El actor británico Jeremy Irons cree que el mundo está superpoblado y predice que las guerras o las enfermedades, "probablemente" estas últimas, corregirán la situación.

En declaraciones a "The Sunday Times", Irons anuncia que quiere hacer un documental sobre la sostenibilidad del planeta un poco en la línea de "Una Verdad Incómoda", de Al Gore.

El actual ritmo de crecimiento demográfico "no es sostenible", afirma el actor, quien advierte de que podría ocurrir algo tremendo para restablecer el equilibrio perdido.

Irons recuerda que mil millones de personas sufren hambre en el mundo y dice que "es una locura", que es preciso reconocer como tal ahora mismo.

"Nos enfrentamos a una revolución económica. No creo que puedan seguir las cosas como hasta ahora. La próxima generación va a tener que buscar soluciones imaginativas" para esos desafíos, dice el actor.

Irons critica el actual consumismo: "Uno va por la calle comercial (de cualquier ciudad británica) y no ve más que ropa, ropa y más ropa. ¿Cuánta ropa necesita la gente?".

Sobre la crisis financiera, el actor comenta: "Ya sabíamos que la City (de Londres) era una burbuja. No podemos seguir dividendo al mundo entre gente que vive en el mayor de los lujos y otra que se muere de hambre".

Irons se pregunta si tiene sentido comprar nuevos automóviles y tirar los viejos y por qué no se hacen vehículos que duren cuarenta años, lo que es perfectamente viable.

El actor afirma haber discutido todo eso con el conservacionista y político keniano Richard Leakey, según el cual el planeta no puede mantener a más de 15.000 millones de humanos, algo más del doble de la población actual (6.700 millones).

El conocido naturalista británico David Attenborough dijo recientemente que la gente debería comprometerse a tener familias más pequeñas y a cambiar de estilo de vida para salvar al planeta.

Irons, que tiene dos hijos, no cree, sin embargo, que se pueda decir a la gente cuántos hijos pueden tener.

"En Occidente tendemos en cualquier caso a familias más pequeñas. Lo importante es ofrecerles a los países en desarrollo la tecnología y ayuda médica que necesiten. Habrá que ver si esto es posible antes de que se produzca algún desastre natural", advierte.