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Un astillero para el remo y el ocio

Astilleros Amilibia. Se dedica a construir embarcaciones de remo y pantalanes para puertos deportivos en el mar y en lagos

GUILLERMO MALAINA

Amilibia es un astillero pegado al deporte y al ocio desde que en los setenta Juan Luis Amilibia y su primo Luis Mari comenzaron a construir embarcaciones de poliéster en Orio, una localidad guipuzcoana donde el remo se vive como una suerte de religión.

El punto de inflexión para esta compañía llegó con su primera gran innovación tecnológica, en la siguiente década, cuando dejó el poliéster para empezar a construir embarcaciones de fibra de carbono. Su actividad llegó a oídos de la federación de remo de Rumania, que acabó encargándole la fabricación de seis embarcaciones para los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992. Los rumanos ganaron cinco medallas. Aquello fue un hito para Rumanía y también para Amilibia. Ahora da forma a todo tipo de embarcaciones, desde el banco móvil, hasta las traineras tradicionales del Cantábrico, pasando por los modelos propios del Mediterráneo, como el llaüt catalán o el llagut mediterráneo. Durante años, el trabajo no ha fallado. Los encargos procedían principalmente de clubes, pero esa demanda ha caído en picado como consecuencia de la crisis.

Rumanía ganó cinco medallas en Barcelona '92 con sus botes

Ainhoa Amilibia, hija de Juan Luis y gerente ahora de la empresa, explica que ahora reciben sus principales encargos por su otra actividad: la construcción de pantalanes para puertos deportivos en el mar o en lagos. Su producción se hizo conocida sobre todo en 1991, cuando diseñó las zonas de embarque para el campeonato del mundo de remo. Sus pantalanes se pueden encontrar hoy por toda España, también en el parque de El Retiro, en Madrid.

'El diseño de cada pantalán es exclusivo. No es lo mismo construir uno para una zona con corrientes, pues debe llevar más anclajes, que para aguas tranquilas como El Retiro', cuenta Amilibia, convencida de que el éxito de la empresa radica en su experiencia en el sector y en su filosofía de la 'innovación'.

La última experiencia del astillero en I+D+i ha sido fuera del agua. Construyó los prototipos de coches de Tknika, un centro de innovación, para participar este año, en Alemania, en la Eco Maratón Europa, un banco de pruebas de la industria automovilística para el ahorro de combustible y el ensayo de energías alternativas. 'Llevamos toda la vida moldeando fibra de carbono. Sabemos dar forma a lo que sea', asegura Ainhoa Amilibia.

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