Gabriel Rufián, sobre el discurso del “todos son iguales” en política: "Anguita jamás fue como Aznar"

Se acercan las elecciones y uno de los problemas es la desafección de muchos ciudadanos de la política, algo completamente inexplicable si uno ve la habitual unión de la izquierda, la moderación y la mesura de la que hace gala la derecha, y el ambiente tan cordial y agradable que crean muchos medios.

Por unas cosas u otras, la gente se harta de los políticos y lo malo es que muchos lo hacen en general. Por no hablar de que se tiende a mezclar si les caen bien o mal con lo importante: si sus políticas son beneficiosas.

Y aquí es cuando aparece el discurso, tan falso e injusto como peligroso, del "todos son iguales". Porque mete en el mismo saco a los trabajadores y honestos con los corruptos o los interesados, justo lo que quieren estos últimos. Y esto fomenta la abstención y ya se sabe lo que pasa con eso.

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha dejado este jueves una breve reflexión que tiene mucho detrás.

"El todos son iguales es veneno para la clase política", ha asegurado, para dejar después una frase lapidaria: "Anguita jamás fue como Aznar".

Rufián habla sobre el peligro de la abstención, con el que "la izquierda siempre pierde", porque "la derecha siempre va a votar". Esto el que lo explicó mejor que nadie fue Ignatius Farray, con su metáfora sobre Led Zeppelin y la Orquesta Maracaibo.