Los Pirineos son esa cordillera montañosa espectacular que sirve de frontera entre España y Francia. Cada lugar de este espacio natural es perfecto para descubrir y practicar muchas actividades de turismo activo, así que a veces es difícil cuál escoger entre todos ellos cuando nos acercamos a visitarlo.
Por nuestra parte, vamos a recomendarte algunos de sus sitios más especiales. Estos son nueve rincones mágicos en los Pirineos que te animamos a descubrir en tus paseos de primavera o verano. Si los tienes cerca, no tienes excusa.
Cañón de Añisclo
En Huesca (Aragón), el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, catalogado como tal desde 1982, se localiza el cañón de Añisclo, erosionado por el río Bellós a lo largo de 25 kilómetros, en la comarca de Sobrarbe. En el entorno también puedes ver numerosas cascadas el puente de San Úrbez, la ermita de San Úrbez y el molino de Aso. Y no dejes de recorrer alguna de las rutas de senderismo de la zona.
Gradas de Soaso
Otro de los rincones mágicos en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, que también fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997, se encuentra en las conocidas como Gradas de Soaso. Esta bella sucesión de cascadas en el curso del río Arazas se localiza en la ruta que conduce a la cascada más popular del espacio natural: la Cola de Caballo. Te aconsejamos que te acerques primero al Centro de Interpretación del Parque, en el pueblo de Torba, donde te ofrecerán toda la información necesaria para realizar la ruta.
Lago San Mauricio
En tierras catalanas, en Lleida, en el Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici, se encuentra el lago San Mauricio, que conforma otro de los rincones mágicos que te recomendamos. Está rodeado de imponentes montañas, a unos 1910 metros de altitud sobre el nivel del mar, y es un lugar idílico para recorrer las rutas de senderismo a su alrededor y sorprenderte con la majestuosa belleza natural del paisaje.
Muralla china de Finestres
Hay un lugar asombroso en las proximidades del pueblo de Finestres, en la provincia de Huesca (Aragón). Nos referimos a la conocida como muralla china de Finestres. Se trata de una formación natural esculpida por las fuerzas tectónicas de manera que conforman impresionantes alienaciones de roca caliza.
Estación Internacional de Canfranc
Si hay un edificio que se encuentra en los Pirineos y que sorprende a todo aquel que lo contempla cuando llega hasta él es la Estación Internacional de Ferrocarril Canfranc. Se trata de un lugar cargado de historia, además de ser una de las estaciones de tren más bonitas de España. Se puede visitar su vestíbulo y el subterráneo y también se ofrecen con asiduidad visitas guiadas, de forma que puedes conocer su fascinante historia a través de guías especializados. Sin duda, una parada imprescindible si realizas una ruta en coche por el Pirineo Aragonés.
Lanuza
Entre los pueblos más mágicos de los Pirineos se encuentra Lanuza, en el Valle del Tena, en la provincia de Huesca. Este caserío fue abandonado a causa de la construcción de una presa, pero nunca llegó a quedar inundada y, con el tiempo, los vecinos restauraron y recuperaron el pueblo. En la actualidad, cada año se celebra aquí el Pirineos Sur–Festival Internacional de las Culturas.
Selva de Irati
La Selva de Irati es pura magia. Este precioso bosque se extiende por el norte de Navarra y los Pirineos Atlánticos, al suroeste de Francia. Se trata del hayedo más grande de Europa, por detrás de la Selva Negra en Alemania. Lo mejor es que recorras los senderos que esconde para descubrir parte de sus 17 000 hectáreas. Un bosque de esos a los que siempre estarás deseando volver.
Cueva de las Güixas
Otro de esos mágicos lugares que te sorprenderá descubrir en los Pirineos es la cueva de Las Güixas, a los pies de la montaña de Collarada, en el municipio de Villanúa (Huesca). Empezó a formarse en las últimas glaciaciones del Cuaternario, y está llena de estalactitas, estalagmitas, columnas, coladas y gours. Puedes adentrarte bajo tierra para conocerla a través de las visitas guiadas que se ofrecen, de una hora de duración, para asombrarte ante sus estructuras.
Lago Payolle
Si te decimos que a este lugar se le conoce como la «pequeña Canadá», puedes imaginar su singular belleza. Y es que en los Altos Pirineos franceses se encuentra el hermoso lago Payolle, rodeado de un centenario bosque de abetos, en el que no faltan las cabañas turísticas por si quieres escapar del mundanal ruido. El lugar es idílico para practicar escalada de árboles, senderismo o parapente, en primavera y verano, así como deportes como esquí de fondo en invierno.
