El proyecto de un macrocampo de entrenamiento de los Mossos indigna a los vecinos de un pequeño pueblo barcelonés
Se trata de una finca de 60 hectáreas propiedad de la Generalitat que se encuentra en el término municipal de Rubió. El Ayuntamiento se ha mostrado en contra del plan del Departament de Interior.
Barcelona-Actualizado a
La Catalunya Central está formada por decenas de pueblecitos con una gran riqueza patrimonial, natural y paisajística. Rubió, en la comarca del Anoia, en la provincia de Barcelona, es una de estas poblaciones. Con tan sólo 256 habitantes, pero con una extensión de hasta 48 kilómetros cuadrados, es un municipio rural caracterizado por tener una población con muchas masías.
El pueblo tiene pequeños núcleos alrededor del Castillo de Rubió, el Pla de Rubió y Sant Martí de Maçana, además de un gran número de masías dispersas por todo el término municipal. Esta tranquilidad puede verse alterada por la instalación de un macrocampo de entrenamiento de los Mossos d'Esquadra, un proyecto que no gusta a los vecinos de la zona.
Según ha podido saber Público, el emplazamiento donde la Policía catalana quiere ubicar este espacio de entrenamiento es la antigua masía de Cal Jaume, en una finca propiedad de la Generalitat de Catalunya que ha sido transferida a la Dirección General de la Policía para iniciar los trámites urbanísticos y logísticos para albergar
este espacio.
Servirá para disponer de un espacio multidisciplinar donde todas las unidades del cuerpo puedan realizar entrenamientos, desde las unidades de intervención y asalto, como el Grupo Especial de Intervención (GEI) o la Brigada Móvil (Brimo), pero también unidades como el TEDAX, los especialistas en desactivación de explosivos, la Unidad Canina, los escoltas y otras especialidades.
Inicialmente, la Generalitat adquirió estos terrenos para instalar un vertedero, pero finalmente este proyecto no salió adelante. En total son 60 hectáreas, pero según ha podido conocer este diario, sólo se utilizará entre el tres y el 5% del terreno, con la masía como columna.
Según una nota interna del Departament de Interior, "este emplazamiento cumple con las características deseadas". Se trata de un proyecto a largo plazo, con horizonte 2030, pero ya aprobado: "Se ha realizado un estudio del espacio y se ha elaborado un proyecto de intervención, diseñado para ser integrado en el paisaje natural de la zona". Fuentes del Departament de Interior aclaran que puede sufrir modificaciones con el cambio de Govern.
El proyecto ha provocado reticencias entre el vecindario de la zona, que cree que será un "atentado contra el medio ambiente y el entorno rural". "El Ayuntamiento nos ha dicho que el proyecto traerá mejoras. ¿Pero qué mejoras? ¿Cámaras que nos controlen? ¿Caminos de doble dirección y asfaltados? Esto no es lo que queremos, que por algo vivimos en la montaña", explica a Público Sonia Romero, propietaria de una masía de la zona y ganadera.
En la nota, se detalla que el proyecto incluye mejoras para el municipio con la instalación de cámaras de videovigilancia en varios caminos de la población, la construcción de balsas para la extinción de incendios, y la mejora de los caminos de acceso al emplazamiento.
También se prevé una zona para realizar prácticas de conducción de vehículos de todo tipo, equipada con un área de aparcamiento cubierto, un helipuerto y un espacio para la unidad Udron, una zona con galerías de tiro interior y exterior y un búnker, una zona urbana que incluirá una recreación de una pequeña área urbana, una pista americana, una killer house enterrada y una torre de seis pisos para realizar prácticas verticales.
Por último, también contará con una zona con perreras, con un espacio de entrenamiento para perros y un espacio polivalente exterior. Se pretende que todas las edificaciones estén diseñadas para ser integradas en el paisaje y serán lo más autosuficientes posible, incluyendo la construcción de placas solares para dar electricidad a todo el complejo. Un paisaje catalogado como refugio de fauna salvaje.
