Este artículo se publicó hace 2 años.
La sanidad de Ayuso: urgencias sin médicos y hospitales colapsados
El panorama de la Comunidad de Madrid genera desolación ante los recortes y la precariedad instalada en la sanidad pública.
Jose Carmona
Madrid-Actualizado a
Urgencias sin médicos como síntesis de una gestión. La sanidad pública en la Comunidad de Madrid atraviesa un momento crítico y las quejas llegan desde todas las partes implicadas. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso tiene la oposición de sanitarios y pacientes que acuden a sus lugares de referencia y encuentra falta de personal y listas de espera.
El último giro hacia la precariedad sanitaria ha sido mediante las urgencias de los ambulatorios. Cerradas desde hace dos años, el Gobierno de la capital ha "reorganizado" estos 37 Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAPS) y los ha reducido a 17, de los cuales siete estarán formados únicamente por personal de enfermería y no tendrán médicos. Estos SUAP atendían pacientes que, sin este recurso, ahora acuden a los hospitales, situación que potencia la posibilidad de colapso en los centros.
"El Consejero de Sanidad del PP, Enrique Ruiz Escudero, quiere mantener cerrados, al menos en los próximos tres meses, unos servicios de urgencia que atendían a más de 800.000 madrileños y madrileñas al año. Y pretende cerrar para siempre casi el 75% de los que existían antes y que permitían descongestionar de casos no tan graves las urgencias de los hospitales, ahora colapsadas", denuncia Antonio Medina, de Comisiones Obreras (CCOO).
De hecho, esta semana el foco de congestión tuvo lugar en el hospital Ramón y Cajal. Las urgencias estuvieron con 71 pacientes en lista de espera, que tardaban de media dos horas para ser triados, según denuciaba el sindicato MATS.
Adolfo, trabajador del hospital, analiza las flaquezas del hospital, que necesita una reforma de sus instalaciones porque están obsoletas: "Las urgencias están mal. Hay trabajadores que están muy afectados y colapsados de trabajo. Pero no es exclusiva del Ramon y Cajal. Todas las urgencias tienen escenarios parecidos, colapsadas y con falta de personal. No hay cobertura de bajas y la situación es bastante grave. A esta situación se le une el cierre de los SUAPS desde marzo de 2020. De los que se reabren, ninguno es de nuestro área", arguye.
Temporalidad y una estrategia
Esta es la dinámica que arrastra la Comunidad de Madrid con las medidas que implanta Ayuso. Según datos de este 2022, la plantilla de sanitarios ha perdido 4.000 puestos fijos que no han sido reemplazados y la temporalidad se asienta dentro del sector.
Esta precariedad tuvo su cristalización definitiva con el despido de 7.000 sanitarios que fueron contratados para reforzar la sanidad durante la pandemia de la covid. Su despido provocó que las urgencias, ya de por sí saturadas, se hayan visto desbordadas del todo.
"Hay una planificación programada para desmantelar servicios públicos"
El sociólogo Jose Luis Fernandez Casadevante, miembro de Garúa, encuentra en las medidas de Ayuso una estrategia del desmantelamiento de los servicios públicos: "La sanidad es uno de los pilares del estado de bienestar. Es un ataque generalizado a los servicios públicos. Hay una planificación programada para desmantelar servicios públicos para desvertebrar la convivecia y la calidad de los barrios. Este deterioro redunda en una filosofía de incentivar la filosofía del sálvese quien pueda y satisfacer las necesidades de mercado".
Además, tras un análisis de la plataforma Audita Sanidad, se pudo confirmar que Ayuso concedió el 68% de las licitaciones para privatizar la sanidad durante la pandemia a "lobbies" sanitarios.
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