Barrios del mundo recuperados por el arte callejero

Son muchos los lugares que han revitalizado su entorno gracias a las obras artísticas que inundan sus muros, las paredes de los edificios y algún que otro mobiliario urbano. Normalmente, las protagonistas son esas zonas olvidadas, que incluso han podido ser conflictivas, con casas semiderruidas, instalaciones abandonadas o calles en las que era difícil encontrar bullicio y vida.

Hoy recorremos algunas de ellas para seleccionar pequeñas poblaciones o barrios del mundo recuperados por el arte callejero que se han convertido además en focos de atracción turística en los que disfrutar de fabulosos museos al aire libre.

Santa Marta (Río de Janeiro)

En el 2009, el arte callejero se despenalizó en Brasil, y mucho han cambiado las cosas desde entonces en ciudades como Río de Janeiro. El street art es posible con la única condición de que exista consentimiento expreso del propietario del inmueble y se respeten los bienes públicos protegidos.

De tal forma, destaca la favela Santa Marta, en la que sus vecinos colaboraron para transformarla. Como resultado, más de 7.000 metros cuadrados de fachadas la han convertido en toda una atracción para los turistas. A través de la web #StreetArtRio es posible informarse y localizar el arte urbano que nos encontraremos en la visita a la capital de Brasil.

San Miguel (Chile)

En el sur de la ciudad de Santiago de Chile, los habitantes de la comuna de San Miguel decidieron dar una nueva vida a sus deteriorados barrios, convirtiendo su vecindario en una galería de arte al aire libre. Así surgió el Museo a Cielo Abierto en San Miguel, con unos 5.000 metros cuadrados de exposición que lo han convertido en uno de los mayores referentes de arte callejero del país. Murales y grafitis de artistas consagrados y menos conocidos pueblan las paredes de una exposición que se puede visitar a cualquier hora.

Bushwick (Nueva York)

Bushwick, en Brooklyn (Nueva York), era una zona conflictiva que, en una década, cambió por completo su perfil gracias a las actividades en torno al arte urbano que se potenciaron en ella, transformándola en uno de los sitios de moda, y que han dado lugar a la Bushwick Collective.

Sus inicios fueron provocados por uno de sus vecinos, Joseph Ficalora, que deseaba que su barrio de toda la vida dejara de ser violento y marginal. Así que escribió a artistas de todo el mundo para que vinieran a pintar, pues los propietarios de los inmuebles apoyaron en todo momento el proyecto. Con el paso del tiempo, este lugar se transformó en un punto de referencia en el que se celebran a lo largo del año actividades culturales diversas que le han devuelto la vida.

Brim (Australia)

En el outback australiano, el artista Guido van Helten revitalizó el pequeño pueblo de Brim gracias a uno de sus impresionantes murales, que plasmó en un silo, con lo que hizo famosa a esta zona rural olvidada. La localidad, que ronda los 250 habitantes, ha visto como los turistas se acercan para admirar las obras de van Helten, un referente ya que ha dejado su huella en lugares como Florida, Ucrania y Finlandia, entre otros.  En 2016, pintó en España, para las Bodegas Solar de Samaniego, en Álava, siete depósitos de hormigón de 500.000 litros de vino cada uno.

Soho (Málaga)

Con el fin de revitalizar el Soho de Málaga, también conocido como Barrio de las Artes, que se extiende entre el sur de la Alameda y el muelle de Heredia, sus vecinos pusieron en marcha todo un proyecto cultural con el que conseguir eliminar la degradación comercial y urbanística que sufría la zona.

De tal forma, además de encontrarse en sus calles museos, teatros y galerías de arte, se creó el Málaga Arte Urbano Soho (MAUS), que organiza gran variedad de actividades culturales, entre las que facilitaron que artistas internacionales acudieran a llenar de color y creatividad la arquitectura urbana del barrio, convirtiéndolo en una galería de arte al aire libre.

Canido (Ferrol)

El barrio de Canido, en Ferrol (A Coruña), es uno de los ejemplos en Galicia de zonas revitalizadas gracias a la iniciativa artística de sus vecinos, con el fin de recuperar una de las partes más antiguas de la ciudad, en la que la decadencia y la degradación de muchos de sus edificios la habían sumido en un notable abandono.

Desde el 2008, cada septiembre, se invita a participar en Las Meninas de Canido a artistas de todas partes del mundo para asignarles una pared o un muro en el que plasmar su creación, con la única condición de que su motivo gire en torno a las meninas de Velázquez, reinterpretándolas como deseen. Como resultado de esta acción pictórica existe un circuito cultural que se ha convertido en un referente internacional que atrae a miles de visitantes cada año.

Wynwood Miami

El barrio histórico de Wynwood, en Miami, cuenta en su pasado con una historia de violencia, tráfico de drogas, prostitución y bandas callejeras. Sin embargo, las iniciativas artísticas llegaron para revitalizarlo y transformarlo, a través de sus muros y fachadas, en un auténtico museo al aire libre. Actualmente es conocido como Wynwood Arts District y alberga casi un centenar de oficinas, museos y galerías de arte. El segundo sábado de cada mes, este barrio se llena de vida con la celebración del Wynwood Art Walk, y las galerías permanecen abiertas hasta la noche.

Bristol

Son muchas las grandes ciudades que se han convertido en sitios ineludibles dentro de los circuitos de arte urbano, como Berlín, Lisboa, Buenos Aires, Barcelona, Vigo, Madrid o Granada, ya sea revitalizando zonas degradadas o permitiendo la proliferación de murales y grafitis en otras sin conflicto al descubrir la atracción turística que suponen.

No obstante, resulta inevitable mencionar Bristol entre todas ellas, ya que ha sido la cuna de uno de los iconos del arte callejero: Banksy, quien con su trabajo terminó convirtiendo su ciudad natal en un museo al que acuden los viajeros para descubrir las obras del artista. Su importancia ha sido tal y la acogida tan fabulosa que, con el tiempo, muchas otras han sido las firmas que podemos localizar en sus calles, convirtiendo esta localidad inglesa en un destino imprescindible para los amantes del arte urbano.