"Paguitas", "chiringuitos", "mamandurrias"… La derecha siempre ha sido muy creativa a la hora de hacer su marketing con las palabras, y ese discurso muchas veces ha calado en una parte de la población. Y cuanto esto lo refuerzas con gente en las tertulias diciendo que la gente no trabaja en el campo o en la hostelería por las paguitas, pues ya tienes el caldo de cultivo.
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Pues resulta que un informe de la OCDE acaba de explicar que en España el 20% de la población en edad de trabajar con las rentas más altas recibió más del 30% de las transferencias públicas, mientras que al 20% con los ingresos más bajos solo fueron a parar el 12%. En otras palabras, que los más ricos se llevan el triple de ayudas del Estado que los más pobres.
El portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, lo ha explicado de otra forma más directa.
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"Al final, los que más se quejan de las 'paguitas' son los que más las acaparan y menos las necesitan", ha asegurado. Después ha concluido: "Los ricos también lloran, pero de risa".
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Y es que esa técnica de incendiar a los que no tiene mucho con los que tienen aún menos es una magnífica estrategia. Mientras se critica a esos se mira menos ciertos chiringuitos mucho mejor pagados.