Jóvenes y virales: balance de la última edición de ‘Operación Triunfo’
Esta noche nos despedimos de OT 2023, la primera edición del programa musical que da el salto a Prime Video y que ha acabado convirtiéndose, un año más, en todo un éxito digital.
Después de más de 90 días encerrados, los concursantes de Operación Triunfo se despedirán esta noche de la Academia que ha sido su casa. También los fans dirán adiós al programa más comentado de las redes sociales en las últimas 14 semanas. Para hacernos una idea del impacto, el hashtag #OT2023 supera las cuatro mil millones de visualizaciones en Tiktok. La despedida tendrá lugar en Prime Video a partir de las 22:00 horas, cuando dará comienzo la gala final. En ella, Naiara, Juanjo, Paul Thin, Martin, Lucas y Ruslana competirán por el primer puesto y los 100.000 euros.
La mecánica para elegir al ganador será como en las ediciones de 2017 y 2018. En la primera parte de la noche, actuarán los seis finalistas con sus canciones elegidas. Se cerrará el televoto y los tres concursantes con menos apoyo abandonarán la competición. En ese momento, los contadores se pondrán a cero y de nada servirán los votos recibidos durante la semana. Los tres finalistas volverán a interpretar la canción que cantaron en la gala 0 y el público tendrá que elegir a uno de ellos. Entonces Chenoa dirá el nombre del sucesor de Nia, Famous y Amaia. Se trata de un cambio con respecto a OT 2020, la última edición, donde las votaciones no se pusieron a cero durante la gala sino que los votos se acumularon.
OT se despide de una edición especial, marcada por una emisión en una plataforma de pago, una edición joven y diversa (la mayoría de concursantes ha confirmado pertenecer al colectivo LGTBIQ+) y una gran viralidad en redes sociales.
Las críticas a la semifinal
La última gala llega después de una semifinal convulsa, en la que el fandom acusó al programa de boicot. El jurado eligió como cuarto finalista a Martin, quien en el programa anterior recibió la puntuación más baja por parte de Cris Regatero, Pablo Rouss y Concha Buika. Junto a Ruslana, el de Getxo consiguió un 24,5, una puntuación por debajo de otros compañeros como Bea y Lucas (26,5 puntos), quienes también luchaban por hacerse un hueco en la final. ¿Cómo era posible que una persona que fue peor valorado acabara pasando a la final antes que otros con una mejor puntuación?
Entonces llegó el momento de los profesores, que salvaron a Lucas dejando a Bea y Ruslana en manos del público. La madrileña acabó siendo la expulsada con un 45% de los votos, quedando fuera una de las voces más potentes de todo el concurso. La indignación no tardó en llegar en redes sociales, donde algunos llegaron incluso a acusar de tongo y boicot al programa por las decisiones tomadas.
Mucho público joven de esta edición probablemente no vivió la expulsión de Agoney en OT 2017 o la de Chica Sobresalto en OT 2018 a las puertas de la final. No siempre llueve a gusto de todos y determinar quién es justo merecedor de ser finalista en este programa lleva siendo polémica desde que empezó.
Ganadora en encuestas
A la final llegamos con pocas dudas. Naiara gana en todas las encuestas con casi el 40% de los votos. La zaragozana tiene todas las papeletas de llevarse los 100.000 euros esta noche después de ser la única concursante que ha salido tres veces favorita durante la edición. Aunque todo puede cambiar tras las actuaciones, los fans del programa llevan años sin llegar con una apuesta tan segura a la última gala. Amaia se enfrentó a Aitana en 2017 y Famous a Alba Reche y Natalia Lacunza en 2018; la tensión se estiró hasta el último momento en ambas ediciones.
Hace unas semanas, no todo estaba tan claro. Ruslana era otra de las grandes favoritas para alzarse con la victoria. Así se lo dejó caer su hermana durante las firmas. “Mi hermana me cogió y me dijo que podía ganar y eso me metió más presión. No sé si necesitaba que simplemente me dijera que estaba todo bien”, le contó la concursante a Chiara.
