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Natalia Lacunza. Foto cedida por Universal Music.
Natalia Lacunza. Foto cedida por Universal Music.
Natalia Lacunza. Foto cedida por Universal Music.
Natalia Lacunza. Foto cedida por Universal Music.

Natalia Lacunza: «No se puede hacer todo a la vez durante demasiado tiempo»

‘Duro’ es el cuarto trabajo discográfico de esta artista pamplonica que ha decidido bajar de los escenarios durante un tiempo para dar otras alas a su inspiración. Antes de ese apagón controlado, nos deja cinco temas que van desde la electrónica al hyperpop. ‘Público’ conversa con ella sobre este EP, donde muestran su lado más verdadero e invita a evaporar las penas en la discoteca.

Aurora Muñoz

«Ojalá que puedas ver / Cualquier ilusión caer». Así arranca Verdadero, un sad pop que la artista pamplonica ha escogido como último adelanto de su EP Duro y que dio a conocer en el Spotify Equal Fest. Con esta bocanada de aire fresco, Lacunza se llena los pulmones y echa el cierre a tres años ininterrumpidos de música en directo tras un concierto en la madrileña sala La Riviera, donde se despidió de Tienes que ser para mí, su primer LP. Sin embargo, la cantante no está dispuesta a irse con las manos vacías y este 29 de septiembre ha dejado a sus seguidores un cuarto trabajo discográfico configurado por cinco temas que fluyen entre los sonidos electrónicos y el reguetón.

Aquella Nana triste con Guitarricadelafuente sigue presente en la estela intimista de sus letras, pero esta vez Lacunza se concede la licencia de liberar sus tristezas sin languidez y envuelve los versos más crudos con un hyperpop que ha definido como una forma de «echarle mala leche» a la congoja. De esta manera, Natalia hace un viaje experimental entre sintetizadores de la mano del productor DRUMMIEPau Riutort en búsqueda de su sonido identificativo.

Fiel a su estética, la artista navarra presenta este último EP en formato vinilo con diseños de Ángela Bacher, que ha optado por reflejar en la portada la personalidad de cada canción a través de una colección de cinco gatos que recuerdan a ositos de gominola con un punto macarra. Antes de darse un descanso, Natalia ha hablado con Público sobre este trabajo y sus perspectivas de futuro, en las que no contempla nuevos baños de masas en una buena temporada.

Duro viene fuerte, con un sonido más techno. Es tu EP más bailable, pero sigue manteniendo una esencia muy atmosférica e intimista. ¿Ha llegado el momento de sacudirse la pena en la discoteca?

Es el último update sobre mi estado musical y mental. Llevo ya cinco años haciendo música desde que entré en Operación Triunfo y me puse a trabajar con profesionalmente en esto. Si lo pienso, no he parado de evolucionar en todo ese tiempo. Han sido años muy intensos y con muchísimo aprendizaje, pero ahora me toca pasar por una rave interna. La música siempre es un reflejo del alma y estas cinco canciones son una despedida de toda esa etapa. Me he divertido un montón al escribir, arreglar y producir este EP. Ya veremos que viene después…

Verdadero tiene una letra que araña por dentro: «Que Dios me perdone por no haber sabido / Cuál era el momento de reconocer / Dejarme de lado, no sacarme brillo / Y tapar el oro que esconde mi piel». ¿Por qué es tan difícil ‘dejarse ser’ en la industria de la música?

Es una batalla constante. Verdadero es habla de un life changing, ese momento para reconocer tu propia valentía y dejar un poco al lado ese síndrome del impostor que arrastramos prácticamente todos los artistas en algún momento de nuestra carreta. Al final, estás trabajando con tu emoción, desde las entrañas y eso puede ser muy satisfactorio en algunas ocasiones, pero también tiene su parte negativa. Vives expuesta y todo va muy rápido, los números son lo más importante de puertas para afuera y hay días en los que no tienes tanta fuerza como para confiar en ti.

Duro, el sencillo que da nombre a este EP, toca la raíz: «Me miro de cerca y no me gusta», cantas. ¿Has aprendido a reconocerte en el espejo con el ‘traje de cantante’?

Creo que es una emoción fácil de entender, pero la gente no se suele plantear que los artistas nos sintamos de esa manera. Así, de primeras y sin entrar en lo profundo, parece un trabajo precioso y lo es. La música es súper bonita y y te sientes afortunada por poder hacer lo que haces, pero también conlleva muchos procesos internos y un enorme cuestionamiento. Hace falta una gran fortaleza para afrontar esas dudas que igual no te tocan tan de lleno en otro tipo de empleos. Hablar de ello ayuda a que la gente se dé cuenta de que es un camino más complicado de lo que parece, pero también es una manera de desahogarme un poco cuando las cosas se hacen bola. Las canciones pueden sacarte de situaciones en las que estabas atascada, destapar emociones bloqueadas que tenías ahí sin descifrar y reconocerte. Ese es el camino que a mí se me abrió con Duro.

Has decidido que no habrá gira para la presentación de tu último trabajo. ¿Te pide el cuerpo una fase de recogimiento?

Llevamos trabajando sin parar un tiempo bastante prolongando. Hemos enlazado la creación de nuevos proyectos, con la promoción y tocar al mismo tiempo y haciendo. Ahora necesito una etapa para replantearme cómo quiero afrontar el siguiente proyecto e incluso para vivir, para tener inspiración y poder experimentar cosas que me hagan escribir. Lo que más me gusta del mundo es hacer mis letras y me hace falta dejar un poco al lado toda esta vorágine para tener espacio y crear un proyecto desde cero con aire fresco. Estoy muy inspirada, pero hay que tener tiempo para digerir esas emociones y plasmarlas. Llega un momento en el que te das cuenta de que tienes que priorizar y darle a cada cosa su momento. No se puede hacer todo a la vez durante demasiado tiempo.

El otro día contabas en La Resistencia que ya puedes comprarte una casa, una aspiración muy lejana para la mayoría de tu generación. ¿Se puede vivir todavía de la música?

Sí, aunque también advertí que tengo para una casa en Pamplona, pero no podría ser propietaria en Madrid. [Risas]. Con todo, nunca me habría imaginado que en seís años podría tener todo esto. Me siento afortunada de hacer lo que hago y trato de proteger un plan de vida con el que pueda ayudar a mi familia, que se ha sacrificado toda la vida por mí. Ya que me ha tocado experimentar algunas cosas muy pronto, quiero aprovechar esa suerte. Sé que hay muchísima gente en todo el mundo que sueña con ese momento y yo soy muy consciente de lo que tengo, pero también hay que poner en valor el trabajo que he hecho para conseguirlo.

En Me he pillao x ti colaboras con Ana Mena, otra artista que también está de cierre de ciclo y lo ha clausurado con un ‘no hay billetes’ en el Wizink Center. ¿Podremos verte pronto llenando en solitario el antiguo Palacio de los Deportes

Pues a ver, a mí me encantaría, pero creo que hacer un Wizink Center es una cosa súper súper tocha y hacen falta muchos años de trabajo para eso. Estoy abierta. Si pudiera hacerlo en algún momento, sería increíble y súper bienvenido, pero tengo claro que lo más importante en un proyecto es ser sincera con una misma y hacer lo que a una le apetezca. Yo no hago Radio Fórmula, mis temas no son tan evidentes, pero al final la gente se toma bien música que hago. Cuanta más gente escuche mis canciones, más agradecida estaré, pero quiero seguir fiel a lo que soy y eso a veces tiene la consecuencia de que el desarrollo es un poco más lento, aunque tampoco es algo que me preocupe.