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Análisis de orina detectaría mal de vacas locas en ganado vivo

Reuters

Investigadores canadiensesinformaron el viernes que encontraron una posible forma decontrolar e identificar el mal de las vacas locas en el ganadovivo, a través de la detección de proteína en la orina.

Los expertos hallaron un patrón de proteínas en la orinadel ganado infectado con la enfermedad, llamada científicamenteencefalopatía espongiforme bovina o EEB.

Este patrón podría ser la base de una prueba de orina conla que se pueda controlar la condición en el ganado de unamanera mucho más sencilla que aquella con la que se lo controlaactualmente.

Las pruebas actuales requieren muestras de tejido cerebralpara detectar un fragmento de la proteína que causa la EEB yotras dolencias relacionadas. Este análisis lleva varios días yno puede efectuarse en animales vivos ni en personas.

"Esperamos que el conocimiento que obtuvimos de esteestudio finalmente conduzca al desarrollo de un test que sepueda aplicar sobre animales vivos", dijo en un comunicado eldoctor David Knox, investigador del Laboratorio Nacional deMicrobiología de la Agencia de Salud Pública de Canadá.

"Sería posible desarrollar pruebas similares para otrasespecies también, incluidos los seres humanos con enfermedad deCreutzfeldt Jakob (ECJ). Un test urinario de ECJ podría ayudara los médicos a restringir los posibles diagnósticos en laspersonas con demencia", añadió Knox.

En un artículo publicado en la revista Proteome Science,los investigadores indicaron que compararon la orina de cuatroanimales infectados con EEB con la de cuatro animalessaludables.

El patrón de cambios en la proteína fue un 100 por cientopreciso a la hora de detectar al ganado con EEB, señaló elequipo.

"Este es un descubrimiento importante y esperamos quefinalmente conduzca a una prueba de diagnóstico útil, quepermita simplificar la vigilancia y reducir los costos", indicóen un comunicado Stefanie Czub, de la Agencia Canadiense deInspección Alimentaria.

La EEB azotó a un rebaño de vacas lecheras en Gran Bretañaen la década de 1980, lo que obligó a la matanza de millones deanimales.

Años después, algunos seres humanos comenzaron adesarrollar una versión extraña de ECJ, que es una condicióncerebral devastadora que normalmente afecta a una persona en 1millón.

Esta nueva variante, llamada ECJv, se relacionó con elconsumo de productos cárnicos provenientes de ganado infectadocon EEB.

Sólo 167 casos se informaron desde entonces, pero lostemores sobre la enfermedad hicieron más estrictas muchasnormas de alimentación y matanza del ganado.

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