Un ataque suicida con bomba causó la muerte a 28 personas e hirió a otras 57 el domingo cuando reclutas se reunían afuera de una academia de policía en el centro de Bagdad, dijeron autoridades iraquíes.

Numerosos policías y reclutas perecieron en el asalto, ocurrido en la entrada posterior de la principal academia policial de la capital iraquí.

El atacante suicida llevaba un chaleco con explosivos y conducía una motocicleta que también contenía una bomba, sostuvo la policía.

Luego del estallido, los restos de las víctimas quedaron regados en el lugar y la policía intentaba determinar sus identidades.

La explosión sacudió la capital iraquí, en momentos en que la violencia sectaria ha visto una disminución desde que comenzó el baño de sangre tras la invasión del 2003 liderada por Estados Unidos para derrocar a Saddam Hussein.

Pero Irak sigue siendo un lugar peligroso y zonas como la norteña ciudad de Mosul aún deben luchar con una temida insurgencia. Un coche bomba que estalló el jueves en un mercado de ganado en el sur de Irak causó la muerte de 12 personas.

Los reclutas han sido con frecuencia blanco de ataques militantes en el pasado. El 1 de diciembre del año pasado, un asalto dejó 15 policías muertos y 45 heridos afuera de la misma academia en Bagdad.

Irak ha expandido las filas de sus fuerzas policiales y militares en cientos de miles de hombres durante los últimos años, mientras el Gobierno del primer ministro Nuri al-Maliki busca asegurarse de que las instituciones locales se hagan cargo de la seguridad.

El Ejército de Estados Unidos se está preparando para finalizar sus operaciones de combate en septiembre próximo.

Sin embargo, las fuerzas iraquíes y estadounidenses reconocen la urgente necesidad de equipar mejor a los contingentes locales y de brindarles entrenamiento especializado antes de que puedan tomar toda la responsabilidad por la seguridad en el país.