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Pilar Alegría: "El PP quiere dar más privilegios a los ya privilegiados"

Pilar Alegría, durante su entrevista con Público en el Ministerio de Educación.
Pilar Alegría, durante su entrevista con 'Público' en el Ministerio de Educación. ALFREDO LANGA

Frente a una litografía de Miró, y a pocos pasos de las imágenes de sus antecesores, entre los que se encuentran desde el conde de Romanones hasta Mariano Rajoy o Esperanza Aguirre, la ministra de Educación, Pilar Alegría (1977, Zaragoza), recibe a Público sin querer ni poder quitarse el paragüas de ser la nueva portavoz de Ferraz. Cree que la desinformación de la bancada popular y de la ultraderecha no evitará que la ciudadanía sea consciente de que cuando el Gobierno de coalición llegó, el PP tenía fijado el salario mínimo en 735 euros.

Optimista tras el acuerdo con Unidas Podemos para los Presupuestos Generales del Estado, se muestra convencida que este Ejecutivo llegará en tiempo y forma, y sin adelantos, a las elecciones generales. Tiene la certeza de que el efecto Feijóo se desinfla y que el proyecto del líder del PP pasa por "seguir dando privilegios a los privilegiados".

Siente, eso sí, como ministra de Educación, que uno de los grandes proyectos de esta legislatura, como la gran reforma de la Formación Profesional, no brille aún como merece después de que el presupuesto europeo destinado por el Gobierno a la ampliación de plazas en FP para los grados más demandados se estén, desde comunidades del PP, derivando a los centros privados.

Nos contaba Joan Subirats, ministro de Universidades, que ha constatado que la política es muy cortoplacista. ¿Qué aprendizaje le queda a usted?

Pues a veces me atrevería a decir que 24 horas al día son pocas. Pero también voy a decir que cuando trabajas y te dedicas a algo en lo que crees y formas parte de un proyecto en el que crees, todo merece la pena.

Ser ministra y portavoz implica mucha dedicación y estirar al máximo las horas, pero estoy trabajando y formando parte de un proyecto que me creo, que me gusta y que sé que es positivo. 

Háblenos de ese acuerdo recién aprobado con Unidas Podemos para crear impuestos a las grandes fortunas.

Lo que se ha planteado en esta última negociación entre los socios de Gobierno es ese impuesto a las grandes fortunas; es el camino que llevamos trabajando a lo largo de la legislatura y más especialmente en un momento de incertidumbre provocada por el estallido de la guerra. Esto ha generado unas consecuencias complicadas y que, además, se ven claramente en ese bolsillo del ciudadano. Por eso, en el Debate del Estado de la Nación planteamos la necesidad de poner un impuesto a los beneficios extraordinarios de la banca y de las grandes empresas gasísticas. Tener una política impositiva justa: todo se enmarca en esa misma premisa que trabajamos como Gobierno.

Desde luego, no compartimos en absoluto esa carrera enloquecida que ha planteado el PP, y en la que han entrado fundamentalmente sus comunidades autónomas, con la eliminación del impuesto de patrimonio. Más que nada porque genera una guerra injusta, porque lógicamente es muy difícil competir con una comunidad como Madrid.

Una de las grandes reformas del Gobierno y su Ministerio es la transformación de la Formación Profesional. Pero los jóvenes siguen sin poder acceder a plazas públicas, son pocas e insuficientes.

"En el caso de Madrid, las FP que están teniendo una fuerte demanda por parte de los jóvenes se los están posibilitando a los centros privados"

Como prueba de las inversiones, el Gobierno de España ha hecho una apuesta muy importante para garantizar plazas de formación profesional. Hemos puesto en marcha más de 230.000 nuevas plazas de FP y, a pesar de ese esfuerzo, estamos viendo cómo hay jóvenes de distintas comunidades autónomas que no están pudiendo acceder a plazas públicas. Es el caso de la Comunidad de Madrid. Son las comunidades las que tienen las competencias para la planificación de plazas públicas. Hay grados de formación profesional que están teniendo una fuerte demanda por parte de los jóvenes. Lo lógico en una administración pública es posibilitar que ese grado se imparta en centros públicos; pero, en el caso de Madrid, esos grados que están teniendo una fuerte demanda por parte de los jóvenes se los están posibilitando a los centros privados.

Entonces, el dinero de Europa, que el Gobierno deriva a las comunidades para las plazas de FP, se va a la privada...

