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Chat GPT, tu mejor aliado para ligar
La inteligencia artificial puede darte un empujón a la hora de buscar pareja en plataformas virtuales como Tinder.
Hace tiempo que los bots se instalaron en nuestra vida para cambiarla para siempre. De hecho, la última muestra de ello es el Chat GPT, una herramienta que simula la conversación con alguien a quien le puedes preguntar millones de cosas, desde la receta para hacer la mejor tortilla de patatas de tu vida hasta cómo afrontar un trabajo del instituto. Profesores del mundo, si de repente vuestros alumnos hacen una entrega excepcional, desconfiad.
Hay otra funcionalidad que nadie hubiera imaginado en un primer momento, pero que sin duda está ayudando a más de uno. Se trata del capote que te echa para ligar por medio de plataformas virtuales. Eso significa que quizá encuentres al amor de tu vida por Tinder y quede para la posteridad que el inicio de vuestra conversación no la iniciaste tú, sino la inteligencia artificial, aunque eso mejor no lo digas el día de vuestra boda, por si acaso.
Si te cuesta romper el hielo en una conversación virtual, ChatGPT se erige como uno de tus aliados. Es como ese colega que te dice “va, dile algo”, pero con más soluciones, ya que convierte ese “algo” en frases que te permiten entablar una conversación.
Pero su funcionalidad no se limita tan solo a decirte frases con las que iniciar una conversación, sino que también te permite crear fotos y una buena biografía en tu perfil, tal y como demuestra este usuario en TikTok:
Otro ejemplo claro de lo que puede hacer el ChatGPT por ti es ayudarte a que la conversación no decaiga y mantener el interés de la persona que está al otro lado de la pantalla. Sin ir más lejos, un usuario explicó que la inteligencia artificial le redactó un poema para enviarselo a una chica con la que la conversación no fluía mucho, precisamente.
El joven salió ganando claramente, ya que la chica le dijo que “no había conocido a un chico que le escribiera un poema” y que le encantó.
Está claro que este método no te servirá en persona, ya que sería muy raro que estuvieras hablando con él o ella y escribiendo en el móvil a la vez para conseguir la respuesta más ingeniosa. De hecho, esto también debería hacerte replantear qué respuesta inteligente creada por la IA le envías. Quizá te haces pasar por un entendido de la historia y cuando te pregunte por la Segunda Guerra Mundial te quedas a cuadros. Cuidado, crack.
La posibilidad de que exista una especie de voz de la conciencia robótica que nos ayude a ligar tiene muchas partes buenas, pero no todo es tan bonito, ya que demuestra la posibilidad de que lo que conocemos por internet no sea del todo cierto.
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Quizá la María o el Manuel que estamos conociendo por el mundo virtual no son realmente lo que aparentan ser. No obstante, este intento de causar buena impresión desde el primer momento es un clásico. Todo el mundo intenta parecer más guapo, más inteligente y más divertido cuando conoce a alguien. Esto sucede desde muchísimo antes de que existiera la inteligencia artificial, pero lo importante es saberlo mantener cuando el encuentro pasa a ser presencial.
La inteligencia artificial, una amiga lejana
A pesar de que la inteligencia artificial ha pegado un absoluto boom en el último año, la realidad es que sus orígenes se remontan ochenta años atrás. En la década de los cincuenta, John McCarthy, Marvin Minsky, Claude Shannon y otros científicos crearon el campo de la inteligencia artificial como una rama de la informática y la teoría de la computación.
McCarthy, en una conferencia de 1956, decía lo siguiente sobre la inteligencia artificial que estaba investigando: “Este estudio procederá sobre la base de que todos los aspectos del aprendizaje o de rasgo de la inteligencia pueden, en principio, ser descritos de una forma tan precisa que se puede crear una máquina que los simule”.
Sus predicciones no iban mal encaminadas, ya que estos investigadores se dedicaron a desarrollar algoritmos y modelos matemáticos que imitaban el aprendizaje y la toma de decisiones humanas en las computadoras.
En las décadas posteriores, la inteligencia artificial fue desarrollándose en varias etapas, desde una más elemental en la que creaban programas para resolver problemas matemáticos o jugar al ajedrez, hasta la actual, donde los investigadores han conseguido crear máquinas que imitan prácticamente las redes neuronales.
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A día de hoy es difícil pensar que la inteligencia artificial tiene algún límite más allá de los sentimientos, algo que sigue diferenciando a las máquinas de los humanos (de momento), pero que no tardará en llegar a este paso.