Naiara, el triunfo de la choni de España
No hace ni una semana desde que el programa de Prime Video la coronó como ganadora de la duodécima edición del formato y la artista aragonesa ya tiene la mirada puesta en una carrera de fondo hasta el estrellato en la industria musical. La flamante vencedora de OT no le teme a nada, salvo a tener que apearse de los escenarios y eso es algo que no pasará, al menos, hasta que acabe la gira que arranca en breve con sus compañeros.
Ser una choni es como estar gorda. En principio, no es ni bueno ni malo, solo es una etiqueta que nos coloca el resto por nuestra apariencia física. Lo que convierte las palabras en insultos es el valor que queramos otorgarles y Naiara (26 años) no está dispuesta a dejar ese súper poder en manos de una jauría de avatares con cara de huevo que anonimizan a sus portadores. Ella se coloca el término como corona y se acomoda en el trono que le concedió la audiencia de OT el pasado lunes, cuando fue proclamada vencedora de la primera edición en Prime Video con un 49% de los votos.
Antes de ingresar en la Academia, la artista maña ya cantaba por toda España. No había estudiado música, pero lo suplía con talento y arrojo. Al ser la mayor de seis hermanos, sabía que le tocaba buscarse la vida y puso su voz a bodas, comuniones e incluso funerales desde que dejó los estudios. Se había independizado y, desde 2016, pagaba las facturas como vocalista en la orquesta Nueva Alaska, una de las más valoradas del país. A lo largo de esos ocho años ha dado más de 1.200 conciertos e incluso llegó a rechazar una oferta de Orquesta Panorama, quizás el top de este universo de música itinerante. Lo hizo porque "su corazón estaba en Nueva Alaska", como ella misma ha declarado.
Ese ha sido, precisamente, el motor de toda la trayectoria de esta aragonesa. Sintió que tenía que estar en la duodécima edición del concurso y confió en su instinto hasta el final, incluso cuando dos días antes de la gala 0, esa que determina cuáles serán los participantes definitivos, tuvo que pasar por la consulta del médico porque unas anginas estaban a punto de dejarla sin voz. Nada la ha parado. Con su grito de guerra "'¡Acelera!" llegó al final del concurso sin una sola nominación. No dejó de trabajarse su reinado ni un solo día, porque si hay algo que ha demostrado en el talent show es que hay monarcas que levantan su cetro después de ganarse el respeto de otros que, como ella, saben lo que es levantarse temprano y poner el cuerpo en el intento de vencer. Para Naiara, el sueño pasaba porque todos supieran de qué era capaz con el instrumento que lleva en la garganta y su número uno en Operación Triunfo es solo el comienzo.
El pasado viernes 2 de febrero se anunciaba la salida a la venta de las entradas para los dos primeros conciertos de la Gira OT23: el del 1 junio en el Palau Sant Jordi de Barcelona y el del 27 junio en el WiZink Center de Madrid. En apenas unas horas se agotaban los cerca de 30.000 tickets y se comunicaron dos nuevas fechas. Desde entonces, ya se han vendido más de 120.000 entradas y la tourné de los triunfitos se ha extendido a 12 conciertos en grandes recintos. Además, cuentan con un primer álbum que ha estado en el número 1 de la lista de ventas en España durante 3 semanas y se ha certificado como Disco de Oro.
Ahora comienza el baño de masas, pero la espuma del fenómeno fan que ha acompañado a esta nueva generación de OT acabará bajando y entonces arrancará la carrera en solitario de Naiara. Sobre ese futuro prometedor habló con Público en el plató del programa solo unas horas después de que se celebrase la gran final. Periodistas y concursantes acudimos a la cita con falta de sueño y unas ojeras tremendas, de esas que solo pueden acompañar a las noches más memorables. La de Zaragoza, en cambio, no estaba dispuesta a llegar a su primera comparecencia sin reivindicarse como lo que es: una diva. En una reinterpretación poligonera del little black dress de Audrey Hepburn en Desayuno con Diamantes apareció ante los medios con un maxi collar de perlas, gafas ahumadas y un dos piezas compuesto por un palabra de honor blanco y negro acompañado por una falda desabrochada ―que podría leerse como un guiño al short de Rosalía en Despechá― y botas infinitas como las que lució sobre el escenario en su interpretación del tema de Mónica Naranjo, Sobreviviré. Acababa de entrar en el Olimpo.
Este es el primer día del resto de tu vida. ¿Cómo te imaginabas este momento hace tres meses, cuando entraste en la Academia?
Entró una Naiara con muchos miedos, muchas inseguridades e incluso me preguntaba a veces dónde me había metido, pero sale una Naiara nueva, con la misma esencia, pero más empoderada. Soy la que soy. Nunca me ha dado miedo mostrarme, me la suda todo, pero quizá esa niña que llevo dentro se siente más fuerte.
¿Cómo viviste el instante en el que los porcentajes dejan de ser ciegos y te proclaman ganadora?
¿Qué te digo? Me sentí pletórica, eufórica... Decía: "Me muero, es que me cago encima". [RISAS]
En la gala final confesabas que lo que más orgullosa te hace sentir de tu paso por el programa es que has encontrado "el sonido Naiara". ¿En qué se concreta?
Creo que tengo mucha fuerza y esa energía se transmite, pero lo que más me gustaría es que cuando la gente me escuchase, cerrase los ojos y dijera: "Es ella". Tienen pistas. En los finales siempre hay una nota aguda.