El PP quiere dar más privilegios a los ya privilegiados, porque si no cómo se explica que en un momento como el actual rechacen de plano debatir sobre la necesidad de aplicar un impuesto temporal a los impuestos extraordinarios. En este semestre hay empresas energéticas que han incrementado el doble o el triple sus beneficios extraordinarios. La banca, ni en sus mejores cuentas de resultados, consideraban que iban a tener estos digamos estos beneficios extraordinarios hasta el 2025-2026.

Cada vez conocemos más casos  que han puesto sobre la mesa los altos datos de acoso escolar en España. Ninguna medida parece que termine de funcionar para acabar con el bullying.

Una de las decisiones que hemos adoptado es volver a poner en marcha el Observatorio de Convivencia Escolar, que llevaba prácticamente diez años sin activarse. Es un observatorio donde trabajamos ministerio, comunidades autónomas y expertos de todo tipo para plantear soluciones y medidas.

"Según el informe Pisa, España es el tercer país con mejor clima escolar de los países de la UE"

Otro aspecto que estamos fortaleciendo es mejorar la formación que recibe nuestro profesorado, porque es importante actuar, pero lo más importante es prevenir. Es una responsabilidad desde el punto de vista social, pero también me parece importante trasladar otro mensaje: en el último informe de Pisa se hizo un estudio a todos los estudiantes de todos los países sobre cómo consideraban que era el clima escolar en su país. España es el tercer país con mejor clima escolar de los países de la Unión Europea. Hay que actuar con absoluta contundencia cuando se conoce cualquier situación de acoso escolar, pero quiero trasladar un mensaje, y es que la mayoría de nuestros jóvenes y niños sienten un apego positivo hacia su entorno educativo.

La ley de educación, la ley de universidades, la ley de las FP... Y, sin embargo, parece que no les luce en las encuestas. La derecha contrarresta con bulos y polémicas. ¿Cómo se combate esa estrategia?

Cuando hay un interés claro por generar ruido, no es casual. Cuando trasladas continuamente un mensaje de catastrofismo o de pesimismo, no es casual. Esos titulares buscan la desmotivación, buscan generar ese miedo, buscan inocular ese pesimismo y por qué no decirlo: la derecha de este país juega a ese catastrofismo porque sabe que eso vende. Lo practican ahora y lo llevan practicando siempre que está en la oposición. Magnifican, exageran e incluso tergiversan los datos para generar esa sensación.

Entonces, ¿cómo se le cuenta a la gente lo que de verdad ocurre?

Pues a base de mucha pedagogía. Hay que ser conscientes del momento que nos está tocando: llegamos al Gobierno y a los pocos meses estalla la pandemia sanitaria de la covid y, tras más de dos años en una situación difícil, y cuando parecía que ya todos estábamos viendo allí la luz, nos encontramos en pleno siglo XXI con estallido de una guerra. Después de dos años luchando contra la pandemia, con sentimientos tan difíciles que a todos nos han aflorado, ver ahora cómo esta guerra de Putin genera una incertidumbre tan importante mientras vemos un encarecimiento de precios provoca sentimientos de cabreo.

¿No se ha pensado en nuevas estrategias de comunicación?

"La derecha de este país juega a ese catastrofismo"

Lo que corresponde al Gobierno es, en primer lugar, atender a la situación que estamos viviendo, planteando medidas para que cuando salgamos de esta crisis lo hagamos de una manera absolutamente distinta a lo que sucedió en el año 2008. Que quienes paguen la crisis no sean los mismos que en 2008. Tiene que haber un reparto justo de los costes y no puede ser que la clase media, la clase trabajadora, me atrevería a decir el 99% de la ciudadanía, sean los únicos que asuman los costes.

Somos conscientes de que el estado anímico de la ciudadanía es de agotamiento o de cabreo. Pero sí que te me atrevería a decir que si bajáramos a la calle y cogiéramos a varios ciudadanos, seguro que la práctica totalidad de ellos se han visto afectado positivamente por alguna de las medidas que hemos puesto en marcha en este tiempo: algún joven que está disfrutando de una beca, algún trabajador que no se tuvo que ir al paro porque pudimos poner en marcha los ERTE, alguna empresa que ha recibido a través de los ICO alguna ayuda para no tener que cerrar su empresa...

El PP se reúne en secreto con Abascal, se opone a impuestos a los más ricos... y no le pasa factura. 

