Galicia cuenta con 1200 kilómetros de costa, así que el litoral es uno de sus tesoros. Playas vírgenes, calas recónditas, arenales urbanos, acantilados, paseos marítimos, rías y estuarios se suceden por tres de sus provincias: A Coruña, Lugo y Pontevedra. Las opciones de disfrutar en la tierra gallega de las zonas costeras está así asegurada.
Pero hoy vamos a proponerte hacer algo distinto por si te acercas a estos parajes en los que el océano Atlántico nos ofrece algunos de los productos del mar más sabroso que puedes degustar en Galicia. Apunta estas cinco experiencias de turismo marinero en la comunidad gallega para cuando te acerques a este paraíso en el norte de España.
Percebeiro por un día en Muxía
Cuando uno ve cómo trabajan los percebeiros comprende el precio elevado que alcanza en la lonja y en los mercados una de las estrellas del marisco gallego: el percebe. Si quieres conocer de primera mano cómo es la labor de estas gentes para coger tal manjar, puedes hacerlo en la Costa da Morte, concretamente, en Muxía (A Coruña). La mejor zona de percebes en esta localidad se encuentra en Punta da Barca, un hermoso lugar entre el faro y el imprescindible Santuario da Virxe da Barca.
Podrás acompañar a los percebeiros hasta el punto de observación dónde contemplan la marea antes de meterse en el agua, ataviados con ese atuendo característico que combina los artilugios de los buzos con elementos de montaña, además de sus curiosas herramientas, como arneses, cuerdas y las rasquetas.
Aprovecha para visitar el santuario junto al mar, contemplar las rocas denominadas Pedra de Abalar y Pedra dos Carrís, acercarte a descubrir los secaderos artesanales de congrio y callejea por la villa.
Pesca deportiva en el mar de Lira
Otra de las experiencias de turismo marinero en Galicia es apuntarse a una jornada de pesca deportiva y sostenible en Portocubelo, en el municipio de Carnota (A Coruña). La actividad se desarrolla en la Reserva Marina de Interés Pesquero Os Miñarzos y parte del puerto de Lira en una lancha de pescadores.
Aprenderás a montar la caña y tirar el hilo de la mejor forma posible, y si todo eso ya lo sabes, los marineros te enseñarán algunos de sus trucos de experto. Podrás pescar, respetando en todo momento del tamaño y vedas de las capturas, fanecas, sargos y maragotas. Si lo deseas, puedes practicar la «pesca sin muerte» y devolver las capturas al mar.
Cuando regreses a Portocubelo, podrás visitar la Caseta de Pepe do Cuco, una típica caseta de pescador que ha sido reconvertida en un museo para dar a conocer la vida marinera.
Curso de marisqueo en la isla de A Toxa
Uno de los lugares más bonitos de las Rías Baixas es la isla de A Toxa, en el municipio de O Grove (Pontevedra). Si te acercas hasta allí o te alojas en alguno de sus hoteles balnearios, no dejes de aprovechar para apuntarte a un curso de marisqueo en el que aprender cómo ejercen su labor las mariscadoras para coger almejas y berberechos en la playa.
Después de esta intensa mañana de ejercicio seguro que se te abrirá el apetito. Cruza el puente que comunica la isla con la península de O Grove y elige en el puerto el restaurante o marisquería que prefieras para reponer fuerzas y degustar ese marisco que ya has visto qué duro es recoger. Crudo, cocido, en empanadas, en salsa… Las preparaciones son de lo más diverso dentro de la gastronomía típica gallega. Y para rematar el día acércate hasta el acuario de O Grove, situado en Punta Moreiras.
Visita turística a la lonja de Fisterra
La primera de las lonjas gallegas que ha organizado visitas turísticas es la lonja de Fisterra, en la Costa da Morte. En esta villa, que merece la pena recorrer, para luego acercarse a contemplar el famoso faro hasta el que llegan los más avezados peregrinos después de visitar la catedral de Santiago de Compostela, puedes acceder en el puerto a su lonja, perfecta para descubrir la vida marinera en Galicia.
En las instalaciones de la lonja se encuentra una plataforma para los turistas desde la que contemplar todo lo que sucede en ella como espectadores: las pujas, la observación de las capturas y los cantos acelerados de los precios.
Una jornada en el puerto de Muros
Además de conocer una lonja, nada como empaparse de la vida en alguno de los puertos gallegos para quedar fascinados del ir y venir de las lanchas, pesqueros y embarcaciones, la descarga de las capturas, las redes, las gaviotas revoloteando alrededor y ese olor a mar que nunca se olvida. Para ello nada mejor que acercarse a Muros (A Coruña), una de las villas marineras imprescindibles en Galicia. Su puerto está lleno de vida, especialmente, en el momento de la descarga de las capturas, entre las que destacan los pulpos, las cigalas y los lirios.
Anímate luego a callejear por su casco antiguo, catalogado como Conjunto Histórico-Artístico en el año 1970, y acércate después a conocer el Pozo de Cachón, un gran molino de mareas del siglo XIX.
