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La Policía interviene otros 330 kilos de explosivos a ETA

Interior califica de 'muy importante' el golpe que ha destapado hasta ahora siete zulos en Francia

AGENCIAS


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Cuatro nuevos zulos de ETA localizados este viernes en Francia elevan ya a siete el número de escondites de la banda hallados tras la caída de su aparato logístico con la detención de sus tres responsables el pasado miércoles. La policía intervino más de 330 kilos de explosivos en tres de los zulos desactivados. Hoy accederá al cuarto para analizar su contenido. La cantidad total de explosivos incautada en tres días se acerca ya a la media tonelada y la operación, lejos de estar cerrada, podría desembocar en el hallazgo de más material de ETA en nuevas ubicaciones, según destacan los servicios antiterroristas franceses, que trabajan en coordinación con la Policía Nacional española.

Semanas de seguimientos previos a la captura de los terroristas detenidos y el análisis de la documentación y los ordenadores hallados en su poder han permitido a las fuerzas de seguridad dar un golpe 'muy importante' a la capacidad destructiva de la banda, según subraya Interior. La operación produce nuevos frutos según pasan las horas.
Los zulos localizados este viernes arrojan, además, nuevos datos sobre algunas de las últimas actuaciones de la banda.

Uno de ellos escondía una bomba lapa dotada de un temporizador similar al empleado en el artefacto con el que ETA asesinó a dos guardias civiles en Mallorca el pasado 30 de julio. Se trata de un dispositivo que permite programar el atentado con gran antelación, facilitando la huida de los terroristas.

En otro de los escondites, la Policía halló una bomba lapa 'ya preparada y lista para atentar', según fuentes de la lucha antiterrorista citadas por Efe y 15 revólveres procedentes del robo de armas cometido por ETA en 2006 en la localidad francesa de Vauvert.

En el piso donde fueron arrestados Alberto Machain, Andoni Sarasola y el jefe del grupo, Aitzol Etxaburu, los agentes habían localizado ya una veintena de recipientes a los que sólo faltaba añadir el explosivo para convertirlos en bombas susceptibles de ser adosadas a los bajos de un vehículo, ya que tenían instalado el circuito eléctrico que desencadena la explosión.

La dificultad que entraña para los terroristas la instalación de este sistema y la necesidad de que sea un miembro de la banda adiestrado para esta tarea quien prepare los artefactos, hacen especialmente relevante la incautación de este material para los investigadores.

Horas más tarde de la detención de los tres miembros del comando que abastecía a ETA de armas y explosivos, la Policía francesa halló un primer zulo que contenía más de 100 kilos de explosivo, material con el que la banda podría haber preparado un centenar de bombas lapa. Sólo dos días después, ya son siete los escondites destapados y casi 500 los kilos de explosivos incautados a la banda .

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