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El ladrillo agota el beneficio del 'boom'

Las inmobiliarias pierden ya el 89% de lo ganado en cinco años

SUSANA R. ARENES

Cinco años de explosión de beneficios para las inmobiliarias que aprovecharon la expansión urbanística desaforada están a punto de desaparecer. Las promotoras han necesitado sólo año y medio para perder el 89% de las ganancias acumuladas entre 2003 y 2007, los ejercicios dorados del boom inmobiliario.

Desde enero de 2008 hasta junio pasado, estas empresas suman ya 7.217 millones de pérdidas, frente a los 8.114 millones atesorados en los citados cinco años.

De momento, las compañías del sector del ladrillo ya se han comido todo el beneficio de los tres últimos años de bonanza, de 2005 a 2007. Y si siguen a este ritmo, al cierre de este ejercicio pulverizarían todo lo cosechado en el boom.

Es cierto que una parte importante de esos beneficios en algunos casos, hasta la mitad ya han sido devorados por los propios accionistas de las promotoras, que se repartieron pingües dividendos en época de bonanza.

Pero las ganancias que no van a dividendos pasan a engordar los fondos propios de las empresas, que son el verdadero colchón de dinero en caso de problemas financieros, con lo que si los números rojos continúan, empeorará aún más su solvencia.

Sin embargo, hay ya una señal positiva que alegra un poco el sombrío panorama de un sector que entró en barrena en septiembre de 2007. En el primer semestre de este año, las principales inmobiliarias que cotizan en bolsa han logrado reducir sus pérdidas un 75%, hasta 1.217 millones.

No obstante, la mejora no tiene nada que ver con el negocio, sino con que estas empresas han luchado con uñas y dientes por lograr liquidez vendiendo edificios y suelos in extremis. Y, por otro lado, las promotoras han tenido que hacer menos provisiones por la depreciación de sus activos que hace un año, es decir, han tenido que aportar menos dinero como colchón para compensar este menor valor.

El descalabro en la venta de viviendas sigue mermando los ingresos de las inmobiliarias

Mientras tanto, el descalabro en la venta de viviendas sigue mermando los ingresos de las inmobiliarias, que bajaron un 21%, hasta 2.038 millones entre enero y junio. A eso se une que la venta de terrenos, otra destacada vía de negocio para muchas inmobiliarias, también está casi parada: las transacciones cayeron un 37% en el primer trimestre, según los datos del Ministerio de Vivienda.

Más preocupante es aún el dato de la deuda de las principales inmobiliarias cotizadas con la banca. Este agujero alcanza ya los 31.851 millones, mucho más que todos los beneficios de las empresas del Ibex 35 en el primer semestre, que superaron los 21.500 millones.

Las perspectivas de recuperación son lentas, pero se dan leves signos, como el hecho de que esta deuda financiera haya bajado un 17%.

En ventas, 'estamos detectando que las promotoras que primero optaron por bajar precios para vender viviendas ya están logrando reducir su stock', afirma Javier García Mateo, director de análisis e investigación de mercados de la consultora inmobiliaria Aguirre Newman. A juicio de García Mateo, la recuperación sigue dependiendo de estas rebajas.

La crisis inmobiliaria ya se ha cobrado una decena de suspensiones de pagos de grandes promotoras y centenares de otras pymes del sector. Por el camino han caído Martinsa Fadesa, Habitat, Aifos, Tremón y, el viernes pasado, Nozar.

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