Queda todavía mucha legislatura por delante. Aquí también conviene echar mano de la prudencia. Digo esto porque la imagen con la que llegó Alberto Núñez Feijóo al PP en el mes de abril ya no es la misma que la ciudadanía contempla. Su efecto es directamente proporcional al desconocimiento sobre su figura. Cuanto más vamos conociéndole más va perdiendo en aceptación entre la ciudadanía. Hay una cosa que lleva practicando el presidente del PP desde el primer momento y son las desapariciones selectivas.

Primero, no estuvo en la foto de la formación del Gobierno del Partido Popular y Vox en Castilla y León. Decidió no estar en la foto y jugar al escondite pero, por detrás, hizo lo posible para que ese Gobierno fuera efectivo. No estuvo en la manifestación en defensa del español en Barcelona y mandó a Cuca Gamarra. Y vemos que no quiere hacer pública con luz y taquígrafos una reunión con Santiago Abascal. Cuando no se quiere hacer pública una reunión con el líder de otro partido político, ¿qué está ocultando? ¿Qué esconde? Si ya lo sabemos: si hay posibilidades de que el Partido Popular conforme Gobierno con Vox, lo hará.

Conforme más vamos conociendo del líder del Partido Popular, más cae su popularidad entre la ciudadanía; y quedan todavía muchos meses por delante. A Feijóo se le va a hacer eterna la legislatura hasta las próximas elecciones.

¿Sobrevivirá, a pesar del ruido, el Gobierno de coalición hasta el final de la legislatura?

Sí. La legislatura se agotará, claramente. En absoluto contemplamos un adelanto de elecciones. Tenemos comicios municipales el último fin de semana del mes de mayo, y las elecciones generales se celebrarán cuando corresponda, o a final de año o al principio del siguiente.

 "Cuando llegamos al gobierno, el salario mínimo estaba en 735 euros"

Con respecto al ruido, es verdad que ha habido temas y asuntos en las que las opiniones han sido divergentes. Pero a mí el debate y las diferencias entre dos partidos distintos me parece sano. Pero lo importante es el resultado: hemos aprobado ya más de 165 leyes. Me atrevería a decir que son leyes absolutamente transformadoras y que ojalá se queden, como la propia reforma laboral o la ley de formación profesional, la ley del solo sí es sí, la posibilidad de una muerte digna con la ley de la eutanasia, la subida del salario mínimo interprofesional... Cuando llegamos al Gobierno, el salario mínimo interprofesional estaba en 735 euros. Hoy está en 1.000 euros. Por cierto, una subida del salario mínimo interprofesional que el Partido Popular votó en contra.

¿Qué tal es la relación entre los ministros de Unidas Podemos y del PSOE?

Bueno... yo puedo hablar de la mía. Es verdad que con algunos ministros trabajo en mayor medida porque me corresponde. Por ejemplo, con el ministro Subirats hablo en más ocasiones porque lleva la cartera de Universidades; y le puedo decir que el trabajo es absolutamente positivo, de la misma manera que lo tuve con el anterior ministro Castells. Y con el resto de las de las ministras puedo decir lo mismo. Tanto con Yolanda Díaz como con la ministra Montero o como con la ministra Belarra, cuando me ha correspondido hablar o trabajar en distintos temas, ningún problema. Al contrario, ha habido muy buena relación, no puedo decir nada negativo.

Usted no apoyó a Pedro Sánchez en las primarias de 2017, optó por Susana Díaz. Quienes le apoyaron entonces ya no están con el presidente y usted ahora es ministra. 

Toda la militancia del PSOE arropa al secretario general desde que las urnas dijeron que era Pedro Sánchez. A partir de ahí, todo el mundo apoya claramente la decisión. Siempre nos ha gustado mucho el debate, y además debates con una intensidad considerable. De la misma manera que somos muy intensos a la hora de debatir les diré que también somos muy respetuosos a la hora de cerrar filas cuando el proceso se ha cerrado. 

En ese momento, tal vez Ábalos o Adriana Lastra sí lo pensaban. Eran las personas cercanas a Sánchez y era lógico. ¿Pero usted, se imaginó algo así? 

No lo pensé nunca. Jamás me imaginé poder ser la ministra de Educación o formar parte del Ejecutivo, en absoluto. A mí se me hace muy difícil pensar que alguien alguna vez piense que va a ser ministro. 

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