La OTAN ha fracasado a la hora de investigar adecuadamente las muertes de civiles causadas por sus ataques aéreos durante los siete meses de operaciones en Libia, que ayudaron a derrocar a Muamar el Gadafi. 

Al menos es lo que se desprende del informe en el que Amnistía Internacional (AI) ha reclamado que la organización internacional 'proporcione la plena reparación de los damnificados y sus familias'.  'Resulta sumamente decepcionante que, más de cuatro meses después de terminar la campaña militar, las víctimas y los familiares de los fallecidos por ataques aéreos de la OTAN sigan sin saber qué sucedió y quién fue el responsable', ha manifestado Donatella Rovera, asesora general de Respuesta a la Crisis de Amnistía Internacional.

Aunque la ONG para la defensa de los derechos humanos aprecia los esfuerzos de la OTAN por minimizar el riesgo de causar bajas civiles (Utilizando munición guiada de precisión y lanzando avisos puntuales a los habitantes de zonas en peligro, según ejemplifica el documento), recuerda que eso en ningún caso debe eximirle de asumir la responsabilidad de sus actos y pide que las investigaciones comprueben si las bajas civiles han sido resultado de violaciones del derecho internacional. 'De ser así, los responsables deben comparecer ante la justicia', añade AI.

El informe Libia: las víctimas olvidadas de los ataques de la OTAN, documenta 55 casos de civiles identificados, 16 de ellos menores, que fallecieron en ataques aéreos en Trípoli, Zlitan, Majer, Brega y Sirte. Ciudad, esta última, de la que miles de civiles intentaron huir cuando, a finales de septiembre, la ciudad natal de Gadafi fue víctima del fuego cruzado entre la organización, los gadafistas y los rebeldes. 'Muchas de las muertes fueron consecuencia de ataques aéreos lanzados contra domicilios particulares, en los que ni Amnistía Internacional ni otros investigadores han encontrado indicios de que esos domicilios se estuvieran utilizando con fines militares en el momento de los ataques', explica AI.

Asimismo, la organización, reprocha que la OTAN haya rechazado investigar lo ocurrido alegando que carece del mandato para llevar a cabo actividades en Libia una vez concluida, el pasado 31 de octubre, la Operación Protector Unificado y que la 'responsabilidad principal' de investigar recae en las autoridades libias. 'La respuesta deja a las víctimas y sus familias con la sensación de que han sido olvidadas y de que no tienen recurso a la justicia', ha manifestado Donatella Rovera.

La misión militar de la OTAN, autorizada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, comenzó el 31 de marzo del año pasado con el propósito de proteger a los civiles que eran atacados o amenazados. Sus fuerzas llevaron a cabo unas 26.000 salidas durante unas 9.600 misiones de ataques y destruyeron unos 5.900 objetivos antes de que las operaciones concluyeran.

Una milicia rebelde libia ha encontrado una fosa común cerca de Trípoli, con 40 cadáveres de personas asesinadas durante el levantamiento popular, ha informado la prensa del país.

El hallazgo, producido ayer a 100 kilómetros al sur de la capital, en una zona conocida como Ued Rabie, se llevó a cabo gracias a las informaciones dadas por un simpatizante del antiguo régimen gadafista arrestado en la ciudad de Garian. Según él mismo declaro, el detenido participó personalmente en la ejecución de las víctimas, a las que asesinaron por negarse a matar a simpatizantes de la revuelta.

Antes de ser enterrados, los cadáveres fueron cubiertos de productos químicos para imposibilitar su identificación. Desde que estallase el conflicto, han sido halladas numerosas fosas comunes, tanto en las cercanías de Trípoli como en otros lugares de Libia.