'No sólo hablamos de una unión fiscal, sino que estamos ya avanzando para conseguirla'. La canciller Angela Merkel definió ayer en el Bundestag (el Parlamento germano) su postura acerca de la crisis, a una semana de la cumbre de Bruselas, en la que, según el presidente francés y principal aliado de Merkel, Nicolas Sarozy, se abordará la refundación de la UE. De momento, la canciller se mantiene en sus trece: los que la eurozona necesita no son eurobonos ('el que todavía no haya entendido que los eurobonos no son la solución es porque no ha entendido la crisis', declaró), ni más intervención del BCE (pues argumentó que ésa no es la función originaria del organismo), sino una unión de estabilidad, en la que todos los países acerquen sus presupuestos. Por eso, defiende una modificación de los tratatos de la UE para dotarse de instituciones capaces de intervenir con más celeridad en caso de que los países infrinjan las reglas. Y, también, de instrumentos de prevención de la crisis. Merkel apuesta por modificar los tratados europeos, con el objetivo de implantar reglas más estrictas con sanciones automáticas. En concreto, pretende que los actuales límites de déficit y deuda (situados en el 3% y el 60% del PIB, respectivamente) sean sustituidos por criterios vinculantes.

La jefa del Gobierno alemán advirtió de que la crisis no terminará de la noche a la mañana, sino que tardará años. Un proceso que comparó con correr una maratón (42,2 kilómetros): 'La parte más difícil de la carrera empieza en el kilómetro 35, pero los corredores saben que alcanzar la meta es posible si se es consciente del desafío desde el principio de la misma', dijo gráficamente. 'Aquellos que empiezan más rápido no son necesariamente los que logran el éxito, sino aquellos que son conscientes de que se trata de una carrera de fondo', añadió.

Almunia asegura que habrá acuerdo en la cumbre 'porque no hay alternativa'

La posición de la canciller fue criticada desde la oposición, que defiende los eurobonos y lo que sea necesario para salir de la recesión. El líder socialdemócrata, Frank-Walter Steinmeier, tachó a Merkel de veleta y aseguró que con sus vacilaciones lo único que hace es agravar la situación. Para el dirigente de los Verdes, Jürgen Trittin, los recortes que propone la coalición conservadora para los países en apuros no son aplicables. Y desde la Izquierda, Gregor Gysi considera que 'la dictadura de los mercados se ha agravado'.

Merkel se reunirá el lunes en París con Sarkozy para preparar la cumbre. Ayer estuvo en la capital gala el primer ministro británico, David Cameron, quien mostró sus dudas de que la reforma de los tratados europeos sea la solución a la crisis, e instó a todas las instituciones de la zona euro, y en particular al BCE, a que empleen todos sus recursos.

Cameron cuestiona que la reforma de los tratados sea la solución a la crisis

Por su parte, el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, se mostró convencido de que habrá un acuerdo en la cumbre de la próxima semana para hacer frente a la crisis e intentar salvar el euro porque 'no hay otra alternativa'.