Unos coloridos bailes recibieron el viernes a la selección española de fútbol tras aterrizar en Sudáfrica para un Mundial en el que la campeona de Europa será de las últimas en debutar y en el que carga con la etiqueta de ser una de las máximas favoritas.

la misma que en España - tras un vuelo tranquilo de nueve horas y veinte minutos.

De Johannesburgo, otro vuelo les llevó a la localidad universitaria de Potchefstroom, donde la delegación española tendrá su sede durante el Mundial que se inaugura hoy y que se prolongará hasta el 11 de julio.

cuya pista ha sido ampliada para el Mundial - hasta la que será su sede en la universidad de North West, los jugadores fueron agasajados por miles de residentes que ondeaban banderas españolas e hicieron sonar coloridas vuvuzelas.

El alcalde Maphetle Maphetle se dirigió a los jugadores, visiblemente agotados, y al cuerpo técnico, todos ataviados con trajes grises y corbata roja.

"Sabemos que es usted un entrenador muy bueno", dijo Maphetle a Vicente del Bosque.

"Esperemos que la final sea entre los bafana bafana y España", añadió, en referencia a la selección sudafricana.

Algunos de los jugadores miraron divertidos y algo estupefactos al grupo de adolescentes que daban saltos y se golpeaban las botas en un baile primitivo de los mineros. Los integrantes de la selección aplaudieron a los bailarines y a los músicos antes de finalmente ir a descansar a sus habitaciones.

El primer entrenamiento de los de Vicente del Bosque estaba previsto para el viernes por la tarde sin ninguna baja, y con la única preocupación de las molestias musculares de Andrés Iniesta, aunque el centrocampista del Barcelona no está descartado para el primer encuentro de "la Roja".

España, que está encuadrada en el Grupo H con Honduras, Chile y Suiza, juega su primer partido el miércoles 14 de junio contra los helvéticos.