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¿Sería efectivo el jurado popular en los casos de violación?

La opinión pública en España lo ha reclamado en varias ocasiones. Analizamos el caso de Reino Unido, donde el jurado sí interviene en los juicios por violación. Pero asociaciones, políticos y expertos reclaman una revisión del sistema tras un informe que revela datos tan alarmantes como que el 24% de británicos cree que el sexo sin consentimiento en las relaciones largas no es violación.

Una pancarta con el lema: "No es abuso, es violación". EFE/Archivo

La legislación española no contempla la figura del jurado en los temas de violación. Pero a raíz de casos como el de 'La Manada' resurgieron con más fuerza las voces que mantenían que un jurado popular hubiera actuado con mayor sensibilidad hacia la víctima. También lo reclamaron la fiscalía y la acusación particular en el caso de Marta del Castillo y ahora está a la espera de conocerse si podrá haberlo en el caso de Diana Quer.

En Reino Unido todas las denuncias por violación que llegan a juicio son sometidos a la opinión de un jurado popular –de hecho, los expertos de aquí se sorprenden al saber que en España no ocurre lo mismo–, pero ahora se cuestiona si es adecuado que ciudadanos con un punto de vista subjetivo sobre lo que es una violación sean los encargados de dictaminar la culpabilidad o no de un acusado por delitos sexuales. Más aún a la vista de las revelaciones de un informe presentado estos días por la Coalición del Fin de la Violencia contra las Mujeres (EVAW) que ha destapado datos alarmantes.

Uno de cada diez británicos cree que tener relaciones sexuales con una mujer que está dormida o demasiado borracha para mostrar su consentimiento no es una violación

Por ejemplo, que un tercio (33%) de los ciudadanos piensa que no es violación presionar a una mujer para tener relaciones sexuales si no hay violencia física.

Otro dato preocupante: uno de cada diez británicos cree que generalmente no es una violación tener relaciones sexuales con una mujer que está dormida o demasiado borracha para mostrar su consentimiento.

El desconocimiento de lo que es y supone una violación se confirma cuando un 11% responde que cuantas más parejas sexuales haya tenido una mujer, menos daño experimentará por la violación. O que un 24% considera que, en la mayoría de los caso, el sexo sin consentimiento en relaciones largas no es violación.

Para Rachel Krys, co-directora de EVAM, “las cifras son alarmantes porque muestran que una gran proporción de adultos en el Reino Unido, que forman parte de jurados en juicios por violación, aún no tienen claro qué es la violación”.

Porque un tercio de hombres (y un 21% de mujeres) cree que, en la mayoría de los casos, si una mujer ha coqueteado en una cita no puede haber violación aunque ella no haya aceptado o haya cambiado de opinión.

“Es espantoso. Esa gente son futuros jurados potenciales. ¿Quién querría que sus hijas o hermanas fueran juzgadas por jurados que piensan así?”. Es la reacción de la diputada laborista Anna Coffey, que incluso ha llevado el tema a la Cámara de los Comunes.

Y hay más: los expertos ven “extremadamente preocupante” que lo que se conoce como “stealthing” (quitarse un condón sin el consentimiento de la pareja) no se entienda como una violación; el 19% piensa que nunca es una violación y otro 21% piensa que no lo sería, salvo algunas excepciones. Conclusión: un 40% está equivocado.

El informe refleja que no hay dudas cuando se pregunta si es violación que un extraño fuerce a una mujer en un parque por la noche –el 97% lo entiende así–, pero el problema surge cuando la gran mayoría de las denuncias son por violaciones de "conocidos".

"Los juicios por violación necesitan una reforma radical y la opción sería prescindir de los jurados. Esto garantizaría menos absoluciones resultantes de los prejuicios entre los jurados"

Por eso, Coffey ha solicitado una investigación urgente que revele si el jurado es la mejor manera de impartir justicia en estos casos. Más aún teniendo en cuenta que “6 de cada 10 acaban en absolución”.

El profesor de psicología de la Universidad de Huddersfield, Dominic Willmott , ya ha hecho su propia investigación. Organizó simulacros de juicios con voluntarios, abogados reales y actores. El resultado demostraría que hay demasiadas absoluciones injustas en casos de violación por conocidos. Por eso mantiene la convicción de que “los juicios por violación necesitan una reforma radical y la opción sería prescindir de los jurados. Esto garantizaría menos absoluciones resultantes de los prejuicios entre los jurados”.

Willmott se refiere a lo que también la parlamentaria Coffey y el informe de EVAW denominan `mitos de la violación’. “Esto incluye –explica Coffey– que una mujer que ha bebido mucho o está vestida de cierta manera no puede quejarse si es violada; o que solo es una violación si presenta lesiones; o que las violaciones de verdad son las que cometen los desconocidos en los callejones.” Y añade: “Todavía hay una falta de comprensión acerca de por qué una mujer puede o no denunciar un asalto inmediatamente, si puede o no defenderse, o cómo una víctima debe comportarse inmediatamente después de un ataque. Los `mitos de violación’ sobre cómo se espera que actúen las víctimas continúan contaminando nuestra sociedad y los jurados los toman en cuenta en el tribunal.”

Otro dato alarmante lo aporta la portavoz de la Asociación Rape Crisis, Katie Russell: “Las investigaciones sugieren que los hombres jóvenes tienen más probabilidades de ser absueltos por los jurados.” Según los expertos, porque temen colgar a los acusados la etiqueta de “violador” de por vida o que pueda ser recluido de por vida en prisión –la ley de Reino Unido contempla este tipo de pena para estos casos–.

Y otra cuestión para la que reclaman nuestra atención es el hecho de que un jurado que desconoce los términos de lo que es una violación se antoja más fácilmente manipulable por los abogados de ambas partes, que pueden verse tentados a utilizar métodos cuestionable. Así ha ocurrido recientemente en Irlanda, donde se ha absuelto a un hombre de 27 años de la violación a una joven de 17. El abogado defensor, con la ropa interior de la víctima en la mano se dirigió así al jurado: "Hay que fijarse en la forma en que iba vestida; llevaba un tanga de encaje”. Su comportamiento tuvo una respuesta inmediata: supuso el comienzo del movimiento mundial #thisisnotconsent con el que miles de mujeres han subido fotos de su ropa íntima en redes sociales, salieron a la calle y en el parlamento irlandés la diputada Ruth Coppinger mostró ante sus compañeros un tanga de encaje para protestar por “la culpabilización que sufren las víctimas de agresiones sexuales.”

Pero si hay debate en torno a este asunto es porque la figura del jurado también tiene sus defensores. La profesora de Derecho Criminal en el King’s College de Londres, Hannah Quirk es rotunda: “Abolir los jurados podría aumentar la presión sobre los jueces para multiplicar sus tasas de condenados”. Y Coffey advierte de lo que podría pasar si no se actúa: “Corremos el peligro de retroceder a las edades oscuras donde las víctimas de abusos son silenciadas y no se atreven a hablar”.

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