Este artículo se publicó hace 2 años.
El verano de 2022 probablemente sea el más cálido en los últimos 106 años
En esta estación se han producido tres olas de calor. La segunda se caracterizó por su gran intensidad, su extensión geográfica y su duración de 18 días.
El verano de 2022 "probablemente" sea el más cálido desde 1961, fecha en la que arranca la serie histórica registrada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). No solo eso, la organización, gracias a reconstrucciones climáticas, también ha señalado que podría tratarse del más caluroso por lo menos desde 1916.
La Aemet ha remarcado que "no hay precedentes" de un verano tan cálido como este. Desglosado en estos meses: junio fue el cuarto más cálido desde que hay registros, julio ha sido el mes más cálido, y la primera quincena de agosto de 2022 la segunda más calurosa de la serie, solo superada por la de 2003.
Además, este verano se han producido tres olas de calor. La segunda se caracterizó por su gran intensidad, su extensión geográfica y su duración de 18 días. Es decir, es la segunda más larga tras la de junio-julio de 2015, que duró 26 días. Si se analiza el período comprendido entre el 1 de mayo y el 15 de agosto de cada uno de los años de la serie histórica, el mencionado período de 2022 es el más cálido desde, al menos, 1950.
Verano 2022, el cuarto más seco de la serie histórica
Por otra parte, el año hidrológico actual es el cuarto más seco. Ha llovido un 26% menos de lo normal. A la espera del cierre de agosto, "solo fueron más secos, por este orden, desde octubre hasta julio, 2004-2005, 1998-1999 y 2011-2012", ha asegurado el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo.
"Las cantidades acumuladas no alcanzan los valores normales en gran parte de la península", explica la entidad. Tan solo en provincias como Granada, Almería o Murcia se superaron los valores normales. En el archipiélago canario, la precipitación no superó las cifras usuales en ninguna de las islas, quedando por debajo del 50%.
Este verano ha llovido un 26% menos de lo normal
Por otro lado, las altas temperaturas y la falta de precipitaciones han propiciado un ambiente muy favorable para la aparición y propagación de incendios forestales. Ambos son fenómenos meteorológicos extremos que, cuando se producen simultáneamente, se denominan fenómenos extremos compuestos.
En este sentido, la Aemet ha concluido señalando que el verano de 2022 es un aviso del tipo de estación que será habitual en el entorno geográfico a mediados del siglo XXI. Veranos como el de 2003 o el de 2022, los más extremos hasta la fecha, serán mucho más frecuentes incluso en un escenario moderado de emisiones, "una nueva normalidad climática" con la que ya se está empezando a convivir.
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