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La tasa de emancipación juvenil en Catalunya es la más baja de las últimas dos décadas

Un estudio de CCOO Catalunya alerta de que solo el 17% de los menores de treinta años viven fuera de la casa familiar. La precariedad laboral y las dificultades para acceder a una vivienda son las principales razones. 

El precio de la vivienda sigue subiendo en el 70% de las provincias
Edificios con viviendas, a 23 de junio de 2022, en Barcelona, Cataluña. David Zorrakino / Europa Press

Irse de casa sigue siendo una odisea para la mayoría de jóvenes que viven en Catalunya. Independizarse es casi imposible para una generación marcada por la precariedad laboral y por las dificultades para acceder a una vivienda digna. Dos datos: solo el 17% de los menores de treinta años viven fuera de casa de sus padres, y los pocos que se emancipan deben destinar entre el 65 y el 85% del sueldo a pagar el alquiler.

Es la alerta que ha lanzado el sindicato de Comisiones Obreras de Catalunya (CCOO), que ha presentado el último informe sobre la emancipación juvenil en Catalunya y la Unión Europea. Los datos son estremecedores y ponen de relieve la falta de políticas para ayudar a los jóvenes a emanciparse. La socióloga Irene Galí, miembro de la Secretaría de Estudios, Cultura y Memoria de CCOO de Catalunya, Julia Rosanna Sánchez-Valverde, responsable de Formación de Acción Joven del sindicato, y Lucía Aliagas, coordinadora nacional de Acció Jove, han puesto deberes al Govern para darle la vuelta a la situación.

Ocho de cada diez menores de 30 años viven con sus padres

La tasa de emancipación juvenil es el porcentaje de personas de entre 16 y 29 años que viven fuera del domicilio familiar. En 2021, en Catalunya, fue del 17%. Esto significa que el 83% restante sigue residiendo en el hogar familiar, es decir, ocho de cada diez menores de 30 años viven con sus padres. De acuerdo con los datos que proporciona el Observatorio Catalán de la Juventud, es la cifra más baja de las últimas dos décadas. Una tendencia a la baja que se inició con la crisis económica de 2008, cuando la tasa era del 31,6%, y que la pandemia de la covid-19 ha rematado.

Entre 2007 y 2012 se produjo un gran aumento de la tasa de paro juvenil y en consecuencia se inició el descenso de la tasa de emancipación, hasta llegar al 17% actual, que no se ha recuperado a pesar de que a partir de 2013 el paro en los jóvenes bajó. Esto nos lleva a otra conclusión que es clave para relacionar la falta de emancipación con la precariedad laboral: tener un trabajo, al menos en Catalunya, no es suficiente para emanciparse. "A pesar de tener trabajo, la mayoría de nosotros, somos pobres", ha remarcado Irene Galí.

A diferencia de hace unos años, tener trabajo no es sinónimo de vivir bien, de hecho, en muchos casos, un sueldo no da ni para pagar un alquiler digno. Uno de los principales motivos es la prevalencia del trabajo a tiempo parcial, que no ha dejado de aumentar entre los jóvenes de 16 a 29 años en los últimos años. Un dato: en el 2007, momento en el que se registró una tasa de emancipación récord, del 32,6%, la tasa de parcialidad entre los jóvenes era del 15,6%. Hoy es casi el doble, un 27%.

Los salarios han tardado 12 años en recuperarse de la anterior crisis económica. De acuerdo con la encuesta anual de estructura salarial que realiza el INE, en el año 2020 (último año con datos disponibles), el salario medio de los menores de 25 años en Catalunya fue, por primera vez, equivalente al que percibió este grupo de trabajadores en el 2008. Sin embargo, hay que sumar otro factor: la pandemia. Los trabajadores jóvenes llegaron a la crisis económica provocada por la covid-19 sin haberse recuperado todavía de la fuerte contracción salarial que sufrieron con la del 2008.

La lenta recuperación de los salarios se traduce en un aumento de la desigualdad salarial por edades y un empobrecimiento de la población joven. Si en 2008 el salario de los trabajadores jóvenes representaba el 67,18% del salario medio, en 2020 este porcentaje se redujo hasta el 49,42%. Es decir, el salario de los menores de 25 años no alcanza ni la mitad del salario medio.