A partir de entonces, el concurso de Ruslana cayó en picado. El comentario de su hermana la desestabilizó hasta tal punto que se ha convertido en una de las concursantes que peor está llevando la recta final. Sus malos comentarios y gestos en la Academia hacia sus compañeros y profesores, en muchas ocasiones sacados de contexto, empezaron a circular por redes sociales. Su familia tuvo que pedir que cesara el odio en Internet hacia la concursante, pero su imagen ha sido tan debilitada que las posibilidades de ganar están más lejos que nunca.
Los singles y la gira
Una vez cierre la Academia, los triunfitos dejarán de ser concursantes para intentar convertirse en artistas. El primer paso lo dan con su primer single, ese premio que se llevan los participantes del programa por el simple hecho de haber sido seleccionados. Todos tienen la oportunidad de sacar una canción nada más salir del programa, pero tienen dos condiciones: el tema se publica con Universal y este sale en exclusiva durante una semana en Amazon Music. Un momento cuanto menos delicado para aliarse con la discográfica después de la falta de acuerdo con TikTok. Ya están fuera los singles de Suzete, Omar Samba, Denna, Salma, Álex Márquez, Violeta y Álvaro Mayo.
Sus carreras como artistas independientes tendrán que esperar, pero no tardaremos en escuchar sus primeros temas en directo porque al poco de terminar el programa empezarán los ensayos de la gira de conciertos. Bilbao, Fuengirola, Murcia, Sevilla, Granada, Zaragoza, El Puerto de Santa María y Valencia se suman a la gira tras el anuncio de los conciertos en Barcelona (1 y 2 junio) y Madrid (27 y 28 junio). Ambas ciudades tienen el cartel de sold out colgado para el primer día y las últimas entradas a la venta para el segundo. A pesar de que el formato cuenta con una enorme masa de seguidores en la generación zeta, que no destaca precisamente por su bonanza económica, los precios oscilan entre los 40 y los 200 euros. En Barcelona, por ejemplo, una entrada en pista cuesta 63 euros. El Fan Zone alcanza los 164.
Esto no es nada nuevo. “Me parece maravilloso que en @OT_Oficial les digan a los chicos que se relajen y no se crean superestrellas porque no son Beyoncé, pero luego las entradas de sus conciertos tengan precios de gira de Lady Gaga. Muy irónico todo”, reflexionó ya un tuitero en la edición de 2017.
Reflejo de una era
Operación Triunfo va más allá de polémicas, ganadores y giras posteriores. El programa ha conseguido salir reforzado de su llegada a Prime tras sus dos etapas anteriores en la televisión generalista (TVE y Telecinco). Al principio fue una apuesta a ciegas, pues no había ningún otro programa en directo como este en una plataforma de pago. Ahora los resultados hablan por sí solos: un total de 1,8 millones de espectadores únicos disfrutaron de las galas en el mes de noviembre, según un informe de la consultora SigmaDos30.
No todo ha sido un camino de rosas. La dificultad para conseguir los derechos de las canciones y hacer un reparto de temas en condiciones ha estado ahí hasta el final. Conseguir que los concursantes emocionaron con alguna actuación, como Amaia lo hizo con Shake it Out o Alba Reche con La llorona, tampoco ha sido fácil. No fue hasta la pasada gala 8 cuando Cris, quien acabó siendo expulsado esa noche, consiguió llevar la emoción al escenario y ponerle los pelos de punta a los espectadores. Dos galas después, fue el turno de Bea y su versión de Se acabó.
Todo compensa cuando el resultado es un programa espejo de la juventud. La edición se ha convertido en la más diversa hasta la fecha. “Hay incluso algún heterosexual”, llegó a bromear Paul Thin refiriéndose al grupo de concursantes. Este año, el fandom del programa hasta ha podido ver por primera vez en directo el romance de dos chicos, que no han tenido problema en mostrarse cariño frente a las cámaras.
Como cada edición, Operación Triunfo trata de ser ejemplo. Los chicos y chicas de la Academia han tenido charlas sobre diversidad y realidades LGTBIQ+, salud sexual, acoso y autoestima y relación con el cuerpo, entre otros. Fuera del horario de clases, los concursantes no han tenido problema en hablar de sus sentimientos y frustraciones, demostrando que las nuevas generaciones llegan con, al menos, un poco más de inteligencia emocional que sus predecesores.
Pese a las polémicas y el hate en redes, el balance es positivo. Operación Triunfo cierra sus puertas y a los fanáticos del formato solo les queda esperar para saber cuándo empezará la próxima edición.