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"Podríamos disfrutar mucho más del porno si aprendiéramos lo que de verdad es el sexo"

La periodista, sexóloga y escritora presenta su primera novela, 'El orgasmo de mi vida'. Critica la falta de educación sexual en España y defiende que "la mujer no estará del todo liberada hasta que sea la única que decida sobre su sexualidad"  

La periodista, sexóloga y escritora Silvia C. Carpallo con un ejemplar de su novela 'El orgasmo de mi vida'.

SERGIO LEÓN

"Para entender nuestra propia complejidad, pero además para aceptar la de ellos. Porque también es hora de romper con las obligaciones y con las culpas, con esas ideas, aún presentes, de que el hombre es el responsable último de nuestro placer". Bajo esta premisa, la escritora Silvia C. Carpallo se ha adentrado en su primera aventura literaria. La también periodista y sexóloga, acaba de publicar su primera novela bajo un título bien sugerente, 'El orgasmo de mi vida' (Lectio Ediciones).  

La autora y conocida sexblogger, curtida entre revistas especializadas y suplementos de salud de diversos medios, narra la historia de cinco mujeres ("más una de regalo") a través de las que aborda los "muchos tipos de mujeres, de diferentes clases de relaciones, de parejas, de hombres y de placeres". Considera que la literatura erótica "nos ha permitido abrir muchas barreras", pero no todas.

Silvia lamenta que, todavía, quien opina y decide sobre la sexualidad femenina no es la mujer. La clave, dice, está en la educación sexual, "una de esas asignaturas pendientes en España", que nos permitiría terminar de derrumbar los roles estereotipados de género y sexo. La escritora y experta en salud sexual estará el próximo domingo de las 12 a las 14.30 horas firmando ejemplares de su trabajo en la caseta de la librería Mujeres & Compañía de la Feria del Libro.

¿Por qué este libro? ¿A quién está dirigido?

"Es momento de ampliar la visión sobre lo que es el sexo, la mujer y lo que ocurre cuando estas dos palabras
se mezclan"

Porque el público femenino se ha acercado a la literatura erótica, por primera vez, de una forma natural y sin tapujos, y por eso, además de crear libros que consigan excitarnos, lo cual es de agradecer y es estupendo, creo que era el momento de ofrecer libros que pudieran ampliar nuestra visión sobre lo que es el sexo, de lo que es la mujer y de lo que ocurre cuando estas dos palabras se mezclan. Si bien es cierto que es un libro más dirigido a mujeres, de cualquier edad y condición, tal y como son las protagonistas, los hombres también pueden aprender, y disfrutar mucho de El orgasmo de mi vida.

¿Cuándo y por qué decidiste especializarte en sexología?

Siempre fue un tema que me llamó la atención, y es que el sexo no se traduce por "coito", como todos piensan, sino por el hombre o la mujer que somos y como nos relacionamos unos con los otros. Entender por qué sentimos lo que sentimos o lo que es la pareja, la atracción, el deseo, me parecen conceptos fascinantes que ayudan a entender muchas más cosas de las que pensamos. Con ese pensamiento, me acerqué a la información sobre sexo en los medios y observé que pese a haber mucha, no siempre estaba bien tratada. Por eso decidí formarme y especializarme en esta área al acabar la carrera de Periodismo, porque tenía muy claro que aún había mucho que contar, y que se podía contar de forma diferente.

¿Hay un boom de novela erótica?

"No creo que el porno y el cine romántico sean malos, siempre que se entienda que ambos son ficción"

Siempre se ha consumido mucha literatura erótica, la diferencia es que ahora se ha hecho, digamos, más visible. Quizás porque se han escrito novelas más actuales, más cercanas, y más "cosmopolitas", pero que a su vez han sabido vender muy bien ese ideal masculino que aún se perpetúa en las mismas. Por una parte, lo positivo de esto es que nos ha ayudado a acercarnos a lo explícitamente sexual, sin una mirada tan sucia, sino más bien amena, divertida y natural, y eso nos ha permitido abrir muchas barreras. La cara negativa, por así decirlo, es que la historia que nos cuentan estas novelas, por norma general, no varía mucho. Es el hombre quien descubre y maneja la sexualidad femenina. Incluso aunque el objetivo último sea el placer de la mujer, es el hombre quien se lo proporciona, y lo que falta es romper esta última barrera. Hablar de mujeres que buscan, descubren y trabajan su propio placer, y quizás también el de sus parejas, y de eso es de lo que he intentado hablar en mi libro.

¿El sexo está demasiado pornografiado?

Diría que quizás esté demasiado estereotipado. Por un lado tenemos las películas románticas que nos venden encuentros emocionalmente impactantes, que crea frustraciones posteriores, sobre todo en mujeres, y por otro cine porno que educa, sobre todo a los chicos, en parámetros totalmente irreales, en cuanto a tamaños o tiempos, por ejemplo. No creo que esto sea malo siempre que entendamos que ambos son ficción y disfrutemos de ellos como tal. El problema está en que no sepamos discernir entre ficción y realidad, o en el que al menos no exista otro tipo de productos que nos permitan hacer una sana comparación con algo más realista.

