La moda ‘coquette’: ¿reivindicación de la feminidad o infantilización tóxica?
La tendencia que arrasa en TikTok viste a las mujeres con lazos, volantes y colores pastel. Detrás de una estética de masas que triunfa en la red social china se esconde un debate sobre si esta empodera las mujeres o perpetúa los roles de género.
La moda siempre vuelve. Hace unos meses, la tendencia que triunfaba en redes sociales era el Y2K, basado en la estética de principios de los años 2000 con ombligos al aire, pantalones de tiro bajo y delgadez extrema. Ahora la última tendencia se llama coquette y exalta algunos rasgos tradicionalmente asociados a mujeres vestidas al estilo victoriano o directamente como muñecas. La estilista Marisa Ledford lo definió en la revista People como un “estilo híper femenino” que utiliza vestidos de muñeca, volantes, lazos, leotardos y colores pastel como elementos distintivos.
Solo en TikTok, la red social de la generación zeta por excelencia, la etiqueta #coquette acumula ya más de 20.000 millones de visualizaciones; en Instagram supera los 1,6 millones de publicaciones. En los videos publicados vemos a mujeres con vestidos pomposos de tejidos delicados, como el satén y el encaje, y el pelo recogido con lazos.
De Coppola a Barbie
Ledford dice que la estética coquette recuerda a la época de la Regencia victoriana. De hecho, uno de los referentes clave de la estética coquette se encuentra en la película Maria Antonieta (2006), dirigida por Sofia Coppola.
Entre sus referencias más actuales encontramos a Lana del Rey. La cantante ha participado recientemente en una campaña publicitaria de Skins, la marca de ropa de Kim Kardashian que desde su estreno ha estado cargada de polémica. Con motivo de la celebración de San Valentín, pudimos ver a la artista vestida con todo lo que la corriente coquette idolatra: lazos, transparencias, gatos y tejidos delicados.
Este 2023, la encargada de inundar el mundo de rosa fue la película de Barbie, que consiguió recaudar más de 1.200 millones de dólares, convirtiéndose en la más taquillera el año pasado. El filme de Greta Gerwig reivindicó el uso de la feminidad y la exageración de los estereotipos femeninos como una herramienta de empoderamiento. Algunos creen que la estética coquette que arrasa en TikTok podría seguir el mismo camino, pero ¿y si no?
¿Empoderamiento o perpetuar estereotipos?
Una de las representantes de esta corriente en TikTok, Kellen Becket, explicó en un reportaje de la revista estadounidense Nylon que la moda coquette es una manera de abrazar la feminidad, algo que hasta hace muy poco estaba muy mal visto. “Ser femenina y abrazar esa feminidad no estaba bien visto en el pasado. Pero ahora disfrutamos de esta época de reivindicación de lo híperfemenino gracias a tendencias como la de Y2K y el Barbiecore. La feminidad no debe impedir, ni impide, ser inteligente, capaz o madura. Aceptar quién eres y lo que te gusta tiene su poder. Si te gustan los vestidos babydoll y los refrescos de cola, no hay absolutamente nada malo en ello”, señala.
Algunas periodistas expertas en el mundo de la moda defienden la misma línea de argumentación. “Es una manera de subvertir el género: a base de subrayar la feminidad, el artificio se pone de relevancia. Y se convierte en algo performativo, construido”, subraya Alexandra Lores, editora de Moda y Belleza en Vogue España en un artículo del medio.
Sin embargo, no puede olvidarse la otra cara de la moneda. Al resaltar y exagerar los aspectos tradicionalmente asociados con la feminidad, como el rosa, las formas infantiles o los adornos excesivos, la moda coquette puede reforzar la idea de que las mujeres deben adherirse a ciertos estándares de belleza y comportamiento para ser aceptadas socialmente. Reducir la feminidad a una apariencia física, dejando a un lado otras cualidades, puede también seguir contribuyendo a la objetivación y cosificación a las que las mujeres han sido históricamente sometidas.
Infantilización y… ¿sexualización?
“Dejando de lado el hilarante reclamo del regreso de la virtud femenina, es inevitable pensar que esos símbolos sí refuerzan esa construcción social de género que tanto hemos cuestionado y hasta cierto grado de infantilización”, explica la periodista Ita María en un artículo en Volcánicas. Desde que apareció la tendencia coquette y esta comenzó a ganar seguidoras y creadoras en TikTok, otro de los debates se ha centrado en si esta moda infantiliza a las mujeres y, en cierto modo, las sexualiza.
El debate sobre la pedofilia también se ha puesto sobre la mesa. “Decir o pensar que porque una mujer se pone moños, cintas o usa colores pastel, está de alguna manera incentivando la pedofilia, es poner el foco en el lugar incorrecto, que es el de las víctimas. Replicar esos discursos que hemos escuchado a lo largo de nuestra vida, como que por la forma en que una se vista puede ser víctima de acoso, es violento. Si alguien siente atracción por unas prendas porque le recuerdan a niños y niñas, es esa persona quien tiene un problema, no quienes lo usan”, explica la periodista Laura Vásquez Roa en la revista Rolling Stone.
La moda coquette no solo trata de que las mujeres se pongan vestidos pomposos y lazos en el pelo, sino que también plantea interrogantes sobre los estereotipos asociados a la feminidad: qué implica y a quiénes incluye este concepto. Esta tendencia invita a reflexionar sobre cómo la sociedad define y limita la feminidad, así como sobre la diversidad de formas en que las mujeres eligen expresarse.