Amanece en Doñana. Sus sonidos dan la bienvenida al día. Es época de berrea. El ciervo macho lucha por aparearse con el mayor número de hembras posible. Su bramido es su reclamo. 

El sonido es una forma de hacerse territoriales. El que más fuerte lo está emitiendo se supone que es más territorial, el que más hembras tiene. Cualquier rincón esconde una poderosa llamada, una mirada furtiva  o una carrera improvisada. Pero sólo durante el mes de septiembre. Es cuando el macho busca marcar su territorio. Un espectáculo efímero, que atrae a miles de turistas cada año.

Al caer la tarde, el Parque Natural de Los Alcornocales, en Cádiz, es también testigo de la llamada de la naturaleza. 

El sonido es una forma de hacerse territoriales. El que más fuerte lo está emitiendo se supone que es más territorial, el que más hembras tiene. Cualquier rincón esconde una poderosa llamada, una mirada furtiva  o una carrera improvisada. Pero sólo durante el mes de septiembre. Es cuando el macho busca marcar su territorio. Un espectáculo efímero, que atrae a miles de turistas cada año.

Es un momento único, que dura muy poco. Para dejar atrás un silencio... sólo roto por la vida que de sus entrañas emerge.