La cola del paro puede ser muy larga estos días, pero el periodo por el que un de-sempleado recibe cotización es en ocasiones muy corto. La prestación contributiva del paro, por la que un trabajador ha cotizado durante su vida laboral, se genera si al menos se han cotizado 360 días (un año natural o fraccionado), pero este periodo sólo permite cobrar el desempleo durante cuatro meses. Por eso los jóvenes y los inmigrantes que se hayan incorporado al mercado laboral en la regulación de 2005 son los que corren más peligro de encontrarse pronto sin ningún recurso económico.

Si estos trabajadores han cotizado todos los días de tres años completos, tienen derecho a un año de prestación, por lo que, si fueron al paro en el último trimestre de 2008, perderán este ingreso en plena crisis económica.

Si se agota la prestación, o no se tuvo acceso a ella por no haber cotizado lo suficiente y no se tienen otros ingresos, el Estado contempla un subsidio de desempleo que pretende proteger al parado hasta que encuentre empleo. En Españalo cobran en sus distintas modalidades más de 700.000 personas. Sin embargo, precisamente el colectivo con mayor riesgo de agotar el paro, los jóvenes, no tienen derecho a ella, ya que se debe ser mayor de 45 años o tener cargas familiares para recibirla. Esta renta es siempre de 421,79 euros y en noviembre la recibieron 343.000 personas de entre 25 y 54 años, casi un 50% más que en el mismo mes de 2007.

En total, casi 200.000 personas cobraron el subsidio en noviembre por haber agotado ya su derecho a la prestación, y de ellos, al menos 137.000 han tenido que acreditar tener cargas familiares para recibirla por ser menores de 45 años. Pese a ello, en 21 meses también se les extinguirá este derecho, ya que sólo los mayores de 45 años pueden cobrar la siguiente ayuda, la renta activa de inserción.