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Un hipster en la España vacía
Cartel de Un hipster en la España vacía (Foto: Prime Video)
Un hipster en la España vacía
Quique, el protagonista de la película 'Un hipster en la España vacía'. (Fuente: Prime Video)

‘Un hipster en la España vacía’, la comedia que llega para unir a pueblos y ciudades

El director Emilio Martínez-Lázaro atiende a UwU para hablar sobre la película en la que Quique, un joven político, llega a un pueblo de la España profunda para modernizarlo, aunque se dará cuenta que es él quien tiene mucho más que aprender.

Aurora Muñoz / Helena Celma

España es un país con una población de 48.592.909 personas, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). A pesar de ser un territorio vasto, el problema es que gran parte de las personas se acumulan en las grandes ciudades. Por ejemplo, en el área metropolitana de Barcelona se acumulan 3.303.927 personas, mientras que la ciudad de Madrid sumaba 3.332.035 en 2023. 

Este éxodo hacia las grandes ciudades pone sobre la mesa un fenómeno que arrastra el país en las últimas décadas: la España vaciada. La población abandona los ámbitos más rurales y los pueblos más recónditos para irse a las grandes urbes, donde las posibilidades de prosperar económicamente son mayores.

Este panorama deja graves consecuencias, ya que se pierden tradiciones y culturas de generación en generación y la población de los pueblos españoles acaba siendo residual. Este escenario es precisamente el que trae Prime Video con Un hipster en la España vacía, una película que se estrena este miércoles 27 de marzo. 

Este film está protagonizado por Lalo Tenorio (La familia perfecta) y Berta Vázquez (Vis a vis), junto a Paco León (Mari(dos)), Macarena García (Paraíso), Rober Bodegas (De Caperucita a loba), Tito Valverde (Un asunto privado), Miguel Rellán (Voy a pasármelo bien) y Lucía Díez (El Cid).

El largometraje trata sobre Quique, un joven político al que mandan a un pueblo de Teruel para modernizarlo mediante nuevas políticas. Sin embargo, no sabe ni por dónde empezar, ya que lo que se encuentra son personas de generaciones avanzadas a las que las tendencias modernas les pueden sonar, en ocasiones, a chino, por no hablar de que intentarán tomarle el pelo de todas las formas posibles.

Sin embargo, contará con la ayuda de Lourdes, la camarera del bar, quien le enseñará que necesita escuchar a sus nuevos vecinos si quiere salir airoso de esta experiencia, y que también puede aprender de ellos.

Teniendo estos dos puntos de vista, es fácil reconocer los estereotipos de personas más ‘urbanitas’, mientras que también se pueden ver los puntos más característicos de los individuos del entorno rural. Todo ello llevado al máximo exponente de la comedia y la sátira.

“Creo que tanto el pueblo en su conjunto como los habitantes individualmente considerados conforman una pequeña sociedad perfectamente reconocible. Los personajes del partido vanguardista están tratados con la ironía que conforma la sátira de la película”, nos explica Emilio Martínez-Lázaro, el director de Un hipster en la España vacía.

Dos mundos distintos, pero entrelazados

El largometraje de Emilio Martínez-Lázaro es una ventana al mundo rural, en la que la gran ciudad pasa a ser un complemento secundario. A veces, estamos tan centrados en la rutina y en el estrés vital que comporta vivir en una capital que se nos olvida que hay otras formas de vivir, y no por ello peores. No es necesario ir de un lado a otro con prisas y urgencias, se puede tener otro ritmo. 

Pero más allá del tipo de vida, los pueblos conservan la memoria de las tradiciones más arraigadas a la cultura española, esa que a veces se nos olvida o la vemos como un ente lejano. “No se nos escapa la esencia sólo por la mirada centralista, entre otras cosas porque no es el único tipo de mirada en España, pero sí que hay una gran distancia cultural y social entre las grandes ciudades y la llamada España vacía”, lamenta Emilio Martínez.

Esta distancia que nombra la película es palpable cuando ciertos adjetivos se asocian al imaginario de uno y de otro. Por ejemplo, mientras que la ciudad se relaciona con la modernidad, a muchos pueblerinos se les asocia con el concepto de “paletos”. Mientras que un niño de capital tomará un medicamento para el resfriado, el que sea de pueblo tendrá preparado algún brebaje tradicional que le hará recuperarse en un santiamén. 

Muchas veces, se presupone que los mecanismos para actuar o la sabiduría que almacenan las ciudades es mejor por el hecho de pertenecer a una sociedad que se moderniza más rápidamente, pero no por ello es más válida que la de los pequeños municipios. “La sabiduría del pueblo está repartida entre campo y ciudad. No todo lo que en un pueblo prácticamente abandonado consideran sabiduría popular lo es. Muchas veces se trata de prejuicios y desconexión con una sociedad que avanza o retrocede, pero que se mueve sin cesar”, apunta el director del largometraje. 

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La mayor parte del rodaje se realizó durante la pasada primavera y tuvo como escenario principal el pueblo de Fuentespalda, en Teruel. “Ha sido un rodaje muy agradable, entre habitantes muy acogedores, simpáticos y respetuosos con nuestro extraño quehacer”, explica Emilio Martínez.

Una apuesta exitosa

Un hipster en la España vacía es una comedia basada en el libro homónimo de Daniel Gascón, y llevada a la gran pantalla por el madrileño Emilio Martínez-Lázaro. En su filmografía acumula películas de gran renombre como Ocho apellidos vascos o Las 13 rosas.

Su primera aproximación a la crítica fue mejor de lo esperado. En el Festival de Málaga, que tuvo lugar a principios de marzo, se llevó una gran ovación, algo que ya le sucedió en antaño cuando presentó El otro lado de la cama. “No exagero si califico el recibimiento de extraordinario. El público se volvió hacia nuestro palco y aplaudió durante muchos minutos”, celebra el director. 

Atreverse con una comedia romántica puede dar cierto vértigo cuando llevas a cuestas el mundo de Ocho apellidos. De hecho, la primera entrega de 2014, Ocho apellidos vascos, se convirtió en aquel entonces en el mejor estreno de una película española desde Lo Imposible, recaudando más de 2,8 millones de euros en el primer fin de semana en taquilla. Sin embargo, este ‘sambenito’ no es motivo de miedo para Emilio Martínez, sino de orgullo: “Creo que es el fantasma que todos los profesionales desearían llevar”. 

No obstante, lo que está claro es que el mundo cómico quedará apartado para él durante un tiempo, ya que su siguiente película será “de corte muy dramático, tratará sobre un episodio terrible de los años cincuenta del siglo pasado”, nos confirma. 

Por lo tanto, desde este miércoles ya se podrá disfrutar de esta comedia en Prime Video, donde la sátira a lo moderno y la reconciliación con la España vacía serán el punto central durante más de una hora y media.