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Circular a 90 km/h para salvar el clima

WWF propone medidas como destinar parte del impuesto de los carburantes a ayudas para comprar coches eléctricos

MARÍA GARCÍA DE LA FUENTE

Para lograr que la temperatura del planeta no se incremente en 2ºC este siglo, no sólo hay que conseguir que no aumenten las emisiones de gases de efecto invernadero en los sectores incluidos en el Protocolo de Kioto (industria y energía), sino que lo hagan todos, incluidos los sectores llamados difusos, sin obligaciones en Kioto (transporte, residencial, comercial, institucional, residuos o agricultura). España se ha comprometido a que las emisiones de estos sectores difusos se reduzcan un 10% en 2020 respecto a los niveles de 2005. Sin embargo, la organización WWF reclama que se reduzcan un 30% para que sea una mejora real.

Entre las medidas que propone WWF para reducir las emisiones de los sectores no incluidos en el Protocolo de Kioto, y que tampoco estarán en el de Copenhague, destaca la limitación de la velocidad máxima en circunvalaciones de las principales ciudades de 120 a 90 km/h. Esta rebaja en la velocidad supondría un ahorro de 650.000 litros de combustible al día y se dejarían de emitir 1.635 toneladas de CO2. 'Reducir la velocidad es una mejora para el bolsillo, porque se consume menos carburante; para el medio ambiente, porque hay menos emisiones, y para la salud, porque hay menos contaminación', señala Heikki Willstedt, experto en energía y cambio climático de WWF.

La organización lanzó ayer su propuesta para reducir emisiones, con cerca de una treintena de medidas que suponen un coste de 1.000 millones de euros. Para fomentar la implantación del vehículo eléctrico, WWF quiere que una parte de los impuestos que se recaudan de los combustibles fósiles vayan a un fondo para dar ayudas a la adquisición de estos vehículos. Asimismo, propone que haya peajes en la entrada a las grandes ciudades como existen en Reino Unido, Noruega o Suecia y que la recaudación se destine a mejorar el transporte público.

En el ámbito residencial, piden que las casas cuenten con calificación energética como los electrodomésticos, y que mejoren los aislamientos para ahorrar energía.

El descenso de la actividad económica, con una menor producción de cemento, una reducción de la actividad industrial y, como consecuencia, de la quema de combustibles, han tenido como resultado positivo la bajada de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 17% en el primer semestre de este año, respecto al mismo periodo del año anterior, según un informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) publicado ayer. Las estimaciones difundidas por la entidad apuntan que las emisiones de la quema de combustibles se redujeron un 16,5% en el primer semestre del año y las de la producción de cemento, un 30%, respecto al primer semestre de 2008. Ambos sectores suponen el 97% de las emisiones totales de España en el último decenio.

Fedea apunta como causas la contracción de la producción industrial, la caída de la demanda de electricidad y el incremento tanto de la energía hidráulica como de la producción eólica. Asimismo, el informe señala que durante el año pasado se ha registrado una sustitución en el uso del carbón por el gas natural, que emite menos gases de efecto invernadero. En el sector del transporte, las emisiones cayeron un 5,5% en 2008 respecto a 2007.

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