El plan también contempla la apertura de una red de caminos para acceder a todos los puntos de interés de la parcela, así como la rehabilitación y ampliación de la antigua masía de Can Jaume, que actualmente se encuentra en ruinas. Esta masía será transformada en un centro polivalente, con una sala de reuniones, vestuarios, comedor, cocina y dormitorios. También se rehabilitará una masía cercana dentro del espacio llamado Can Roc para emplazar también vestuarios y un comedor.
Hace unos años, se creó un catálogo especial para proteger a las masías del término municipal de Rubió. Romero critica que no se puedan construir masías que no estén ya hechas, o que para cualquier cosa tengas que pedir muchos permisos, y, en cambio, se pueda construir una instalación de estas características.
"Yo hice un proyecto para construir una sala de extracción de miel, y no me lo dejaron hacer. Y ahora nos encontramos con que pueden hacer un macrocampo o un parque eólico. No es justo. Nosotros si queremos vallar nuestra finca debemos cumplir una serie de condiciones. No pueden sobrepasar el metro y medio. Entiendo que las del macrocampo serán más altas, porque no es cualquier edificio, será un campo de entrenamiento para agentes de élite de los Mossos d'Esquadra", lamenta.
La actividad económica principal de Rubió es la agricultura de secano, especialmente el cereal, el forraje, las patatas, el viñedo y el olivo. La ganadería, principalmente la explotación del ganado porcino y de la oveja, y la avicultura son los otros motores de la economía del municipio.
Romero tiene una explotación ganadera, con caballos que pastan al aire libre, y teme que el macrocampo pueda afectarla. "Aquí estamos muy tranquilos, en medio de la naturaleza, y no es agradable estar escuchando tiros y explosiones todo el día. Será un constante movimiento de coches y camiones. El sitio perderá la esencia", lamenta.
Una consulta popular
Romero critica la poca transparencia tanto del Ayuntamiento como de la Generalitat. "No nos hemos reunido con el alcalde, no nos han informado prácticamente de nada". El Ayuntamiento no ha sido claro ni sincero con nosotros. No han contado con la opinión de los vecinos, a pesar de ser algo que nos afectará, sobre todo a los que vivimos por la zona. Romero cree que ha sido "un pacto entre la Generalitat, el Departament de Interior y el Ayuntamiento".
Por su parte, el Ayuntamiento aclara que se trata de un proyecto de carácter supramunicipal y que sólo han tenido tres reuniones con la Generalitat. "Todavía no se puede hablar de nada sólido para tomar una decisión clara", detalla el alcalde del municipio, Francisco de Asís Sillero Carmona. "No sabemos si la nueva Conselleria quiere sacar adelante este proyecto, no hemos firmado nada", explica. A estas alturas, a nivel administrativo, "no ha entrado ningún anteproyecto o proyecto".
De Asís anuncia que antes de tomar cualquier decisión, realizarán una consulta popular para conocer la opinión de los vecinos del pueblo. "Somos un Gobierno nuevo, llevamos un año. Somos un pueblo muy grande en extensión, pero con muy pocos vecinos, por eso nos gustaría compartir la información y tomar decisiones con nuestro vecindario", comenta. El alcalde remarca que no necesitan ningún proyecto como éste, "ya tenemos un parque eólico", sentencia.
Un paraje natural amenazado por los parques eólicos
Como otros muchos pueblos de la Catalunya Central, desde hace unos años, una de las características del paisaje de Rubió son los aerogeneradores de hasta 280 metros de altura. Ahora se quieren hacer otros dos parques eólicos, el de la Vilella y el de Maçana, que promueve Enel Group, pero el Ayuntamiento está preparando alegaciones para poder frenar los proyectos.
De Asís Sillero comenta que no está en contra de las renovables, pero sí de un proyecto que quiere "trinchar todo el territorio". "Nos
sentimos muy desprotegidos, somos un pueblo de pocos habitantes, pero tenemos una riqueza natural que debemos proteger". En este sentido, de Asís dice que el impacto visual, auditivo y en relación a la naturaleza será "indescriptible".
El alcalde recuerda que, además, Rubió está catalogado como refugio de fauna salvaje, ya que el águila perdicera se alimenta en este municipio. Habrá que esperar para ver si finalmente el macrocampo sigue adelante, o no. De momento, los vecinos han decidido organizarse. Tienen previsto crear una plataforma contra la instalación del macrocampo.
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