Según datos de la Agencia Tributaria, en 2019 el salario medio de las personas entre 45 y 54 años era de 28.446 euros anuales. En el caso de los trabajadores jóvenes, el salario medio era de 8.517 euros. "En caso de vivir de forma independiente, se encontrarían muy probablemente en riesgo de pobreza o exclusión social", concluye el estudio.

Elevada temporalidad laboral

A ello hay que añadir el elevado crecimiento de la tasa de temporalidad entre los jóvenes menores de 25 años durante la última década. Si en 2010 era del 48%, en 2020 llegaba al 62%, es decir, 6 de cada 10 contratos eran temporales. De todas formas, ahora debería verse el efecto de la nueva reforma laboral impulsada por el Gobierno de España.

Pese a la reforma laboral, que ha propiciado un descenso muy importante de la temporalidad, el sindicato pone el foco en otras formas de precariedad que sufre especialmente la gente joven, como es el caso de la contratación a tiempo parcial involuntaria o la realidad de los falsos becarios y de los falsos autónomos. Reclama dotar de más recursos Inspección de Trabajo para perseguir de forma efectiva el fraude en la contratación. También reclama elaborar un Pacto para el Empleo Juvenil que revierta la actual situación de desigualdad y que facilite, mediante la orientación, una inserción laboral de calidad, así como incentivar la FP dual.

Más de la mitad del sueldo en alquiler

Galí ha apuntado que si a los sueldos bajos y la precariedad laboral le sumamos los elevados precios de los alquileres y la falta de vivienda protegida, la situación es aún más dramática. "Salarios bajos, temporalidad, parcialidad, imposibilidad de acceso a la vivienda, malestar psicológico, abandono institucional. Todo este cúmulo de factores acaba configurando la realidad juvenil, sin futuro, sin presente, individualista, sin lazos comunitarios, dividida", ha sentenciado.

Según el Institut Català del Sòl, el porcentaje de salario que un joven de menos de 25 años debe dedicar al alquiler está muy alejado del límite del 30% que se considera asumible y, así, Catalunya se sitúa en el 65,8% y se eleva hasta el 84,3% en la ciudad de Barcelona, con datos del año 2020. Diez año atrás, se destinaba un 52,2% del sueldo al conjunto del país y el 45,6% en Barcelona (casi la mitad que ahora.)

De hecho, el precio del alquiler ha subido a máximos históricos en Catalunya en el tercer trimestre de 2022. Entre julio y septiembre el precio medio se situó en 805,69 euros, un 9,2% más que en el mismo periodo del pasado año (737,51 euros). En Barcelona capital, el alquiler medio se disparó hasta los 1066,68 euros, un 14,4% más que en 2021 (932,31 euros).

"El precio del alquiler no es la única barrera que se encuentran los jóvenes para acceder a una vivienda", ha considerado Galí, quien ha añadido que el parque de vivienda social en Catalunya y en España "es muy escaso, con entre 5.000 o 6.000" viviendas protegidas al año, cuando en los ochenta se construían unas 100.000 cada año". En este sentido, CCOO reclama aumentar el parque de vivienda pública, intervenir en el mercado mediante la regulación pública de los precios del alquiler y aumentar la dotación de recursos para las ayudas al arrendamiento a las personas menores de 35 años.

En la cola de Europa

Si nos fijamos en nuestros vecinos europeos, entre los países del norte y sur de Europa hay más de 10 años de diferencia en la edad media de emancipación. Los del norte son aquéllos con una emancipación más precoz, con una edad media de 20,5 años. A continuación se encuentran los países bálticos, con una edad media de emancipación de 24,83 años. Le siguen los países del centro de Europa, con una media de 25,24 años; los países de Europa del Este, con 29,15 años; y los países mediterráneos (España), con una edad media de emancipación de 30,17 años.

El estudio señala que el acceso y la estabilidad al puesto de trabajo, así como una adecuada remuneración por el trabajo realizado, son elementos que propician la emancipación de los jóvenes, al crear las condiciones materiales necesarias para abandonar el domicilio de origen.

En este sentido, el sindicato pide al Govern y al Estado que se cumpla el derecho a la emancipación juvenil, tal y como recoge el Estatuto de Autonomía de Catalunya, que determina que "los poderes públicos deben promover políticas públicas que favorezcan la emancipación de los jóvenes, facilitándoles el acceso al mundo laboral ya la vivienda para que puedan desarrollar su propio proyecto de vida y participar en igualdad de derechos y deberes en la vida social y cultural".

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