¿Nos falta educación sexual?

"Si nos educaran en el respeto al otro sexo, disminuiría la violencia entre los sexos"

Sí, y esa es la clave. Podríamos disfrutar mucho más de una película porno o de una novela idílicamente romántica si tuviéramos una base educativa sobre lo que de verdad es el sexo. Igualmente, si entendiéramos mejor qué es ser mujer y qué es ser hombre, sentiríamos menos presiones sociales respecto a muchos estereotipos establecidos, o disfrutaríamos de una sexualidad más sana si al llegar a nuestro primer encuentro no tuviéramos tantos mensajes contradictorios en nuestra cabeza, y por lo tanto, habría muchas menos dificultades sexuales. Pero sobre todo, si nos educaran en el respeto al otro sexo, disminuiría la violencia entre los sexos. La educación sexual es una de esas asignaturas pendientes en España.

¿Qué podemos hacer para eliminar el lenguaje sexista de la publicidad, de los medios, de en definitiva nuestro día a día?

Con este tema ha pasado algo parecido a la liberación femenina. Es decir, las mujeres en vez de buscar su propia sexualidad, imitaron la de los hombres. En la publicidad, en vez de eliminar el lenguaje "machista", hemos optado por crear un mensaje sexista también respecto a ellos. Es difícil salir de este círculo, pero una vez más, quizá la clave no está en el mensaje que lanzamos, sino en cómo lo recibimos. Insisto, si tuviéramos una verdadera educación sexual, reglada, impartida por profesionales, etc., la capacidad de estos mensajes para influir en nuestra vida sería menor porque seríamos capaces de filtrarlos. Sería bueno empezar por ahí.

¿Hasta qué punto los cánones y roles de belleza impuestos han limitado la liberación sexual de la mujer? ¿Podemos hablar hoy, en 2014, de una mujer totalmente liberada sexualmente?

"Es hora de que cada uno asuma la responsabilidad de su placer, de su orgasmo, de definir cómo quiere que
sea su sexualidad"

Los cánones y los roles de belleza, que por tradición han afectado más al género femenino que al masculino, no son sino un ejemplo de como el sexo femenino sigue recibiendo mucha presión social. Sí, la mujer ha recorrido un largo camino, ha destapado tabús, ha aprendido, ha puesto el sexo dentro de su agenda vital y se ha atrevido a reclamar su necesidad de placer, pero desde luego no está del todo liberada, y no lo estará hasta que sea la única que decida sobre su propia sexualidad.

Aunque creo que tampoco lo están los hombres. Para verlo más claro: ellos deben seguir siendo varoniles y viriles, aunque ahora también se les pide que se responsabilicen del placer de sus parejas, que estén listos y con ganas siempre que ellas quieran, que su orgasmo no les sorprenda antes de tiempo y que después sean tiernos con nosotras. En fin... Creo que es hora de que cada uno asuma la responsabilidad de su placer, de su orgasmo, y de definir cómo quiere que sea su sexualidad. Permitir a quien lo quiera abrirse a nuevas posibilidades, o respetar igualmente a quien prefiera no hacerlo. Quizás podamos ayudarnos los unos a los otros también en esto.

¿Cuánto de machismo hay todavía en nuestras tomas de decisiones, en nuestras relaciones de pareja?

Aún hay mucho "las mujeres se suponen que no hacen esto, o los hombres no deberían hacer esto otro", pero no nos lo dice tanto el otro como nos lo decimos a nosotros mismos. Puede que aún haya muchas relaciones machistas y, lo más preocupante, entre los jóvenes (tener relaciones sexuales por miedo a que él te deje o no usar preservativo por lo mismo, son ejemplos), pero creo que en general las relaciones siguen siendo sexistas, y los son en ambos sentidos, porque todos perpetuamos roles en los que realmente no nos solemos sentir identificados.

¿Qué opinas de declaraciones como la del obispo Reig Pla que llegó a decir que "la revolución sexual está produciendo muertos"?

"Perpetuamos roles en los que realmente no nos solemos sentir identificados"

Lo primero que el aborto o la homosexualidad no son producto de ninguna revolución sexual porque existen desde el principio de los tiempos, y eso ya habla del poco sentido de esa afirmación, sin entrar en más detalles. Después destacar que una vez más, quien opina, y por desgracia, quien decide sobre la sexualidad femenina, no es la mujer.

Pero de nuevo lo preocupante no es que aún se lancen este tipo de mensajes, sino que aún tengan capacidad para influir en las personas, porque falta una educación con la que filtrarlos. Ese es el peligro. Que mensajes como hemos escuchado sobre que el cómo visten las chicas provoca, por ejemplo, haga creer a algunas chicas que de verdad están provocando algo. Que una mujer que tenga que pasar por la terrible experiencia de un aborto además interiorice esta frase; lo que puede suponer eso para ella.

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