La sentencia del Estatut de Catalunya no influirá en el voto en las elecciones autonómicas del próximo otoño, ya que la decisión del Tribunal Constitucional (TC) llegará antes o después del periodo electoral. Es lo que entiende la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que ayer dio por seguro que el fallo no llegará en plenos comicios porque 'los tribunales siempre han respetado las campañas electorales'.

Al mismo tiempo, recalcó que 'el juego de los poderes del Estado que está en la Constitución exige al poder político respeto a los tiempos del poder judicial', por lo que, apuntó, 'esa es la posición del Gobierno'. De la Vega recalcó, de esta forma, que el Ejecutivo no contempla en ningún caso exigir al TC mayor celeridad respecto a este asunto.

'Entiendo que los ciudadanos reclamemos una Justicia más ágil, pero hay determinados asuntos que van al Constitucional o al Supremo que exigen más tiempo', insistió durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Pero la vicepresidenta reafirmó la apuesta del Gobierno por el Estatut. Recordó que 'está en vigor' y que 'tiene legitimidad democrática' porque ha sido refrendado por el Parlament, el Congreso y los 'ciudadanos catalanes'.

Fuentes del Ejecutivo explicaron que esperan que la sentencia llegue 'pronto'. 'Puede que la conozcamos en cualquier momento', recalcaron. Y confiaron en que el fallo esté 'razonado' y sea 'razonable' conforme al marco establecido decidido por los votantes.

El Consejo de Ministros de ayer, adelantado al martes porque el viernes es festivo, era especialmente esperado porque estaba previsto que el Gobierno aprobara las medidas que lleva negociando con los partidos en las últimas semanas en el marco de un pacto para hacer frente a la crisis. No fue así.

De la Vega explicó que los partidos con los que negocia el Ejecutivo requieren de 'más tiempo'. El Gobierno, explicó, 'ha reunido a los grupos, ha escuchado sus propuestas y ha planteado otras', creando finalmente el documento que la semana pasada se remitió a los grupos para que lo analizaran. 'Los partidos políticos nos han pedido más tiempo para estudiarlo y desde el Gobierno hemos dicho que sí, entendiendo que las fuerzas políticas han pedido ese tiempo para buscar el máximo denominador común y, a partir de ahí, poder suscribir entre todos el acuerdo', aclaró.

La portavoz gubernamental indicó que son esos acuerdos 'los que demandan los ciudadanos', y por tanto, 'el Gobierno sigue trabajando' y espera que la semana que viene se puedan llevar al Consejo de Ministros para su aprobación definitiva.

Hasta en tres ocasiones, los periodistas preguntaron a De la Vega sobre la posibilidad de que finalmente no se logre ese acuerdo y de que el Gobierno decida, pese a la falta de consenso, aprobar las medidas recogidas en el mencionado documento. 'Habrá acuerdo', insistió una y otra vez la vicepresidenta.

De la Vega reconoció que 'es verdad que los grupos han expresado sus diferentes posiciones', aunque, tal y como explicó, esas divergencias 'forman parte del debate'. La vicepresidenta fue especialmente crítica con la postura del PP, que ha manifestado que la propuesta de acuerdo del Ejecutivo le inspira poca credibilidad.

A su juicio, los conservadores se colocan 'siempre en la misma situación'. 'En lugar de ayudar', afirmó, los dirigentes del PP hacen 'una inversión política'. La actitud del partido de Mariano Rajoy es la de estar 'con una mano en el suelo y otra en el cielo', porque en opinión de De la Vega, lo único que hacen es 'criticar por criticar'. 'Pero la realidad es que va a haber acuerdo', insistió.