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Fuentes y Carbonell consiguen la medalla de plata en el dúo sincronizado

NATACIÓN SINCRONIZADA. El dúo español logra un 96.900 en la final y supera al dúo chino. Igualan el puesto logrado por Fuentes y Mengual en  Pekín 2008. Rusia revalida el oro.

JORGE YUSTA / EFE

La sincronizada española sigue dando inmensas alegrías. Desde que se instalaron en la élite hace diez años no han parado de cosechar éxitos para la natación de nuestro país. Y Londres no podía ser menos. La medalla de plata cosechada en los Juegos de Pekín hace cuatro años por Gemma Mengual y Andrea Fuentes ponía el listón muy alto. Pero el dúo que acudía a esta nueva cita olímpica, en el que repetía Andrea Fuentes y se incorporaba Ona Carbonell, tras la retirada de Mengual, ha logrado igualar el hito y se ha colgado una nueva presea de plata.

Subcampeonas olímpicas después de una rutina técnica, una libre y una final, en la que han tenido que superar a China, que partía por delante. Con un 'tango' vibrante que puso al público londinense en pie logró convencer a los jueces, que le otorgaron un 96.900. Al conocer la nota en los viodemarcadores Ona y Andrea se fundieron en un abrazo emocionado. España volvía a colgarse la plata. El oro ha vuelto a ser para Rusia. Natalia Ishchenko y Svetlana Romashina han demostrado, con su ejercicio de las 'muñecas diabólicas', su supremacía. El bronce, para las asiáticas.

Con ésta, España ya lleva seis medallas en Londres 2012. A la de las catalanas en sincronizada, se suma la de oro de la sevillana Marina Alabau en la clase RS:X de vela, las de plata de la nadadora badalonesa Mireia Belmonte, en 200 mariposa y 800 libre, y el ferrolano Javier Gómez Noya en triatlón, y el bronce de la guipuzcoana Maialen Chourraut en K-1 de piragüismo en aguas bravas.


Después de la pequeña decepción de ayer, cuando los jueces las colocaron por detrás de China, la pareja de catalanas dio lo mejor de sí mismas. Para superar a las asiáticas debían mejorar su actuación y que el sorteo les beneficiara. Ambas circunstancias se dieron. La interpretación del tango 'La cumparsita' estuvo a un nivel superior y el sorteo -nadaron las undécimas, las chinas séptimas- también les fue favorable.

Las españolas sabían que había llegado el momento de la verdad. Anna Tarrés, su entrenador, las motivó con un vídeo de superación, que recogía los casi 200 kilómetros del camino de Santiago recorrido por todo el equipo en octubre pasado.

Fuentes, que ya ha sumado tres platas en dos Juegos Olímpicos, tiró del carro y Carbonell respondió. El resultado fue redondo. Una interpretación que mejoró en 900 milésimas, casi un punto, la puntuación que arrastraba de la rutina técnica.

Una gran puesta en escena y una sincronización más enérgica y sin errores. Cuando saltaron a la piscina, justo después de que la pareja rusa formada por Natalia Ischenko y Svetlana Romashina hubiera realizado su tercera exhibición -que les dio una nota de 98,900- que las llevaba hasta la medalla de oro, las españolas parecían convencidas. Sabían que para ganar tenían que conseguir como poco 96,880 puntos, después de que el dúo chino formado por Xuechen Huang y Ou Liu hubiera mejorado también su puntuación tras firmar 96,770 puntos.

Exultantes tras conocer el resultado, las españolas han conseguido su tercera medalla consecutiva en unos Juegos, a las dos de plata logradas en Pekín (dúo y equipos), se le suma la de hoy. En todas ellas ha participado Andrea Fuentes, que con tres platas se convierte en un referente, una cifra que seguramente incrementará con la que España puede obtener en el ejercicio por equipos que da comienzo dentro de dos días.

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