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El PP bloqueará otro TC hasta que haya fallo del Estatut

Los conservadores piden ahora al Senado que los parlamentos autonómicos ratifiquen a sus candidatos para renovar la institución

YOLANDA GONZÁLEZ / JUANMA ROMERO

El PP ha comenzado a desgranar la letra pequeña de su disposición a renovar el Tribunal Constitucional (TC). Y lo ha hecho poniendo sus propias reglas de bloqueo: primero toca conocer la sentencia del alto tribunal sobre el Estatut y después llegará todo lo demás. Esta fue la consigna que la dirección nacional del partido trasladó ayer a todos sus dirigentes.

Ahora, los conservadores se encuentran ante el difícil equilibrio de intentar que el TC alumbre la sentencia antes de que se produzca la renovación sin que se les pueda echar en cara que son ellos los que mantienen paralizado el proceso. De hecho, cuando el lunes se conoció la disposición de los socialistas a agilizar el cambio, la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, daba la bienvenida a la iniciativa insistiendo en que el único responsable de la situación del TC es el PSOE.

Los socialistas contaban con que planteara este escenario

La primera maniobra a la que acudirá el PP para ralentizar el proceso ha sido la de requerir al presidente del Senado, Javier Rojo, que reclame a los letrados de la Cámara un informe jurídico para conocer en qué situación están los 23 candidatos que los parlamentos autonómicos eligieron en 2008. Los conservadores querrían que el Senado preguntase ahora a 'todas las comunidades' si mantienen a sus aspirantes. Y, en concreto, a Galicia y País Vasco, que cambiaron sus gobiernos el año pasado.

El PSOE, y con él todos los grupos, estuvo de acuerdo en que se redacte un informe aunque, como sentenció su portavoz, Carmela Silva, no consentirá que haya una 'maniobra dilatoria'. Por eso, los socialistas exigieron a Rojo que intentara que el dossier esté listo para la semana próxima, para que, 'más pronto que tarde', se pueda convocar la Comisión de Nombramientos, el órgano que ha de llevar al pleno cuatro nombres de posibles magistrados al TC.

Carmela Silva considera que 'no es el momento de hablar de nombres'

Silva juzgó que el acuerdo con los conservadores 'es más posible que ayer'. El PSOE busca apartar un cáliz amargo: tragar a los dos únicos candidatos del PP, Enrique López y Francisco José Hernando. La portavoz socialista convino en que no toca ahora que el Gobierno descubra todas sus cartas: 'No es el momento oportuno de hablar de nombres'.

Mientras, Pío García-Escudero, el portavoz en el Senado, culpó al PSOE de bloquear el relevo y de intentar reanimar el proceso ahora: 'Ya nos tiene acostumbrados a pegar bandazos como pollo sin cabeza'. En la misma tesis se situaron la presidenta de los conservadores catalanes, Alicia Sánchez-Camacho y la portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, que ve tras la oferta de los socialistas una trampa para retrasar la sentencia. Por ello, calificó de 'inadmisible' una renovación sin que se conozca el fallo.

Fuentes del PP en la Cámara Alta adelantaban nítidamente su postura: 'Primero, sentencia; luego, renovación'. Es justo el escenario que dibujaban los socialistas. Pero el Gobierno proseguirá con su decisión hasta el final. Y si se hace imposible el relevo en el TC, al menos 'se habrá dejado en evidencia a Rajoy', manifestaban en la cúpula.

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