está abierto desde 1870, conectando las calles Major y Clos de Sant Francesc, y destaca por su tranquilidad y belleza especial.

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Es un pequeño vial privado que acudió a manos de Mallofré en una subasta como consecuencia de una deuda impagada. Adquirió el garaje de carruajes de una sociedad que no pudo devolver un crédito.

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