Como sucede al terminar cada edición, Gestmusic os habrá pasado una lista con todos los salseos que se han generado mientras estabais dentro de la Academia. ¿Hay algo que te haya sorprendido?
Yo no he visto esa lista, ¿hay una lista de eso?
El componente reality ha jugado un papel importante en el concurso con el Canal 24 Horas y se ha hablado mucho en redes de las carpetas dentro de OT. ¿Cómo has vivido la tuya con Lucas?
¡Ah, eso! Bueno, yo lo he vivido como lo que es: un hermano.
Los seguidores del formato son como investigadores y se han dado cuenta de que tienes tatuado un felino y él, también.
El mío es un guepardo y creo que Lucas tiene un león. Son casualidades de esas que tiene la vida. Hay veces que conectas con alguien súper fuerte y se crea un vínculo muy guay. Joder, estamos ahí encerrados, no tenemos estímulo de nada y si de pronto encuentras un amigo, te alías con él.
A partir de ahora, ¿cuáles son los siguientes pasos en tu carrera?
Trabajar. Espero currar mucho y quiero aprender a componer mejor, a nutrirme como artista. Ahora tengo mucha hambre de crecer y de sorprender con lo que haga.
En tu paso por el programa has demostrado que eres la definición perfecta de servir coño. Has levantado shows no solo con tu voz, sino con una presencia escénica potente y la ejecución de coreografías muy exigentes. ¿Consideras que la industria musical le pide imposibles a las mujeres en comparación con lo que se espera de ellos?
Ser mujer es estar siempre en el punto de mira, por desgracia; pero creo que ahora mismo las mujeres estamos en un momento brutal en el panorama musical. Las artistas reivindican lo que valemos, lo que somos y el pedazo de coño que tenemos. Podemos hacer lo que nos dé la gana, que nadie nos corte las alas nunca.
¿Te preocupa la maldición del ganador de OT?
Lo que tenga que ser, será. Os habéis reído mucho con la frase, pero es que es así: "Quien tenga miedo a morir, que no nazca". Punto. Lo que tenga que pasar pasará y ya está. Esto es una carrera de fondo y lo único que tengo claro es que tengo que darle duro.
Coincidiste con Amaia Romero en el programa musical Cántame una canción, que se emitió en Telecinco en el año 2010, cuando teníais 13 y 11 años, respectivamente. ¿Cómo recuerdas aquella experiencia?
Fuimos muy amigas en el concurso, estábamos muchas veces juntas en el autobús y tenemos alguna foto juntas. Ella es un amor, un cielo; pero después del programa ya no nos veíamos tanto. Éramos muy pequeñas y vivíamos en ciudades diferentes, pero fue muy fuerte. No sé si cuando vino de visita a la Academia me reconoció porque de verdad se acordaba de mí o porque alguien se lo recordó, pero yo guardo muy buen recuerdo.
¿Podría haber una colaboración entre las dos por los viejos tiempos?
Claro que sí, me encantaría. A saber qué saldría de ahí... [RISAS].
Tu tema para la final fue Sobreviviré, de Mónica Naranjo. Este canto a la libertad es toda una declaración de intención, más allá de lo artístico. ¿Cómo te planteas el ejercicio de resiliencia ante las opiniones de miles de desconocidos en redes sociales?
Mi madre siempre dice eso de "A palabras necias, oídos sordos". ¿Para qué voy a quedarme con el mensaje de alguien que me pueda decirme algo feo que no sea constructivo? Es otra frase hecha, pero a mí me gusta mucho como consejo: "Si lo que vas a decir no más bonito que el silencio, no digas nada". Yo le doy valor a lo que hay que dárselo y me quedaré con lo bueno siempre. Si me critican, es que me da igual. Total, los que tienen esa maldad ni siquiera me conocen.
Todavía no has pisado la calle y ya tienes casi 790.000 oyentes mensuales en Spotify y muchas canciones en las listas de éxitos. ¿Te impresionan las cifras?
Tengo que asimilarlo todo, porque es muy fuerte. Esto es un sueño de hace muchos años, el poder ser algo en el mundo de la música. Yo siento que no he venido al mundo para nada que no sea cantar y soy feliz en un escenario.
Este lunes te hicieron entrega de un cheque por valor de 100.000 euros. ¿Qué vas a hacer con el dinero del premio?
Bueno, una parte habrá que ponerla en tunear mi coche, ¿no? No sabéis lo que lo echo de menos. Eso, lo primero. [Risas] Luego, habrá que ponerle cabeza e invertirlo en mi proyecto. Estoy segura de que ahora se vienen muchas cosas y si puedo ahorrarlo, tampoco vendría mal. Nunca se sabe.
Rosa López ha contado que, después de ganar la primera edición, estuvo viviendo seis meses en la Academia porque era tan grande la repercusión que había tenido el formato que consideraron que era la opción más segura. Si tú tuvieras que pasar por eso, ¿con quién te quedarías aquí, sin cámaras?
Sería chulo vivirlo así, todos juntos.
Durante vuestra estancia en el programa habéis escuchado ya Zorra, el tema que representará a España en Eurovisión. ¿Te identificas con el mensaje que está lanzando el grupo Nebulossa?
Tampoco me he parado mucho a ver qué dice la letra, pero la palabra ya es bonita. ¡Qué vivan las zorras!