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La expresión "servir coño" se ha popularizado en redes sociales. Foto: Freepik.
La expresión "servir coño" se ha popularizado en redes sociales. Foto: @pikisuperstar / Freepik.

«Servir coño»: lo que debería recoger una RAE revolucionaria

A finales de 2023, la Real Academia Española añadió la palabra ‘perreo’ al diccionario, un avance casi anecdótico que aún deja lejos la incorporación de otras expresiones que se escuchan con cada vez más frecuencia entre la generación zeta y que reivindican la igualdad por medio del uso que damos a las palabras.

Laura Cuesta

Anoche Naiara sirvió coño y acabó proclamándose ganadora de Operación Triunfo 2023. La expresión puede parecer grosera y vulgar para boomers desactualizados aunque «con dos cojones» forme parte de su vocabulario habitual —, pero no existe una apreciación más acertada para describir lo que sucedió la noche del lunes en el Parc Audiovisual de Catalunya. Al menos a vista de los zeta hispanohablantes que navegan cada día por redes y que, hace ya algunos meses, adoptaron la expresión del inglés serving cunt

Los que hayan estado en una cueva mental sin acceso a Internet todo este tiempo y no sepan su significado no se preocupen. Si Ramón García aprendió lo que significa servir coño en las campanadas después de que Ana Mena le espetara «Hoy aquí hemos venido a servir», todos podemos hacerlo. 

Servir coño (o simplemente servir, como bien utilizó la malagueña) se utiliza para alabar una demostración de empoderamiento. Ocurre cuando dejas patente la diva que eres. «Cualquier género puede servir coño. Es una mentalidad», explica el Urban Dictionary. Ir por la vida sirviendo implica mostrar la mejor versión de uno mismo, pisar fuerte y deslumbrar. Servir es lo que hizo Shakira cuando cantó «las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan».

Reflejo de un cambio

«Las palabras pueden ser como rayos X si se usan apropiadamente. Lo atraviesan todo», sostenía el escritor y filósofo británico Aldous Huxley en su popular novela distópica Un mundo feliz. Cada generación incorpora nuevas palabras y expresiones a su léxico habitual y, de alguna manera, atraviesan la forma en que percibimos y comprendemos el mundo que nos rodea.

«Antes reconocer que te meterías algo por el culo y te daría gusto sería tabú. En realidad, si la gente joven está diciendo esto como algo positivo, es un avance», explicaba Moderna de Pueblo en una entrevista a RTVE en relación a la otra expresión del momento. Por el culo (o PEC, como se ha estandarizado) es la hermana mayor de servir coño, pues se popularizó hace ya un año en nuestro país. 

La generación zeta ha desarrollado su propia manera de comunicarse como lo hicieron sus predecesores pero con una particularidad clave. Sus miembros resignifican las palabras y expresiones hasta ahora entendidas como malsonantes, apropiándose de ellas. Como el Zorra de Nebulossa o el Maricón de Samantha Hudson

¡Cuidado, malsonante!

En la normalización de estas nuevas formas de hablar participamos todos. Cuando Pablo Lluch, profesor de Operación Triunfo, dijo en un pase de micros que «en lenguaje moderno, Ruslana va a servir coño» refiriéndose a su actuación de Slomo, a Noemí Galera se le cambió la cara. «PEC queda disimulado, pero has dicho una palabra… A partir de ahora será mejor decir servir lomo», le corrigió la Directora de la Academia. Haciendo referencia a Rigoberta Bandini y su Ay mamá: ¿Por qué da tanto miedo decir «coño»? Suponemos que en este contexto el susto vino asociado a la posible penalización de Youtube por el uso de palabras malsonantes en directo, aunque no son pocos los que se han escandalizado con la expresión. 

En inglés, la palabra comenzó su viaje hacia un nuevo significado en los suburbios de Nueva York, donde durante décadas las mujeres trans negras y las personas queer lo empezaron a usar como adjetivo para denotar superioridad femenina. Así lo explica el periodista David Mack, de la Rolling Stone, que recuerda que en 1995, la drag queen Kevin Aviance lanzó la canción Cunty (The Feeling). «She’s cunt, he’s cunt, they’re cunt, I’m cunt» [Ella es coño, él es coño, ellos son coño, yo soy coño], dice la letra. «Dado que la política de identidad es ahora una parte tan común y explícita del discurso público, tiene sentido que las palabras destinadas a ser armas contra grupos particulares sean reapropiadas como una forma de debilitar esas armas y redirigir su fuerza», sostiene el periodista.

«Dar por culo» como expresión parar referirnos a aquellas cosas que nos molestan, relacionando el sexo anal como algo peyorativo, ya se está quedando obsoleto ―por suerte para todos―. También el «esto es un coñazo» para designar lo aburrido. Aquí somos más de PEC y servir.