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A Rita Barberá le asusta Halloween

Cancelada una fiesta por su 'contenido político'

BELÉN TOLEDO

La fiesta que una asociación de vecinos de Valencia iba a celebrar en una sala de gestión municipal ha sido censurada por su 'contenido político'.

El colectivo vecinal, llamado Salvemos el Cabañal, mantiene desde hace diez años un enfrentamiento con el consistorio por el que intentan evitar que se derribe parte de su barrio catalogado como bien de interés cultural para alargar una avenida hasta el mar. Con el tiempo, la asociación se ha convertido en un símbolo de la resistencia ciudadana frente al avance de las grúas.

El encuentro anulado constaba de varios conciertos y actuaciones, entre los que destacaba el artista valenciano Xavi Castillo, conocido por sus monólogos en los que se burla de las autoridades y realiza una sátira de la política que se lleva a cabo en el País Valenciano. En el cartel anunciador hay una silueta que pretender evocar a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, adornada con una chapa en la que se puede leer Salvem el Cabanyal. La velada estaba incluida en las jornadas de protesta y puertas abiertas celebradas por la asociación durante este mes.

La fiesta ha sido anulada por la empresa Heineken, a la que el consistorio ha encargado la programación cultural de la citada sala, ubicada en las llamadas naves de Juan Verdeguer. La marca comercial argumenta que es su responsabilidad que en las naves haya sólo música o cultura y no 'mítines políticos', según uno de sus directivos, Diego Antoñanzas: 'No estamos dispuestos a que este lugar, que debe ser para todos los valencianos, se politice. Sólo queremos cultura y arte'.

¿Heineken prohibiría entonces cualquier actuación con contenido político?, ¿también, por ejemplo, a Manu Chao, cuyos temas tiene marcado carácter de protesta? Antoñanzas contesto que no: 'Con él tenemos gran relación porque no son políticos el 100% de sus temas'. La diferencia, según Antoñanzas, es que en el caso del Cabañal 'detrás de las actuaciones está la defensa de una causa social pura y dura y el ataque a las autoridades. No es sólo música, no es sólo cultura'.

Por su parte, la concejala de Juventud, Beatriz Simón, afirmó que 'la decisión es de empresa, que entiende que su marca no debe estar unida a cuestiones políticas'. Aseguró que el Ayuntamiento no ha tenido que ver con la cancelación pero que, por su parte, entendía esta decisión empresarial: 'Yo habría hecho lo mismo'. La concejala acusó a la asociación de vecinos de haber actuado de mala fe: 'Anunciaron una fiesta de Halloween y luego nos encontramos con esto'.

Los responsables de Salvem el Cabanyal hablan de 'censura': 'No entendemos por qué nos lo comunican ahora, cuando falta una semana. Los conciertos estaban anunciados en la propia página de Heineken hasta el miércoles, desde hace al menos quince días', en palabras de Tato Herrero. Asegura que 'nos hemos enterado de esto por la prensa; ni Heineken ni el Ayuntamiento nos han llamado para preguntarnos qué íbamos a hacer ni para anunciarnos que se ha cancelado'. Además, añade, 'la cultura no siempre está exenta de causas políticas'. Los responsables de Salvem el Cabanyal están buscando una nueva ubicación.

El Ayuntamiento pretende expropiar y derribar 1.600 viviendas del barrio del Cabañal para que la avenida Blasco Ibáñez llegue hasta la costa. Los habitantes  de la zona, un barrio pesquero catalogado como bien de interés cultural –el máximo nivel de protección que establece la ley valenciana- exigen que se conserve y proteja el trazado actual. Denuncian que los planes urbanísticos del ayuntamiento atentan contra la identidad del barrio, ligada a las tradiciones y a la convivencia vecinal.

Se quejan, además, de que el consistorio pretenda expropiar las viviendas a un precio tres veces inferior al de mercado y de que hace años que el barrio está abandonado por los servicios municipales. Los vecinos se unieron hace diez años en la asociación Salvem el Cabanyal que intentó frenar al ayuntamiento por vía judicial. De momento, los tribunales han dado la razón al consistorio. Cada año, el barrio celebra jornadas de puertas abiertas, acompañadas de exposiciones y conciertos, para tratar de convencer al resto de la ciudadanía de Valencia de la necesidad de conservar la zona.

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