El Gobierno surcoreano decidió hoy suspender el envío de la ayuda humanitaria prometida a Corea del Norte tras las inundaciones que sufrió en agosto, como respuesta al ataque norcoreano ayer, martes, a una isla fronteriza de Corea del Sur.

El Gobierno de Seúl hizo en octubre un primer envío de 5.000 toneladas de arroz y unas 3.000 toneladas de cemento a Corea del Norte para paliar los efectos de las inundaciones, pero aún quedaban otras 7.000 toneladas de cemento y material médico por enviar.

Esta asistencia era la primera costeada por el Gobierno de Seúl desde que el presidente surcoreano, el conservador Lee Myung-bak, asumió su mandato en febrero de 2008 con una política de línea dura hacia Pyongyang.

La ayuda enviada hasta el momento había llegado a la ciudad norcoreana de Sinuiju, en la frontera con China, una de las zonas más afectadas por las lluvias torrenciales de agosto en Corea del Norte.

La primera asistencia financiada por el Gobierno de Lee era vista como un signo de distensión entre la dos Coreas tras el hundimiento en marzo del buque surcoreano "Cheonan", que causó la muerte a 46 tripulantes, y del que Seúl acusa a Pyongyang.

Tras recibir el primer envío en octubre, Corea del Norte pidió que Seúl aumentará la ayuda humanitaria hasta 500.000 toneladas de arroz y 300.000 toneladas de fertilizantes.

El incremento de la asistencia fue impuesto como condición a Seúl por parte de Pyongyang para acceder a que las reuniones de familias separadas por la Guerra de Corea (1950-53) se celebrasen más a menudo, un punto que negociaban ambos países.

El ataque sobre la isla surcoreana de Yeonpyeong ayer, martes, causó la muerte de dos militares surcoreanos y heridas a otros 15, además de herir a al menos tres civiles.

Corea del Sur ya suspendió ayer la reunión entre la Cruz Roja de ambas Coreas prevista para esta semana y ha prohibido que sus nacionales viajen al complejo industrial conjunto de Kaesong (Corea del Norte).