Sabido es que la actividad económica en España se articula en torno a la pequeña empresa. Pero la última encuesta del INE confirma un dato que aunque conocido, no deja de sorprender: el 55% de los 3,2 millones de empresas que hay en España no tiene ningún asalariado.

Y otro dato curioso: este tipo de empresa, sin un solo empleado, es el único que ha crecido entre 2008 y 2012. En estos cuatro años la crisis ha hecho desaparecer 222.622 empresas, pero las que no emplean a nadie han aumentado hasta alcanzar a 1 de enero de 2012 la cifra de 1.764.987 empresas. Casi el 65% de estas empresas, 1.147.958, son en realidad personas físicas que ostentan la condición de dueños o administradores de las mismas, pero no asalariados. 

La crisis ha destruido mucho empleo pero apenas ha cambiado la estructura del tejido empresarial español: tanto en 2008 como en 2012, el 99,8% de las empresas españolas son pymes (menos de 200 empleados); sólo el 0,2% son grandes empresas.

Lo que sí ha cambiado es la distribución del empleo:  las empresas sin asalariados representaban el 51,3% del total en 2008 y en 2012 ya son el 55,2%; las empresas con entre 1 y 199 representan han pasado en cuatro años del 48,5% al 44,7%; mientras que las grandes empresas siguen igual. 

La primera conclusión que se puede extraer de estos datos es clara: crece el autoempleo ante la falta de empleo asalariado. Y donde más ha crecido el autoempleo y el número de empresas creadas es en sectores donde el Estado desinvierte: educación y sanidad. 

Por sectores, donde más empresas desaparecieron fueron la construcción y otros campos relacionados con el ladrillo como servicios técnicos de arquitectura e ingenieríala industrial.También se registró un descenso notable en el campo ensayos y análisis técnicos y otros servicios personales.

El año pasado también destacó por el crecimiento de empresas vinculadas a las actividades deportivas, consultoría y actividades informáticas.