"Por lo menos se han acordado de esconder la del pollo": estupor al ver la bandera que cuelga en una comisaría de Policía

Publicado el 14 de febrero del 2024

¿Y quién nos protege de la Policía? La pregunta –algo inquietante, no me negarán– irrumpe con fuerza en la mente del incauto ciudadano que vea el reportaje que les mostramos. Corre a cargo de RTVE Canarias y tiene como protagonistas a un grupo de "servidores públicos" ultimando el despliegue de seguridad que se llevará a cabo con motivo de los carnavales en Las Palmas de Gran Canaria.

Hasta aquí todo en orden. Sin embargo un detalle –no menor– aporta a la secuencia un cariz turbador. Al fondo de la imagen, en un primerísimo segundo plano, yace bajo la enseña nacional la cruz de Borgoña, símbolo empleado por tradicionalistas y requetés durante la Guerra Civil que la extrema derecha ha recuperado en su incansable anhelo identitario.

Rojigualda + Cruz de Borgoña. Tremendo combo. Todo un despliegue patriótico que sume al televidente en una suerte de vahído existencial, un sofocón a lo Stendhal pero sin frescos ni esculturas, con torreznos, escapularios y rotondas. Un viaje a la zona cero de la españolidad patrocinado por Juan José Padilla –el torero del parche en el ojo–, José Antonio Camacho y el dueño del Asador Guadalmina.

Pero volvamos al "incauto ciudadano" que se encuentra visionando el reportaje de la televisión pública canaria en el salón de su casa mientras le toma el pulso a un sandwich de pavo. Volvamos a su rostro pasmado y a esa pregunta que se le cuela por dentro cual si fuera un virus estomacal: ¿quién nos protege de la Policía?

Una mueca sombría le recorre el rostro. "Si vas a salir no te metas en líos", le dice a su hijo con la mirada fija en la cruz de Borgoña.