La principal asociación de médicos de Castilla y León denuncia una Atención Primaria sin profesionales ni inversión

Poco tiempo para dedicar a los pacientes, ausencia de medidas contundentes, escasez de personal y una gestión altamente cuestionada. La principal asociación de Castilla y León de médicos de familia, SOCALEMFYC, ha realizado una encuesta entre sus socios que revela que la sanidad pública y sus condiciones laborales atraviesan una de las peores situaciones que los trabajadores recuerdan. 

El 75% de los encuestados han declarado que la Atención Primaria en la comunidad está "peor que nunca" y lo achacan a problemas estructurales como las agendas sin límites. El 55% de los médicos de familia encuestados impediría tratar a más de 30 personas al día, cuando la realidad para muchos profesionales ronda los 50 pacientes atendidos en una jornada.

Eduardo Lamarca, presidente de SOCALEMFYC, atribuye ese "peor que nunca" a dos factores: la covid-19 y la gestión de las últimas administraciones del Partido Popular: "El punto máximo al que se ha llegado es por el estrés de la pandemia. Llevamos décadas demandando una mejora de inversión y la pandemia ha sido la guinda", declara.

"Las políticas del PP durante las últimas administraciones han ido mermando la atención primaria"

Además, los Gobiernos del Partido Popular, en palabras del presidente, han alimentado ese camino hasta el punto actual: "Las políticas del PP durante las últimas administraciones han ido mermando la atención primaria y no ha habido una política de prever la jubilación de profesionales. Son políticas de dejadez. Teníamos algunos estudios de hace más de 10 años que preveían la falta de personal y no han fallado, pero no se hizo nada al respecto", asevera. 

El 65% de los encuestados asegura que son necesarios al menos diez minutos de consulta por paciente, e incluso otro 30% aumenta el margen hasta los 15 minutos. 

Sobre las medidas principales para la Atención Primaria, SOCALEMFYC llega a la conclusión de que la clave pasa por un incremento en la inversión para fortalecer esta primera línea de batalla. Una vez solventado este problema, ponen como segunda prioridad controlar la agenda de los médicos para rebajar la cantidad de pacientes atendidos. 

Para relajar la presión asistencial, que en Castilla y León lleva meses desbordada tras la aparición de ómicron y la inacción de su presidente Alfonso F. Mañueco, el 35,9% de los encuestados proponen un sistema de triaje realizado por personal sanitario previo a cualquier consulta que vea el médico, para así poder trabajar con un diagnóstico previo y aumentar la precisión de los tratamientos. 

Para arreglar las actuales condiciones de las zonas rurales, donde la escasez de médicos y de medios para llegar hasta zonas despobladas complica la atención sanitaria pública, el 48,7% cree que lo mejor sería centralizar la actividad en el centro de salud y facilitar el transporte de los pacientes. Además, el 41% cree que habría que reestructuras las Zonas Básicas de Salud. 

"Es un problema que teníamos previamente a la pandemia por falta de personal en zonas muy despobladas. En las áreas rurales, muy diversas, en todas habría que hacer reorganización a la carta. Todo viene motivado por la falta de inversión y profesionales y la falta de previsión, agravada por la pandemia. No hay profesionales para cubrir esos consultorios", asegura Lamarca.

Por último, otro de los factores sorprendentes pero que van en la línea del resto de sanitarios de España, es que el 87,2% de los encuestado se siente insatisfecho o muy insatisfecho con su desempeño laboral. "Algo que no veía antes era un alto grado de desmotivación. Médicos jóvenes que están tan desmotivados que están pensando en cambiar de especialidad huyendo a una especialidad hospitalaria sea más agradable o migrar a otras comunidades donde tenga mejores condiciones laborales. Es desazonador ver médicos de 28 años que quiere dejarlo".