"Make Costa da Morte great again": el parecido más allá de lo razonable entre Trump y una señora gallega

Publicado el 25 de abril del 2018

Los llamados "parecidos razonables" son un clásico que siempre triunfa en las redes sociales y en los medios de comunicación. Son muy agradecidos, curiosos, divertidos y te garantizan una buena audiencia, como ya sabemos en Tremending o en Strambotic. Pero hay veces en las que el parecido va más allá de lo razonable y se convierte en réplica exacta. De hecho, dicen que todos tenemos un doble exacto a nosotros en algún lugar del mundo, un sosias, un hermano gemelo con el que podríamos intercambiarnos sin que nadie de nuestro entorno percibiera la diferencia, tipo Tú a Boston y yo a California o El Príncipe o el mendigo. Que haya una copia exacta de cada uno de nosotros es incluso morboso, porque no sólo da alas a nuestra imaginación sino que también alienta teorías conspiratorias. Quizá por eso nos atrae tanto lo de los parecidos.

La cuestión es que el mundo es muy grande y la posibilidad de cruzarnos con nuestro sosias o al menos conocerlo es prácticamente imposible. Pero algunos o algunas tienen suerte. Es el caso de Dolores Leis Antelo, una mujer de 64 años que vive en una aldea de la Costa da Morte, en la provincia de A Coruña. Su sosias es ni más ni menos que Donald Trump, el presidente de Estados Unidos. Una foto de Dolores con una azada al hombro mientras trabaja en su huerta se ha viralizado en Twitter y en el Whatsapp porque su parecido con Trump no es que sea razonable: son como dos gotas de agua. El color del pelo, ese tupé tan característico, la forma de la cara, la nariz, los ojos, la boca… todo en Dolores es exacto a Trump, o al revés. En cualquier caso, que el lector juzgue por sí mismo.

Dolores es tan exacta a Trump que su foto ha dado la vuelta al mundo. Mucho cachondeo, miles de memes, más de 5.000 retuits y publicaciones en Facebook y en Whatsapp han convertido a Dolores en toda una celebridad. Pero, ¿cómo ha llegado la foto de Dolores a viralizarse? Todo empezó la semana pasada cuando el diario La Voz de Galicia publicó un reportaje sobre el trabajo en el campo y tuvo a bien publicar una foto de Dolores. Alguien lo vio en Twitter y lo demás ya vino solo.

Y las risas también:

El parecido es tan razonable que algunos ya dicen que Trump ha decidido abandonar las obligaciones de la Casa Blanca para retirarse a la Costa da Morte a vivir una vida apacible; que el presidente estadounidense que estos días ha recibido a su homólogo francés, Emnmanuel Macron, no es más que otro doble, aunque bien pensado podría ser incluso la propia Dolores.

Lo cierto es que tras hacerse famosa en las redes sociales, Dolores ha vuelto a hablar con La Voz de Galicia. Dice que su parecido con Trump se limita al color del pelo y se toma con humor su inesperada fama en las redes, ella que ni tan siquiera tiene móvil y hasta hace unos días no sabía lo que era Twitter (bendita ignorancia, por cierto). Pero como buena gallega, ella resume todo este revuelo con una de esas frases lapidarias que transmiten sabiduría: "Yo no entiendo nada".