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"Europa entera huele a fast food": las otras sentencias del presidente del Constitucional

El magistrado Pérez de los Cobos, cuestionado por sus frases anticatalanistas, tiene máximas sobre casi todo: 'El teléfono e internet son profilácticos de la comunicación', 'Lo peor de un imbécil

ANDRÉS MUÑIZ

El nuevo presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, es además de jurista un 'cincelador de máximas', según definición de 'el raro más raro de nuestras letras', el escritor mallorquín ya fallecido Cristóbal Serra, que prologó su libro 'Parva memoria'. Pérez de los Cobos  (Yecla, Murcia, 1962) es autor de aforismos tan elocuentes como que 'Europa entera huele a fast food', 'La vida tara', 'Hay quien mira una paloma y ve una rata' o 'Quien lee mucho, escribe estreñido'.

El magistrado y catedrático de Derecho del Trabajo fue criticado en 2010, cuando fue propuesto por el PP para ocupar plaza en el Tribunal Constitucional, por aforismos en los que se refería de forma crítica a Catalunya. 'No hay en Cataluña acto político que se precie sin una o varias manifestaciones de onanismo', 'El dinero es el bálsamo racionalizador de Cataluña', y 'Cuando un catalán está satisfecho lo expresa diciendo: 'A mí, ya me va bien'.

Eso había escrito Pérez de los Cobos en 2006 en 'Parva memoria' entre más de un centenar de pensamientos dedicados al cinismo, el diablo, los políticos, los jueces, el amor, la muerte, la vejez, la soberbia, los italianos, los ingleses, los españoles, la pobreza o el sexo. El juez se describe en sus escritos como liberal y también hace reproches a los revolucionarios y al nacionalismo en general, junto a autocríticas ácidas a los propios juristas y referencias negativas a los políticos.

Entre sus aforismos, figuran los siguientes:

-- Europa entera huele a fast food.

-- En España los cambios de gobierno parecen cambios de régimen 

-- En la tierra de los ciegos, al tuerto se le mata.

-- Quien lee mucho, escribe estreñido. 

-- El teléfono e internet son profilácticos de la comunicación. 

-- Los españoles hablamos el castellano en América con actitud imperial.

-- Signo de nuestro tiempo es que los viejos quieran morir follando.

-- El niño quiere a su padre formalito.

-- Hay quien mira una paloma y ve una rata.

-- La vida tara.

-- Triste es el sino de los político: vivir pendiente del periódico.

-- Una agenda es un elenco de desconocidos.

-- Ser revolucionario es la forma más histriónica de ser superficial.

-- La sintaxis es una forma de ascesis.

-- La envidia es mera falta de información.

-- El diablo es un neurótico que, como todo neurótico, neurotiza.

-- La elección de los cajertos automáticos como lugar de pernocta de los indigentes es una afrenta silenciosa y justa al sistema: si quieres disponer de tu dinero huele la humanidad que ignoras.

-- El 'polvo' que se queda en eso, en un 'polvo', tiene algo de ultraje.

-- Uno de los disfraces que Satán prefiere es el del puritano que se llama a escándalo.

-- Lo peor de un imbécil son sus matices.

-- El 'haz el amor y no la guerra' explicita una inquierante concomitancia.

-- El hombre subdesarrollado tiene hijos; el desarrollado cosas.

-- El jurista es por naturaleza tan conservador que 'prima facie' considera toda norma positiva de Derecho Natural.

-- No es infrecuente que lo que se inauguró como una reunión de juristas se clausure como una reunión de cínicos.

-- El admirable sentido crítico del intelectual nunca le lleva tan lejos como para cambiar de voto.

-- La vejez es la última invitación a la humildad.

-- La muerte es literalmente un proceso de abstracción.ç

-- El 'riesgo profesional' del aforista es la banalidad solemne.

-- Yo soy el único liberal que conozco.

-- Los ingleses han aprendido de sus gatos a lavarse.

-- ¡Cuanta mediocridad tapan las banderas¡ Quizás se inventaran para eso.

-- La única ideología capaz de seguir produciendo pesadillas es el nacionalismo.

-- Jurista: ¡Cuánta vanidad en un artesano¡

-- No hay nada más peligroso que encerrar a un imbécil con una norma jurídica y no es infrecuente que aquél manifieste hacia ésta una natural querencia.

-- Una cacicada puede hacer de un inepto un profesor de universidad o un magistrado del Supremo, pero, en ese caso, sólo la muerte puede evitar que el afortunado considere su suerte un acto de justicia y haga pleno uso de las prerrogativas propias de su cargo.

-- La jurisprudencia es conservadora sobre todo de sí misma.

-- No creo que a nadie sorprenda la facilidad con la que el hombre difunde la información reservada a la que tiene acceso, pues la vanidad en él es naturalmente mucho más fuerte que la discreción. El egoismo y la ambición, sin embargo, pueden sobrepujar a aquella y hacerle guardar silencio.

-- Todo buen aforismo es una interpelación.

 

El libro 'Parva memoria' del magistrado Pérez de los Cobos --elegido presidente del Constitucional el pasado 19 de junio-- fue publicado en 2006 por la editorial valenciana Tirant Lo Blanch, y está prologado por el escritor mallorquín Cristóbal Serra, fallecido en 2012. 'El raro más raro de nuestras letras', en expresión de Nadal Suau en una necrológica a Serra, elogió los 'potentísimos análisis' de la 'mente lúcida' de Pérez de los Cobos, a quien duda entre llamar 'aforista' o 'cincelador de máximas', y compara con el ensayista francés Joseph Joubert.

Según señala en el prólogo de 'Parva memoria', Serra cree que 'la máxima exige labor, pensar, sacar provecho del conocimiento y de la experiencia, y es por tanto civilizada'. Y destaca como una sentencia al mundo moderno,'propia del más feroz de los jueces de la modernidad', el aforismo de Pérez de los Cobos que reza que 'Europa entera huele a fast food'. 'Si para Hamlet olía a podrido en Dinamarca, para el viajero crítico Europa es un sandwich de carne semicruda', indicaba el escritor.

Para quienes valoren el talento literario de Pérez de los Cobos, tiene además un libro de cuentos llamado 'No hay derecho', que versan sobre casos prácticas de su especialidad jurídica. 

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